MERCADO DE TRABAJO
La Semana Santa y la reforma laboral elevan a 20 millones los cotizantes y al 50% los contratos indefinidos
La conjunción de la Semana Santa y la reforma laboral ha dejado un mercado de trabajo reluciente de cifras positivas, en el inicio de la temporada alta del empleo en España y siempre que no lo alteren las perturbaciones económicas de la guerra en Ucrania, inflación incluida. Los afiliados a la Seguridad Social superaron el último día del mes los 20 millones –20,098 millones, exactamente–, la primera vez en la historia, según se ha encargado de destacar el Ministerio de Inclusión. Al tiempo, el número de parados se ha reducido en un 2,77%: 3,022 millones de personas no tienen un trabajo y se han registrado en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), aunque todavía una cifra considerable también es la menor en un mes de abril desde 2008, antes de que estallara la crisis financiera. Finalmente, los contratos indefinidos continúan la espiral ascendente que comenzaron en enero, y ya con la reforma laboral plenamente en vigor –acabado el periodo transitorio de tres meses– los firmados en abril representan casi la mitad –el 48,2%– del volumen de contratación, por lo que se han cuadriplicado respecto a los registrados hace un año: si en abril de 2021 se suscribieron 164.080 indefinidos, en 2022 han sido 698.646.
Al tiempo, ha descendido el número de contratos temporales, se han firmado 406.717 menos respecto a marzo, una caída del 35,12%. Por ese motivo también se ha reducido el volumen total de contratación, un 13,26% en comparación con el mes anterior. Al extenderse los indefinidos, ya no hacen falta tantos contratos para cubrir un solo puesto de trabajo como antes.
De hecho, también está encogiendo con rapidez la contratación ultrabreve. Los contratos de menos de siete días representan ahora el 28%, mientras que antes de la pandemia alcanzaban el 75,8%. Desde el 1 de enero la Seguridad Social aplica un recargo en las cotizaciones de estos contratos tan cortos, lo que está frenando su uso a tenor de las estadísticas.
Pese a los titubeos que la escalada de los precios energéticos y su arrastre a la inflación, así como la guerra en Ucrania imprimen en la economía, el número de empleos supera en 505.859 personas el de los existentes en febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia. De hecho, el empleo no ha dejado de aumentar durante los últimos 12 meses. Y lo ha hecho en todos los sectores, con una especial voracidad en la hostelería, donde ha crecido un 30,74% desde abril del año pasado –entonces la Semana Santa también cayó ese mes–: ha recuperado 315.216 empleos. Sólo en abril, el sector ha incorporado a 110.000 trabajadores. La Semana Santa también ha tenido su reflejo en el 10,9% en que se ha disparado el empleo en Baleares. En el último año, sólo ha descendido la afiliación en la banca y los seguros, con una caída de 8.802 cotizantes, un 2,78%.
Menos parados en todos los sectores y comunidades autónomas
La evolución de las cifras del paro corre pareja a las de empleo: todos los sectores han mejorado su desempeño en abril, con un descenso de casi el 3% en el sector servicios y la construcción, y de un 6% en la agricultura. Entre los menores de 25 años, la caída del paro ha sido del 4,7% respecto a marzo. Por comunidades autónomas, también ha sido Baleares la que más ha bajado su número de desempleados, un 15,3% en el mes y casi un 49% en comparación con abril de 2021. Canarias tiene ahora un 29,6% menos parados que hace un año. En los descensos mensuales, a Baleares le siguen Andalucía y Extremadura –con una caída del 4%– y Cantabria –un 3,22%–.
El empleo está mejorando por sus números y también en calidad, con un aumento de los contratos indefinidos que ha convertido el 3% de los registrados en la agricultura el pasado diciembre hasta el 50% actual, y el 23% de los firmados en la construcción hasta el 74% de abril. Son dos sectores donde el empleo temporal era parte de la norma.
Este claro giro en los contratos tiene su reflejo en las cifras globales de empleo que proporciona la Seguridad Social, de modo que el número de afiliados con contrato indefinido alcanza el 77%, seis puntos por encima de los registros anteriores a la pandemia. Ahora hay 900.000 cotizantes más con contrato fijo que antes del coronavirus, de los cuales 233.000 son fijos discontinuos, la figura que la reforma laboral quiere incentivar en sustitución de buena parte de los temporales. Así, en abril se han firmado 238.760 fijos discontinuos, un 125% más que el mes anterior y casi 14 veces más que en abril de 2021.
18.750 trabajadores en ERTE
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Finalmente, trabajadores protegidos por un ERTE quedan 18.750, de los cuales 17.613 tienen la jornada reducida o el empleo suspendido por causas objetivas –económicas, organizativas, de producción— mientras que el resto son aún por culpa del covid. Como consecuencia del continuado descenso del uso de estos mecanismos públicos, el SEPE ha pagado en marzo –los datos de prestaciones se publican con un mes de retraso respecto de los de paro— 72 millones de euros en ayudas a los trabajadores afectados. Hace un año, las prestaciones ascendían a 655 millones.
Tanto CCOO como UGT han destacado el “dato histórico” del aumento de los contratos indefinidos y se han felicitado por que la reforma laboral esté resultando efectiva. Ambos sindicatos saludan las cifras positivas tanto en afiliación –los más de 20 millones de cotizantes— como de reducción del paro a casi tres millones de personas, pero advierten al mismo tiempo sobre las incertidumbres aparejadas a la invasión rusa y las presiones inflacionistas, que pueden “causar una ralentización económica y afectar a la creación de empleo”, en palabras del secretario general de CCOO, Unai Sordo.
A la CEOE las cifras de abril le parecen “positivas”, aunque la patronal también llama a la “cautela” por las incertidumbres y al escenario internacional. “La evolución de los datos podría variar en función del crecimiento económico, cuyas expectativas se han corregido a la baja”, advierte, e insta a evitar espirales inflacionistas. Además, los empresarios valoran el aumento de la contratación indefinida: “Constituye un buen indicio de los efectos de la reforma laboral en la pretensión de avanzar hacia una mayor estabilidad en el empleo”.