Uno de los objetivos de la reforma laboral de 2012 era incentivar a las empresas para que negociaran sus propios convenios. Y lo ha conseguido. A juzgar por las estadísticas del registro gestionado por el Ministerio de Empleo, el número de convenios de empresa no ha hecho más que aumentar. Un 39% desde 2012 hasta 2015, último año en que está cerrada la estadística. El registro contabiliza 4.493 convenios de este tipo, con efectos económicos conocidos, en 2015, una cifra que se acerca a los 4.598 de 2007, antes de la crisis, cuando alcanzó su máximo histórico. Sin embargo, el número de trabajadores protegidos por convenios de empresa se reduce cada año. En 2015 fueron sólo 846.900, la cifra más baja desde 2000, la tercera parte de los que había en 2007 y un 8,5% por debajo de 2012.
Según explican a infoLibre tanto la CEOE como los sindicatos, el motivo de esta caída estriba en que las empresas que firman uno de estos convenios son cada vez más pequeñas. Antes de la reforma, lo habitual era que decidieran negociar su propio convenio fueran las medianas y grandes. Los costes de ese proceso son elevados, por lo que las más pequeñas se acogían a la cobertura que les proporcionaban los convenios sectoriales, mientras que sólo las de cierto tamaño invertían tiempo y dinero en la búsqueda de su propio marco de relaciones laborales.
Pero desde 2012 los convenios de empresa gozan de “prioridad” sobre los sectoriales en materias fundamentales como el salario, la jornada o el horario. Y si antes estos pactos mejoraban las condiciones de los sectoriales, a partir de ese momento sucedió lo contrario. La intención era “acercarlos a la realidad de las empresas”, que se adaptaran mejor a sus necesidades. Así, por ejemplo, la subida salarial media pactada en 2016 en los convenios de empresa se quedó en el 0,76%, mientras que en los sectoriales llegó hasta el 1%la subida salarial media pactada.
El diputado del PSOE Miguel Ángel Heredia Díaz, preguntó al Gobierno por escrito el pasado mes de septiembre por la variación en el número de convenios de empresa firmados desde 2012 y el Ministerio de Empleo le remitió las cifras antes citadas. También el porcentaje de trabajadores acogidos a estos convenios respecto del total de los protegidos por la negociación colectiva. En 2015 eran sólo el 8,3%, mientras que en 2012 ascendían al 9,2%. En 2007, cuando el número de empresas y de asalariados era mucho mayor, llegaron a ser el 10,9%. Otro dato que confirma la pérdida de tamaño de las plantillas cubiertas por los pactos de empresa.
Jibarización de los convenios de empresa
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Sindicatos y patronal coinciden en apuntar al elevado número de microempresas que se han apuntado a la moda del convenio de empresa. O más bien de asesorías laborales que han incluido en su oferta de servicios a las pymes el convenio a la carta. Pese a que la ley sólo permite elegir un delegado de personal a partir de 10 empleados y sólo éste puede negociar un convenio colectivo, los sindicatos han detectado un buen número de convenios firmados en empresas con 10 trabajadores o menos. Algunas, incluso con un solo empleado. Los sindicatos los consideran ilegales: no existe garantía alguna de que quien firma en nombre de los trabajadores sea su representante legal o de que haya habido una negociación real y no se haya impuesto sin más la voluntad del empresario. La CEOE, por su parte, concede que no tiene sentido que empresas tan pequeñas tengan su propio convenio. También se quejan todos de la mala calidad de la estadística. En algunos casos, se trata de errores; en otros, vistos los textos, no hay duda de que una misma gestoría está detrás de los convenios, calcados frase a frase, admiten fuentes de la patronal.
Por su parte, el Ministerio de Empleo quita hierro a la diferencia numérica y prefiere remitirse a la estadística de convenios firmados cada año, donde el número de trabajadores acogidos a los pactos de empresa en 2015 ha caído un 31% respecto al año anterior y un 40,5% respecto a 2012. Aunque también lo hizo la cifra de convenios de empresa firmados, 245 menos, un 16% por debajo de 2014. Utilizando la misma estadística de convenios firmados, este año, hasta octubre, último mes del que hay registro, se han rubricado 721 convenios de empresa, 57 menos que en octubre de 2016, lo que equivale a una caída del 7,3%. Si entonces esos pactos protegían a 160.022 trabajadores, este año están cubiertos 122.434, un 23,5% menos.
Hay otro dato que revela igualmente la jibarización de los convenios de empresa. Dividiendo el número de trabajadores protegidos entre el número de convenios, la media de plantilla cubierta era de 286 empleados por pacto en 2012, cuando se aprobó la reforma laboral. En 2015 es sólo de 188. Por establecer una comparación, la media de los trabajadores cubiertos por un convenio sectorial era ese año de 8.164.
Uno de los objetivos de la reforma laboral de 2012 era incentivar a las empresas para que negociaran sus propios convenios. Y lo ha conseguido. A juzgar por las estadísticas del registro gestionado por el Ministerio de Empleo, el número de convenios de empresa no ha hecho más que aumentar. Un 39% desde 2012 hasta 2015, último año en que está cerrada la estadística. El registro contabiliza 4.493 convenios de este tipo, con efectos económicos conocidos, en 2015, una cifra que se acerca a los 4.598 de 2007, antes de la crisis, cuando alcanzó su máximo histórico. Sin embargo, el número de trabajadores protegidos por convenios de empresa se reduce cada año. En 2015 fueron sólo 846.900, la cifra más baja desde 2000, la tercera parte de los que había en 2007 y un 8,5% por debajo de 2012.