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Impuestos

La Comisión propone reducir el IVA de la prensa digital e igualarlo al de la impresa

Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos, este jueves en Bruselas.

Ibon Uría

La Comisión Europea dio este jueves un primer paso para acabar con la situación de discriminación que sufren la prensa y los libros digitales con respecto a sus equivalentes en papel en el pago del IVA. En la actualidad, las publicaciones digitales abonan en los países de la Unión Europea el tipo de IVA normal, mientras que aquellas en soporte físico pueden acogerse al tipo reducido o superreducido. En el caso de España, la primeras soportan un 21% y las segundas un 4%, siendo el tercer país con un trato más desigual entre ambas. Ahora la comisión propone acabar con esas diferencias y permitir a las publicaciones electrónicas acogerse también a un IVA inferior.

La propuesta de la institución comunitaria fue presentada por el comisario de asuntos económicos de la UE, Pierre Moscovici. En palabras de Moscovici, "la legislación tiene que ser actualizada a la era digital en la que vivimos", pues el trato desigual a prensa en papel y prensa digital "no refleja la economía actual" ni la "realidad moderna". "En papel o en formato electrónico, un libro sigue siendo un libro y un periódico sigue siendo un periódico", argumentó. Moscovici se mostró convencido de que esta medida será "decisiva" para "las finanzas" de la prensa europea y que favorecerá la "diversidad" y la existencia de "medios fuertes y libres". En España, la prensa digital paga un 21% de IVA y la impresa un 4%.

En un comunicado, la Comisión Europea recuerda que en la actualidad las publicaciones electrónicas pagan "frecuentemente" entre "10 y 20 puntos porcentuales más" de IVA que sus pares en papel. "La propuesta de la comisión permitirá a los Estados miembro igualar el tratamiento en cuanto a IVA de las publicaciones electrónicas, actualmente tasadas al tipo estándar, al régimen más favorable que actualmente rige para las publicaciones impresas tradicionales", agrega el texto, que calcula que la cuota de mercado para las publicaciones digitales, que está actualmente "en el entorno del 5%", crecerá "hasta el entorno del 20% en 2021".

Hasta casi seis veces más

De acuerdo con un informe realizado por la Asociación Internacional de Editores (IPA, por sus siglas en inglés) y la Federación de Editores Europeos, fechado en julio de 2015 [ver en PDF], en los 28 Estados miembro de la UE las publicaciones digitales –libros, revistas y periódicos– pagan mucho más IVA que las publicaciones en papel. Si se observa la media comunitaria, los libros y medios en papel pagan un 7,58% de IVA y sus equivalentes digitales soportan un tipo medio del 20,45%. La excepción a esa regla la constituyen Dinamarca, Bulgaria, Francia e Italia, donde todas ellas pagan el mismo tipo de IVA –el 25%, 20%, 5,5% y 4% respectivamente–.

Los casos más extremos se dan en Irlanda y Reino Unido. En ambos países los productos impresos en papel están exentos de pagar este impuesto indirecto. Los digitales, en cambio, soportan el 23% y el 20%. Las diferencias son también especialmente abultadas en otros cuatro países, donde el tipo impositivo que se aplica al producto digital multiplica por cinco o más al que se carga sobre prensa y literatura impresa en papel. De menor a mayor desigualdad, se trata de los casos de Croacia (5% para el papel y 25% para el digital, cinco veces más), España (4% y 21%, 5,25 veces más), Hungría (5% y 27%, 5,4 veces más) y Luxemburgo (3% y 17%, 5,67 veces más).

El origen del problema

El motivo por el que las publicaciones digitales pagan más impuestos que las impresas en papel tiene su origen en la directiva 2009/47/CE, cuyo anexo III establece que pueden acogerse al tipo reducido o superreducido el "suministro, incluido el préstamo en bibliotecas, de libros en cualquier medio de soporte físico (e incluidos asimismo folletos, prospectos y material impreso similar, álbumes y libros de dibujo y coloreado infantiles, música impresa o manuscrita, los mapas, planos y mapas hidrográficos y similares), los periódicos y semanarios que no sean material íntegra o predominantemente publicitario".

Pese a que la norma ha sido cuestionada en múltiples ocasiones, especialmente por editores de libros y prensa digitales, el contenido de la directiva ha sido respaldado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea reiteradamente. El pasado 8 de septiembre, por ejemplo, la abogada general del tribunal, Juliane Kokott, redactó un escrito de conclusiones en el que avaló la legislación europea. La abogada sostuvo que "está justificada la diferencia de trato" porque "el legislador de la UE" es el responsable de la "compleja valoración de una situación de competencia" entre los libros y medios en soporte digital e impreso.

Kokott, eso sí, admitió que la actual normativa no tiene en cuenta "plenamente" el "progreso técnico", que implica que "la vía natural de transmisión de los libros digitales" es "el suministro electrónico", y también que la prohibición de aplicarles el tipo reducido de IVA puede suponer una "desventaja competitiva", si bien los costes de distribución electrónica, que "son muy inferiores a los de la distribución de bienes", permiten mitigar en cierta medida esa desventaja y mantenerla dentro de unos "límites razonables". En cuanto a la prensa digital, expuso un argumento similar y señaló que tienen "una diferencia sustancial" en sus costes de distribución.

La abogada –cuyos dictámenes no son vinculantes pero de los que los magistrados del Tribunal de Justicia de la UE suelen seguir en sus fallos– recordó asimismo que la posibilidad de que los libros y medios en papel se acojan a un IVA reducido responde al "objetivo cultural" y de "formación de los ciudadanos de la Unión mediante la lectura", tanto de literatura como de prensa, mientras que la imposibilidad de que los formatos digitales se beneficien de esos impuestos más bajos se debe a una directiva de 2002 que establece que todas las prestaciones de servicios efectuadas por la vía electrónica tienen que acogerse al tipo general del impuesto para "propiciar el cumplimiento" de las obligaciones fiscales y "evitar distorsiones de la competencia", como que un país estableciera tipos más bajos por su cuenta para atraer a un gran número de empresas de este tipo.

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Un calendario rápido

En ese mismo texto, la abogada abrió la puerta a que en el futuro se revisara el régimen fiscal de los libros y la prensa electrónica "a la luz de la experiencia acumulada al respecto" y recordó que estaba en marcha la elaboración de la propuesta conocida este jueves. "Mucha gente ha dudado de cuándo iba a dar este paso la Comisión. Pues bien, la Comisión lo hace hoy e intentará hacerlo rápido", dijo el comisario Moscovici, quien calificó el calendario previsto para la adopción de la medida de "muy ambicioso" y consideró que es "posible que se adopte una propuesta hacia finales de 2017".

Antes, eso sí, la propuesta tendrá que pasar por el Parlamento Europeo y ser discutida con los Estados miembro. Además, el texto no será legalmente vinculante para los veintiocho: cada Gobierno tendrá en sus manos mantener un IVA diferente para las publicaciones digitales y en papel o, como propone la institución europea, igualar el del libro y la prensa electrónica a la baja para que compitan en igualdad con los productos impresos. A preguntas de infoLibre, el Ministerio de Hacienda no aclaró este jueves si reducirá el gravamen que soportan los productos en línea ni ofreció detalles sobre cómo adaptará la legislación española a la recomendación de la comisión.

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