Los abusos de la banca
Condenan a Bankia a devolver a un exdirector de sucursal jubilado 73.800 euros por las preferentes que le vendió un compañero
El Juzgado de Primera Instancia número 22 de Valencia ha condenado a Bankia a devolver a un exdirector de la entidad 73.800 euros por las preferentes que le vendió un compañero y amigo suyo. El hombre realizó esta compra cuando estaba jubilado, con 77 años, y no se le practicó ni test de conveniencia ni recibió información completa sobre las participaciones.
Así consta en la sentencia, ganada por Apabanc, en la que el juez estima la demanda del exdirector del banco y declara nulas las operaciones de compra-venta de participaciones preferentes por importe de 73.800 euros y los contratos de recompra y suscripción de canje por acciones de Bankia.
El demandante fue empleado de la Caja de Ahorros de Valencia –actualmente Bankia– en varias oficinas de La Safor y fue director de una sucursal de Gandia en 1995, antes de jubilarse. Su vida profesional se enmarca en la realización de operaciones como cuentas corrientes, préstamos personales, hipotecarios o pólizas de crédito, sin ninguna experiencia como banquero de finanzas ni con productos complejos.
Además de trabajador de Bankia, el hombre ha sido cliente –él y su familia– de la entidad, y contaba con una relación de gran confianza tanto con los empleados como con su compañero, a quien conocía hacía más de 30 años.
El demandante era de perfil conservador, prudente, previsor y pequeño ahorrador jubilado, un cliente minorista con necesidad de disponer de dinero para atender sus gastos familiares, por ello siempre depositó sus ahorros en plazos fijos.
En 1999, fue a su sucursal a hablar con su compañero y éste le gestionó la suscripción de participaciones preferentes por un valor de 73.800 euros. No se ha acreditado que al demandante se le practicara un test de conveniencia ni de idoneidad, ni que recibiese información completa sobre las participaciones.
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El juez recuerda que las preferentes no son un producto adecuado para clientes minoristas y de perfil conservador, y ve acreditado que el producto suscrito es "claramente inadecuado" para el perfil del suscriptor.
"A tenor del perfil conservador del suscriptor –agrega– si se le hubiera advertido de que había riesgo de perder todo o parte de su dinero; o que no podía disponer de su dinero de forma inmediata; es seguro que no hubiera suscrito participaciones preferentes, que fue el producto que le sugirió el empleado de la entidad bancaria, que lo comercializó como asimilado a un depósito a plazo fijo".
Tras la resolución, el presidente de Apabanc, Ricard Torres, ha subrayado que la sentencia indica que el demandante "era prudente, previsor y pequeño ahorrador jubilado, un cliente minorista con necesidad de disponer de dinero para atender sus gastos familiares. Es decir, un perfil idéntico al de miles de ahorradores españoles que han caído en la trampa de Bankia", ha lamentado.