Postales desde el exilio

“Trabajé en Disneyland y viendo la situación en España, me sentía afortunada”

Ángela Arcones.

"Estudié Filología Árabe y al terminar la carrera en junio de 2010, no me lo pensé dos veces. En Francia había trabajo y aunque buscaba al mismo tiempo en España, mi perfil no correspondía: recién salida de una carrera que poca gente sabía que existía, sin experiencia... Decidí irme como chica au pair a París". Ya han pasado cuatro años desde aquella decisión que, sin duda, cambió la vida de Ángela Arcones, una segoviana de 26 años. 

A pesar de no conocer el idioma parecía la candidata perfecta. "Yo no hablaba francés, pero la familia buscaba una chica española, esta vez parece que mi perfil correspondía...". Trabajar como au pair se ha convertido en una opción para muchos jóvenes. Se trata de una manera de salir al extranjero con los gastos cubiertos, conocer una cultura diferente y, también, ahorrar algo de dinero. Pero no es tan fácil como parece. "Pasé con ellos un año y mientras, iba a clases de francés para poder buscar otro trabajo y poder quedarme. Echaba de menos mi casa, mi familia, mis amigos... esto ya no era el Erasmus y París no era el mismo tipo de capital que Madrid", relata Ángela. 

"Puede sonar a tópico, pero el sol y el buen tiempo es una de las cosas que más echaba de menos y eso que en Segovia conocemos bien el frío". Pero el clima no es lo único que esta joven segoviana añora desde la ciudad de la luz. "La manera de ser de la gente. En España hay una manera de vivir que aquí envidian". 

Después de trabajar un año como niñera, pasó a formar parte del equipo de Disneyland. "Viendo cómo avanzaba la situación en España, me sentía afortunada de tener un trabajo. En esos momentos no me quedaba otra que aguantar y si no me gustaba, buscarme otra cosa. Volver a casa no era una opción". Una vez dominado el idioma, decidió buscar nuevas oportunidades. "Sin embargo, la mayoría de los trabajos que me interesaban estaban reservados a estudiantes de último año y sin un convenio de prácticas te puedes ir olvidando". Así, dispuesta a aceptar cualquier horario y sin poner nunca pegas, la joven filóloga encontró un empleo en una pequeña tienda en una de las zonas más turísticas de París. 

Ahora, en una web francesa muy conocida

“La razón principal que me llevó a emigrar fue la crisis”

“La razón principal que me llevó a emigrar fue la crisis”

"La persona que me hizo una de estas entrevistas me preguntó'¿Puedes empezar mañana?'. Y al contestarle que sí me dijo que los extranjeros estábamos mucho más motivados y que un francés hubiese puesto muchas condiciones antes de responder". La mitad de la plantilla, asegura, eran españolas e italianas en busca de nuevas oportunidades. "No era el trabajo de mis sueños, pero el ambiente era agradable y me gustaba hablar con los turistas, en este tipo de trabajos se aprende mucho de la gente y hay que saber escuchar y tener mucha paciencia". Pero no era lo que quería hacer, recalca, así se enfrentó al dilema: "¿Otra vez empezar de cero? ¿Si vuelvo a España qué es lo que me espera?"

La respuesta fue seguir buscando. Pero no en España, sino en la capital francesa. "Encontré un trabajo totalmente diferente a todo lo que había hecho durante años... Un puesto como asistente de edición de una página web, una web francesa muy conocida que quería desarrollar un proyecto internacional en varios países, entre ellos, España". La web pertenece al primer grupo de entretenimiento en Internet en Francia –explica Ángela– está presente en varios países europeos, en Brasil y en Oriente Medio. Allí, la mayoría de los empleados son franceses y siete españoles completan el equipo. "París por fin me ha dado tregua", suspira aliviada, feliz y realizada profesionalmente. 

"Voy dentro de poco a España para la boda de unos amigos y ya van cuatro años que estoy fuera... Intento estar siempre conectada con amigos y familia para compensar las pocas veces que me puedo escapar, porque en realidad es otro país, pero estoy al lado... ¡No me quejo para nada!".

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