El mercado de trabajo termina reluciente el mes de mayo, en las puertas de la temporada alta de la contratación. A tenor de las cifras tanto de paro como de afiliación a la Seguridad Social, en España hay más ganas de verano que miedo a los efectos económicos de la guerra en Ucrania. De modo que el empleo se sostiene por encima de los 20 millones de cotizantes, cota que alcanzó ya en abril, tanto en cifras estacionalizadas –20.025.089– como sin descontar los efectos del calendario –20.232.723–. Y el paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha bajado de los tres millones de personas por primera vez desde noviembre de 2008. En España quedan aún 2,92 millones de personas sin empleo. En mayo han salido de esa lista 99.512 desempleados, un descenso del 3,29% respecto a abril, pero del 22,7% respecto a hace un año. Desde mayo de 2021 el número de parados ha caído en 858.259 inscritos.
Esa cifra es consistente con el casi millón más de ocupados –965.502— que revelan las estadísticas de la Seguridad Social para el último año. Tras crecer en 213.643 afiliados en mayo, ya hay 539.226 cotizantes más que antes de la pandemia, en febrero de 2020. Este último aumento es el mayor volumen desde 2006. El número de ocupados ganados el último mes está ligeramente por debajo de las mejoras de 2018 –237.000 cotizantes– y 2017 –223.192–, pero supera las de 2019 –211.752–, 2021 –211.923— y por supuesto los de 2020 –97.462–, en pleno confinamiento.
Además, continúa el cambio de tendencia de los contratos, con un aumento de 730.457 nuevos indefinidos, la cifra más alta desde que hay registros, según se encargó de destacar el Ministerio de Trabajo. La reforma laboral ha multiplicado por cuatro el número de contratos indefinidos respecto a los registrados en mayo de 2019. Y si se tienen en cuenta todos los inscritos desde enero, suman 2,49 millones, el triple que en el mismo periodo del año pasado. Mediado el año, los indefinidos representan el 44,52% de los contratos, lo que supone un descenso de 3,66 puntos porcentuales respecto de la cuota de abril, quizá porque aumentan los temporales para la campaña de verano.
La mejora de la calidad del empleo también se deja ver en los registros de la Seguridad Social: los afiliados con contratos indefinidos crecieron un mayo un 16% respecto a 2021, seis puntos más de lo que habían aumentado en abril sobre el año anterior. En total, el 79% de los cotizantes tienen uno de estos contratos, ocho puntos más que antes de la pandemia. Según resalta el Ministerio de Seguridad Social, incluso en la construcción, la hostelería, el turismo y las actividades administrativas se está afianzando el empleo fijo. Otro tanto ocurre con los menores de 30 años, una franja de edad abonado a la temporalidad. El 60% de ellos cuenta ahora con un contrato indefinido, cuando lo habitual era que no superaran el 39%.
Fijos discontinuos y fijos a tiempo parcial, auge
Entre los contratos indefinidos, los fijos discontinuos son los que más han crecido, multiplicando por 13 los que había hace un año. Los de jornada parcial también están en pleno auge, pues se ha cuadriplicado su número en un año. Lo que deja entrever que hacia estas dos modalidades se está trasladando la contratación temporal. Ésta ha caído un 34,5% desde mayo de 2021, obligada por el cambio normativo tras la reforma que entró en vigor en abril.
Aunque el descenso del paro registrado este último mayo es inferior a los 129.378 desempleados que salieron de las listas del SEPE en 2021, supera los datos de ese mismo mes en 2019. La caída se extiende a todos los sectores, desde el 5,9% de la agricultura y el 4,1% de la construcción hasta el 3% de los servicios. También a los menores de 25 años, con un descenso del 38,1% desde mayo de 2021. La Seguridad Social afina más en el desglose y revela que la hostelería es la rama de actividad que más empleo ganó en mayo, 83.427 afiliados, un 6,22%. También en perspectiva anual: un 30,85% –335.758 cotizantes más–. Le siguen la agricultura, con un 3,46%, y las actividades administrativas, con un 1,53%.
El reparto territorial del empleo refleja igualmente la reactivación del sector turístico de cara a la temporada alta. Donde más ha bajado el paro y crecido la afiliación a la Seguridad Social es en Baleares, con una caída del 52% en el número de desempleados en el último año y un aumento de los cotizantes del 24,29%. En Canarias también ha sido significativo el descenso del paro, un 30,2% desde mayo de 2021, y de la afiliación, un 8,28%. En Cataluña, la bajada del número de desempleados es del 27,4% y en Madrid, del 25,4%, con alzas de cotizantes más modestas, del 4,78% y el 5%, respectivamente.
2.000 trabajadores del automóvil en ERTE, 3.711 de agencias de viajes
Transcurridos más de dos años del estallido de la pandemia, aún quedan en ERTE un total de 27.380 trabajadores, pero la mayoría se encuadran en el mecanismo ETOP –causas económicas, técnicas, organizativas o de producción–. Sólo quedan protegidos por causas de fuerza mayor 1.215 asalariados. Otros 3.711 pertenecen a agencias de viajes y están amparados por el nuevo mecanismo RED para sectores en dificultades.
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El mayor número de trabajadores aún en ERTE, pero por causas económicas o técnicas sigue correspondiendo a los hoteles –2.980—y hostelería –2.328–, por delante del transporte aéreo –1.564– y el comercio –1.676– Pero se les han sumado los 2.010 del sector automovilístico, afectado por la rotura de las cadenas de suministro internacionales. Con la salida de los trabajadores de los ERTE, las prestaciones que se les abonan no dejan de descender. En abril –las cifras de prestaciones se publican con un mes de retraso respecto de las de desempleo– el SEPE pagó 47 millones de euros a estos trabajadores con los contratos suspendidos o la jornada reducida. Hace un año, el desembolso se elevaba a 591 millones de euros.
Los sindicatos han aplaudido los buenos datos de empleo de mayo. “Sabemos que una parte de ellos corresponden a la propia estacionalidad, pero no hay ninguna duda de que la reforma laboral ha tenido un impacto muy importante”, sostiene Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CCOO. Para UGT, es “fundamental” que, en un momento en que se crea empleo y con la inflación en cotas muy elevadas, se suban los salarios. “No puede ser que la media de subida salarial sea del 2,4% mientras los precios crecen por encima del 8%, no puede ser que los trabajadores pierdan poder adquisitivo mientras las empresas siguen aumentando sus beneficios”, ha advertido la responsable de Política Institucional de UGT, Cristina Estévez.
Por su parte, la CEOE enfría el optimismo y opta por la “cautela en la valoración del funcionamiento del mercado laboral y de su evolución en los próximos meses”, advirtiendo de la próxima bajada de las previsiones de crecimiento. Aun así, reconoce como “dato más relevante” el alza de la contratación indefinida, que no duda en atribuir a la reforma laboral. Al tiempo, pide que no se introduzcan “elementos que conduzcan a espirales inflacionistas”, en alusión, aunque sin nombrarlos, a los salarios.
El mercado de trabajo termina reluciente el mes de mayo, en las puertas de la temporada alta de la contratación. A tenor de las cifras tanto de paro como de afiliación a la Seguridad Social, en España hay más ganas de verano que miedo a los efectos económicos de la guerra en Ucrania. De modo que el empleo se sostiene por encima de los 20 millones de cotizantes, cota que alcanzó ya en abril, tanto en cifras estacionalizadas –20.025.089– como sin descontar los efectos del calendario –20.232.723–. Y el paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha bajado de los tres millones de personas por primera vez desde noviembre de 2008. En España quedan aún 2,92 millones de personas sin empleo. En mayo han salido de esa lista 99.512 desempleados, un descenso del 3,29% respecto a abril, pero del 22,7% respecto a hace un año. Desde mayo de 2021 el número de parados ha caído en 858.259 inscritos.