Con Xavier Dolan y Ken Loach, Cannes remonta el vuelo a punto de aterrizar

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Mommy, de Xavier Dolan, y Jimmy's Hall, de Ken Loach, levantaron la moral de los festivaleros en Cannes este jueves, con dos propuestas sólidas y emotivas con un común origen real que -sobre todo la primera- bien podrían estar entre los mejores recuerdos de esta 67 edición y en el palmarés que conoceremos del jurado presidido por Jane Campion este sábado.

¿Puede existir una película redonda y a la vez cuadrada? Antes de que un físico nos estropee esta contradicción, digamos que en opinión de muchos de los que vieron Mommy, del joven canadiense Xavier Dolan, la respuesta es entusiásticamente afirmativa, ya que su quinto largo (y sólo tiene 25 años) se ha editado y se proyecta en un formato completamente cuadrado, pero lo que hay dentro, es un trabajo redondo.

Cinco años después de Yo maté a mi madre / I Killed my Mother / J'ai tué ma mère, el siempre interesante cineasta quebecqués se muestra bastante más tolerante hacia la figura materna, y sin abandonar los aspectos autobiográficos nos enfrenta a una madre viuda que tiene que criar sola a su hijo adolescente, hiperactivo y probablemente bipolar, cuyos ataques de cólera son más bien temibles. Una misteriosa vecina de enfrente impondrá cierta paz y cordura en esta atribulada relación materno-filial.

De la mano de dos actrices (Anne Dorval, quien ya hizo de su madre en el film citado de 2009 y otra de sus musas, Suzanne Clément) y un joven nuevo actor que toma su lugar, Antoine-Olivier Pilon, Dolan nos sube a una montaña rusa de emociones, en la que se asciende y desciende, el melodrama se alterna con la comedia, con éxitos "poperos" sonando de fondo. A pesar del cansancio en esta recta final del festival, muchos cayeron rendidos ante el torbellino de sentimientos, en los que finalmente prevalece por encima de todo el amor, como gran motor. Sorprende la habilidad, la originalidad y el talento de este enfant terrible del cine canadiense en la que puede ser su mejor película hasta la fecha, y una seria candidata a la Palma de Oro.

También hay mucho sentimentalismo, del bueno, en la segunda propuesta de la penúltima jornada competitiva de Cannes 2014, Jimmy's Hall, de Ken Loach, el septuagenario "rojo" del cine británico, quien vuelve a la Irlanda cuya lucha por la independencia ya retrató en El viento que agita la cebada / The Wind That Shakes the Barley, con su permanente cómplice Paul Laverty como guionista. La primera buena noticia es que a pesar de lo dicho cuando empezaba este último proyecto, Loach ha confesado en rueda de prensa que está pensando en retirar su retirada, y que podría plantearse nuevas cintas en el futuro.

Jimmy's Hall, protagonizada por Barry Ward y Simone Kirby, y basada en una obra teatral a su vez inspirada por hechos reales, cuenta la historia de Jimmy Gralton, que en 1921 construyó una sala de baile en una zona rural de Irlanda para que los jóvenes pudiesen aprender, discutir, soñar... pero por encima de todo bailar y divertirse. La película es un tributo a estos librepensadores. La historia está ambientada en 1932, cuando Jimmy volvió a abrir la sala tras regresar de Nueva York, donde estuvo diez años y adquirió la nacionalidad estadounidense. Este centro de baile lo abrió en Effrinagh (condado de Leitrim) donde hacía propaganda política. Gralton recibió la oposición frontal de la Iglesia católica y la situación terminó en un tiroteo. Jimmy fue detenido y deportado por el gobierno irlandés del presidente Éamon de Valera a Estados Unidos en 1933. Fue el único irlandés deportado a América en la historia del país.

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Loach, sin dejar su sano espíritu revolucionario y libertario, es cada vez menos dogmático y esquemático en cuanto a sus personajes, humanos y creíbles. Jimmy's Hall seduce y conmueve, y se erige como un canto al espíritu de la transgresión y la solidaridad, a esos héroes capaces de mejorar la vida de los que les rodean sin temer al poder establecido. Fue calurosamente aplaudido, pero su coincidencia en el calendario con el film de Dolan le restó bastante protagonismo.

Ya sólo quedan dos películas para completar la competición, este viernes, y el sábado conoceremos a los ganadores.

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