El Gobierno decidirá este mes el nuevo consejo de Competencia

El Gobierno tiene previsto anunciar en el último consejo de ministros de julio, antes del paréntesis vacacional, la composición del nuevo consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Serán 10 nombres. que sustituirán a los 30 consejeros de las comisiones en funcionamiento: Energía, Comunicaciones, Competencia, Postal y Ferroviaria.

En las reuniones mantenidas por representantes de Economía y de Industria con consejeros y altos cargos de diversas comisiones ha quedado claro que el Ejecutivo quiere un proceso rápido para constituir el nuevo organismo superregulador. En octubre tiene que estar constituida la nueva CNMC y antes, los 10 consejeros elegidos, tendrán que haber superado el examen de la Comisión de Economía del Congreso para su nombramiento.

El organismo estará adscrito al Ministerio de Economía que dirige Luis de Guindos. El ministro no tendrá problemas para elegir nombres, más allá de los pactos a los que llegue con otras fuerzas políticas, porque durante ocho años (de 1996 a 2004) ya se ocupó de temas de competencia en el departamento de Economía.

Salario de director general

Los nuevos consejeros tendrán un salario equiparable al de director general. Serán , explican fuentes de la Adminsitración, unos 50.000 euros anuales de salario base, la mitad de lo que cobra ahora de media un consejero, aunque probablemente el esquema de retribución incluirá complementos por productividad.

El nuevo órgano de Competencia ha provocado un sinfín de críticas. Las primas partieron de la Comisión Europea, en concreto de la hoy vicepresidenta Neelie Kroes, que obligó al Gobierno a suavizar sus planteamientos de injerencia en la nueva comisión.

Pese a todo, el Ministerio de Industria se reserva la posibilidad de vetar determinadas operaciones empresariales en el sector energético. Es un recuerdo de la denominada "Función 14" que ser reservaba la Comisión Nacional de la Energía y que ahora pasa a manos de José Manuel Soria.

La CNMC tiene que empezar a andar, según la ley aprobada (ley 3/2013 de 4 de junio), el 7 de octubre. En teoría, todo van a ser ventajas: menos duplicidades, aprovechamiento de economías de escala, más agilidad en la toma de decisiones y menor probabilidad de que el sector privado o el Gobierno "capture" al regulador e influya en sus decisiones.

Mucha inquietud

Pero en la práctica, el superregulador despierta mucha inquietud. Un ejemplo: la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), en el informe que ha elaborado sobre el proyecto de Real Decreto del Estatuto Orgánico del nuevo supervisor, advierte que puede provocar perjuicios a la seguridad jurídica.

Más aún, Competencia alerta sobre un "incomprensible sistema de informes preceptivos" entre las dos salas en las que se dividirá el organismo: salas de supervisión y de regulación que "puede poner en peligro la aplicación de la Ley de Defensa de la Competencia". 

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La idea de agrupar en un único organismo todas las comisiones encargadas de velar por el mercado es propia del mercado anglosajón, asegura un alto cargo de uno de las comisiones afectadas y está por ver su efectividad. El modelo más reciente empezó a funcionar en abril en Holanda.

Todo está por comprobar, incluido el ahorro que, según el Gobierno, supondrá para la Administración. El Gobierno adelantó que al agrupar en un único organismo todos los órganos supervisores en funcionamiento (Energía, Telecomunicaciones y Competencia), se ahorrarían cerca de 30 millones al año.

La cuenta de ahorro, al final, explica un consejero afectado por los cambios, es muy optimista. Porque tiene en cuenta el ahorro de un gasto que no se ha producido y que se estima en unos 20 millones de euros. La explicación es sencilla: la Ley de Economía Sostenible que aprobó el Gobierno preveía crear hasta tres nuevas comisiones, de medios audiovisuales, de aeropuertos y del juego, que nunca se han llegado a constituir, pero que han servido para hacer propaganda de todo lo que se va a ahorrar.