No sólo los venezolanos invierten en Madrid: EEUU, Reino Unido y México guían la inyección de capitales

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“Si un gran patrimonio hispanoamericano, harto de las políticas de acoso y derribo y de la asfixia fiscal al que es sometido en su país de origen, quiere salir, se instala en Madrid e invierte un millón en adquirir una participación minoritaria de una empresa madrileña, se ahorrará 200.000 euros en su factura fiscal, que podrá repartir a lo largo de seis años”. Fue uno de los ejemplos que puso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la semana pasada cuando presentó el incentivo fiscal a la inversión que su Gobierno quiere aprobar como “contrapeso” al impuesto a las grandes fortunas del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Se trata de una deducción del 20% en el tramo autonómico del IRPF para todos los contribuyentes, nacionales o extranjeros, que hayan pasado los últimos cinco años fuera de España y se trasladen a Madrid invirtiendo, no importa la cantidad, tanto en bienes inmuebles como en activos financieros de cualquier tipo. Su objetivo: que crezca el flujo de inversión exterior hacia Madrid, según ha explicado también el consejero de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, pese a que Madrid ya es la comunidad que más dinero extranjero capta, el 61,38% del volumen total atraído entre 1993 y septiembre de 2022, según el Registro de Inversiones Exteriores (RIE) del Ministerio de Industria y Comercio. Preguntada en Las Mañanas de RNE, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, afirmó hace unos días que el incentivo fiscal para inversores anunciado por Ayuso va a beneficiar a "millonarios", y añadió que el ejecutivo madrileño está tratando de buscar cualquier tipo de noticia para que se hable "de otra cosa", mientras lo que hace es "desmantelar" la sanidad y la educación pública.

En los nueve primeros meses de 2022, las cifras más actualizadas del registro, Madrid atrajo 14.534 millones de inversión, lo que representa el 64,7% del dinero captado por todas las comunidades autónomas. El año precedente la cuota madrileña fue superior, el 73,35% y en 2018 acaparó un máximo del 83,6%, cuando canalizó 46.453 millones de euros. En un buen ejemplo de lo que se ha dado en llamar el efecto sede, la razón de ese repunte fue la compra ese año de la concesionaria de autopistas Abertis por parte de Hochtief, la filial alemana de ACS, y la italiana Atlantia, una operación que rozó los 18.000 millones de euros. En octubre de 2017, apenas unos días después del conato de referéndum en Cataluña, Abertis había trasladado su sede de Barcelona a Madrid.

Desde 2018, el volumen de inversión foránea hacia Madrid se ha reducido considerablemente, tras caer un 67,8% en 2019, y aun con una pequeña remontada en 2021, se situaba ese ejercicio todavía un 53% por debajo del récord histórico de 2018. Pese a la pandemia, 2020 tampoco fue un mal año, puesto que las inversiones foráneas en Madrid crecieron un 23,6%, 3.539,5 millones, gracias la compra del operador de telefonía Másmóvil por parte de tres fondos de inversión, Cinven, KKR y Providence, que pagaron más de 5.600 millones de euros por él.

La misma tendencia han seguido las inversiones totales españolas, pero con un descenso menor, del 46% en 2021 respecto a tres años antes.

EEUU, Reino Unido, Luxemburgo, Países Bajos

Según ha explicado Fernández-Lasquetty en una entrevista en El Mundo, el objetivo de la nueva deducción –la séptima desde las elecciones de 2021– es “atraer inversores que no están ahora, particularmente latinoamericanos”. El consejero presume de que Madrid “es como Miami, una gran capital latinoamericana, y hay que aprovecharlo”. La llegada de ricos venezolanos y sus compras de viviendas de lujo y negocios, sobre todo en determinados barrios de la capital, es un hecho cierto. Pero, de acuerdo con las estadísticas de Comercio Exterior, el mayor inversor en Madrid no es Latinoamérica, sino Estados Unidos y Reino Unido. Desde 1993 hasta septiembre de 2022, el flujo bruto de inversión desde ese subcontinente asciende a 40.139,8 millones de euros, mientras que desde las islas británicas, centro financiero mundial, han llegado a Madrid 74.196 millones, casi el doble. El Brexit se notó en 2020, con una caída de la inversión británica en Madrid del 19% respecto al año anterior. Pero el capital del Reino Unido se ha recuperado con brío: en los nueve primeros meses de 2022 ya supera las de todo el ejercicio de 2021 y alcanza la cifra más alta desde 2011.

Desde Estados Unidos el flujo inversor es mucho mayor. Bordea los 98.000 millones de euros. En comparación, el dinero que viene desde China es pequeño, 7.453,6 millones, menos que desde Japón –8.241 millones– y muy por debajo de Rusia, apenas 1.108,4 millones de euros en 30 años.

Estos datos se corresponden con el capital enviado desde ambos destinos considerados como “países últimos” de la inversión; si el foco se coloca sobre los países inmediatamente anteriores a la llegada del dinero a Madrid, es Luxemburgo el principal inyector de financiación en Madrid: 77.208,7 millones de euros. Y en España: 110.675,64 millones de euros. Le siguen los Países Bajos, con 99.323 millones para toda España y 66.203 millones para Madrid. Como se sabe, los flexibles sistemas tributario y societario de ambos territorios conceden muchísimas facilidades a las multinacionales y fondos de inversión para instalarse y dirigir desde allí sus operaciones.

Las inversiones venezolanas se reducen desde 2018

En conjunto, Latinoamérica ha traído más dinero a Madrid que Alemania –23.107 millones– o Francia –36.775,4 millones–. Pero, desglosadas por países, las inversiones de la América hispana deparan algunas sorpresas. No son los ricos venezolanos los más interesados en la capital española, sino el dinero mexicano. Desde 1993 México ha enviado 14.508,7 millones de euros a Madrid, por sólo 2.388,5 millones Venezuela, seis veces más. De hecho, el país gobernado por Nicolás Maduro es sólo el quinto inversor en Madrid, por detrás de Uruguay –5.369,3 millones de euros–, Costa Rica –4.279,6 millones– y Colombia –3.440,2 millones–.

Las inversiones venezolanas, además, no han dejado de caer desde que en 2018 alcanzaron su máximo histórico, 53 millones de euros. Su mínimo fue en 2020, el año de la pandemia, cuando se hundieron en sólo 8,1 millones, para remontar hasta los 15 millones en 2021. En los primeros nueve meses de 2022 apenas habían llegado a 2,29 millones de euros.

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Y, pese a lo que pueda pensarse, las inversiones financieras superan a las inmobiliarias: ascienden a 681,39 millones las primeras y a sólo 160,83 las segundas. Las inmobiliarias con apellido mexicano son muy superiores, puesto que alcanzan los 1.573,9 millones de euros. Desde Panamá se canalizan otros 165,26 millones para adquirir inmuebles. Hay que tener en cuenta que tanto Uruguay como Costa Rica y Panamá tienen la consideración de paraísos fiscales por sus mínimas obligaciones de tributación. Pero de donde más inversiones financieras han llegado a Madrid desde 1993 es de Colombia, con un volumen de 2.472 millones de euros.

Paraísos fiscales: Bermudas y Caimán, a la cabeza

Las estadísticas de Comercio Exterior registran también las inversiones desde paraísos fiscales. Hasta Madrid han llegado 3.116,4 millones de euros desde 1993, el 53,5% de las españolas. Los 5.825,6 millones invertidos desde los 33 territorios que España incluye en esa categoría representan sólo el 0,8% de los más de 736.715 millones de inversión extranjera bruta recibida por España en los últimos 30 años. Desglosándolas, de Andorra han arribado a Cataluña 934 millones de euros, cuatro veces más que a Madrid, pero desde Guernsey se invirtieron en Madrid 495,4 millones, casi 19 veces más que en Cataluña. Desde Jersey, otra isla del Canal de la Mancha, llegaron a la Comunidad madrileña 281,3 millones más. Desde Liechtenstein se inyectaron otros 424,1 millones, casi lo mismo que desde Malta.

Pero los principales paraísos fiscales inversores en Madrid son Bermudas, con 745 millones desde 1993, y las Islas Caimán, con 568 millones. Las Islas Vírgenes Británicas transfirieron 272,2 millones. Pero, sin contar los 1.327 millones aportados por Singapur, la mayor potencia inversora es la de Suiza: 9.251,7 millones.

“Si un gran patrimonio hispanoamericano, harto de las políticas de acoso y derribo y de la asfixia fiscal al que es sometido en su país de origen, quiere salir, se instala en Madrid e invierte un millón en adquirir una participación minoritaria de una empresa madrileña, se ahorrará 200.000 euros en su factura fiscal, que podrá repartir a lo largo de seis años”. Fue uno de los ejemplos que puso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la semana pasada cuando presentó el incentivo fiscal a la inversión que su Gobierno quiere aprobar como “contrapeso” al impuesto a las grandes fortunas del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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