La fuerte recesión de España ha motivado que la deuda pendiente de cobro de la Agencia Tributaria se haya prácticamente duplicado desde el inicio de la crisis en 2007 hasta el año 2014, cuando ha alcanzado los 50.224 millones de euros, el 88,4% más que los 26.652 millones registrados en 2007, según datos del organismo tributarios recogidos por Europa Press.
De hecho, desde el comienzo de la crisis la deuda detectada por Hacienda pero que aún no ha cobrado por diversos motivos no ha dejado de crecer año tras año y únicamente en 2014 se ha prácticamente estancado, con un ligerísimo aumento del 0,1% respecto a los 50.174 millones que alcanzó al cierre de 2013 y que contrasta con el alza del 3% de un año antes.
El mayor incremento se produjo entre 2008 y 2009, cuando la deuda pendiente de cobro escaló desde los 30.425 millones hasta los 37.690 millones, es decir, más de 7.200 millones de euros en sólo un ejercicio.
Estos se incrementos se deben a que las nuevas deudas han ido superando a las que se han ido cancelando y, además, a que son de peor calidad como consecuencia de la crisis y, por tanto, con mayor riesgo de impago, a pesar de que el aumento interanual es cada vez menor.
Por otro lado, la Agencia Tributaria explica que no toda la deuda pendiente se puede exigir al contribuyente, ya que, por ejemplo, las deudas suspendidas no son exigibles hasta que no se levanta la suspensión por resolución del correspondiente recurso o reclamación, así como la deuda concursal y la deuda aplazada, que no se pueden cobrar hasta que se produzca, en su caso, un incumplimiento del aplazamiento.
Deuda imposible
Esto hace que aunque la Agencia Tributaria naciese hoy, cerraría su primer año de vida con una deuda pendiente significativa: toda la vinculada con aplazamientos vivos o las que se recurrieran en los tribunales, según ejemplifica el organismo tributario dirigido por Santiago Menéndez.
Desglosando los datos de 2013, el último del que se disponen datos pormenorizados, se observa que la deuda pendiente al final del ejercicio alcanzó los 50.174 millones de euros. La información aportada por la Agencia Tributaria muestra que al inicio del ejercicio la deuda suponía 48.674 millones, a los que se sumaron otros 29.089 de deuda nueva originada ese año.
Ver másLos alumnos aplicados con la deuda: Las Palmas la deja a cero, Madrid recorta un tercio y Baleares vuelve a los mercados
Sin embargo, Hacienda canceló en 2013 deuda pendiente por importe de 27.589 millones de euros, aunque únicamente se lograron cobrar efectivamente 17.981 millones, ya que los otros 9.608 millones cuentan como cancelados pero no se cobraron por diversos motivos.
Entre ellos, 3.896 millones se cancelaron sin cobrar por anulaciones de liquidaciones tras resoluciones de los tribunales a favor de los contribuyentes, así como otros 5.025 millones por casos de insolvencias de deudores o 145 millones de euros más por prescripción de la deuda. Otros motivos explican los 543 millones restantes que fueron cancelados pero no cobrados en 2013.
De esta forma, la deuda que canceló y que efectivamente ingresó la Agencia Tributaria en 2013 (17.981 millones) fue inferior en más de 11.100 millones a la deuda nueva pendiente de cobro que se incorporó ese mismo año (29.089 millones).
La fuerte recesión de España ha motivado que la deuda pendiente de cobro de la Agencia Tributaria se haya prácticamente duplicado desde el inicio de la crisis en 2007 hasta el año 2014, cuando ha alcanzado los 50.224 millones de euros, el 88,4% más que los 26.652 millones registrados en 2007, según datos del organismo tributarios recogidos por Europa Press.