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Las potencias europeas arrancan 2023 con datos que marcan un horizonte más optimista para la economía

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El hecho de que diciembre fuera inusualmente cálido no es un síntoma positivo para la salud climática del planeta, pero ha dejado alguna noticia positiva. El menor consumo de petróleo y gas debido a la menor necesidad de calefacción ha dado un respiro a las economías europeas, que llevaban meses previendo una escasez energética invernal que podría haber desencadenado multitud de problemas, no solo económicos. Los primeros datos revelados esta semana certifican que la economía ha aprovechado para coger oxígeno

“El miedo al desabastecimiento energético, que provocaba que los precios estuvieran muy altos, ha desaparecido”, apunta Emilio González, profesor de Economía en la Universidad Pontificia Comillas-ICADE. “Los países europeos han podido cubrir sus necesidades energéticas con las reservas, debido al clima benigno de este invierno”, añade. El menor precio del gas ha permitido que la inflación alemana se desplome 1,7 puntos, desde un 11,3% a un 9,6% (los analistas esperaban que se quedara en 10,7%). La inflación francesa ha caído desde un 7,1% a un 6,7% (el mercado esperaba incluso que aumentara a un 7,2%).  

Diciembre empezó con el gas a 139 euros el megavatio y ha cerrado con dicha materia prima a 76. El precio no solo se mueve por una mera correlación de la oferta y la demanda: también entra en juego la expectativa y la especulación. El mercado esperaba que las economías europeas estuvieran energéticamente asfixiadas, con escasez y, en algunos casos, racionamiento. 

Eso hacía presumible que en los primeros meses de 2023 no hubiera gas suficiente para todos, lo que hacía dispararse la especulación, ante la previsión de que el precio iba a aumentar, lo que provocaba un mayor aumento. Al disiparse este escenario, al menos de momento, el precio se va desplomando con la misma velocidad con la que subió. Este viernes, día de Reyes en España, se publicarán los datos de inflación de diciembre de toda la eurozona y se conocerá el impacto positivo que esto tendrá en la economía. 

La industria se reactiva aprovechando la caída del gas

No solo los datos de inflación aportan cierto optimismo. Los indicadores adelantados de los gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés), son buenos barómetros del futuro de la situación económica. El PMI revela si la industria y el sector servicios de un país están haciendo más o menos compras de cara al futuro, lo que permite prever la tendencia. 

Se considera que si está por debajo de 50 está anticipando una recesión y, por encima, que la situación económica es estable. Los índices europeos cayeron por debajo de 50 desde finales de verano y principios de otoño, pero en diciembre han recibido una inyección que les ha vuelto a acercar a esa barrera de los 50 puntos. El dato de la eurozona ha pasado de 47,8 a 49,3; el alemán, de 46,3 a 49; el francés, de 48,7 a 49,1; el italiano, de 48,9 a 49,6, y el español, en la mejor posición, del 49,6 al 49,9.   

El PMI se compone de un indicador manufacturero (industria) y otro del sector servicios. Ambos han mejorado en los países mencionados, en la mayoría de los casos muy por encima de lo que esperaba el consenso del mercado.

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“Los datos europeos industriales siguen por debajo de 50. El riesgo de recesión existe, pero se ha mitigado ligeramente. Esta recuperación se explica con, por ejemplo, lo que ocurrió con la siderúrgica ArcelorMittal, que paró la producción en algunas de sus plantas porque les salía más rentable frenar, que seguir produciendo con los precios del gas. Estos precios permiten el retorno de la actividad industrial más afectada por los precios energéticos. Necesitamos más tiempo para ver si la recuperación se consolida”, explica el profesor Emilio González.

El dato español viene impulsado por el PMI del sector servicios, que pasa de un 51,2 a 51,6, lo que revelaría cierto vigor. “En el sector servicios sí se ha producido una mejora notable. Podría ser que permita esquivar la recesión, pero depende de cómo se comporte el conjunto de la economía europea”, señala el profesor González. “Dependemos de la llegada de turistas de otros países. Aunque estén bajando los precios del petróleo y del gas, siendo bastante altos. Eso afecta al coste del transporte del turismo”, explica el profesor.

“Por otro lado, también es importante estar pendientes de lo que va a suceder en Reino Unido. La recuperación de su mercado es importante para la recuperación de nuestro sector servicios, ya que es el país del que provienen más turistas a España”, señala el profesor. Para constatar este dato, basta mirar los turistas en cualquier mes de temporada alta. Por ejemplo, en julio de 2022, uno de cada cinco turistas que llegó a España era británico (el 20,9%). Le siguen Francia (15,5%), Alemania (12,1%), Países Bajos (6,1%) e Italia (5,2%). 

El hecho de que diciembre fuera inusualmente cálido no es un síntoma positivo para la salud climática del planeta, pero ha dejado alguna noticia positiva. El menor consumo de petróleo y gas debido a la menor necesidad de calefacción ha dado un respiro a las economías europeas, que llevaban meses previendo una escasez energética invernal que podría haber desencadenado multitud de problemas, no solo económicos. Los primeros datos revelados esta semana certifican que la economía ha aprovechado para coger oxígeno

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