Economía
Los retos de una España con el paro más bajo en 16 años: precariedad, empleo femenino y mayores de 45
Empleo y datos positivos se anudan desde hace más de cuatro años en España, como remarcan desde el Gobierno. Pero aún quedan áreas de sombra mejorables. El número de personas registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) descendió por sexto mes consecutivo el pasado julio en 10.830 personas con respecto a junio, hasta los 2.550.237, el mes con menos desempleo desde 2008, hace 16 años. El país ha encadenado 51 meses seguidos creando puestos de trabajo.
En comparación interanual, el paro acumula una caída de 127.637 personas (4,77% menos), hasta las 2.550.237 y se acerca a la barrera de los 2,5 millones de parados por sexto mes consecutivo, según información del Ministerio de Trabajo. El descenso se concentró en especial en el sector servicios, con 6.591 personas menos en las colas del paro, seguido del colectivo sin empleo anterior, con 2.924; la agricultura, con una bajada de 1.534 desempleados; y de la industria, con 289 menos. La única subida se dio en la construcción, con 508 personas más.
Además, el desempleo se rebajó en julio en 6.459 mujeres, su mínimo desde octubre de 2008; y entre los jóvenes menores de 25 años en 210, ámbito que suma 39 meses de bajada. El total marcó un nuevo mínimo histórico de 174.926 personas.
Si bien el número de afiliados a la Seguridad Social bajó en julio en 9.783, la ocupación se situó en una media de 21.383.106 personas, tras registrarse un retroceso del empleo en la agricultura, a la luz de los datos facilitados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La afiliación muestra que, en el Régimen General, se perdió empleo en la educación (122.551 afiliados menos, mientras el año anterior fueron 115.000), como suele ocurrir por la finalización de contratos o los despidos al acabar el curso escolar. Pero aumentó la ocupación en las actividades sanitarias y servicios sociales (49.133 afiliados más), el área que más trabajo generó, seguida por el comercio (44.443 más). En julio se expandió el empleo entre los hombres en 52.572 personas, hasta un global de 11,3 millones de afiliados, pero se recortó entre las mujeres, en 62.356, lo que colocó la cifra de afiliadas algo por encima de los 10 millones, un 47,01% del conjunto, que es el porcentaje más bajo desde agosto del pasado año.
El número de trabajadores autónomos se redujo en julio en 4.973 personas, hasta los 3,38 millones, arrastrado sobre todo por la educación. Y respecto a los contratos, cabe señalarse que ascendieron a 1.521.516 en julio, el 38,7%, algo más de 589.000, fueron indefinidos.
Sin apartar la lupa de la afiliación, de los en torno a 16 millones de ocupados ligados al Régimen General, el 75% son indefinidos permanentes, hay alrededor de un 14% que lo son a tiempo parcial y un 5% de fijos discontinuos. “Dentro de ese 19% -de los no indefinidos- no podemos esconder que ahí se evidencia cierta precariedad, no todo y en todos los casos, pero sí fundamentalmente porque la parcialidad suele ser involuntaria y está muy femenizada. Son sobre todo mujeres que no pudiendo encontrar un contrato a jornada completa, tienen que conformarse con uno a tiempo parcial, con menos horas y por tanto menos salario, con las repercusiones que tiene esto”, admite Carlos Gutiérrez, responsable de Estudios y Formación Sindical de CCOO. "Y el fijo discontinuo -hilvana-, es un contrato que pretende cubrir la estacionalidad de nuestro modelo o estructura productiva, con la mayor calidad posible y cierta estabilidad dentro de la temporalidad que supone".
A su juicio, las zonas periféricas de precariedad que todavía resisten en el mercado de trabajo español se explican en esencia “por el fraude y por la estacionalidad”, que se aprecia en sectores como el turismo, pero igualmente “en educación, por ejemplo. Se ve en los datos de julio, 126.000 afiliados menos, que esconden estacionalidad y fraude en la contratación”, remarca, para añadir: “Y eso no se arregla con una reforma laboral, sino con otro tipo de medidas de política económica y demás”.
Retos pendientes
Con todo, Gutiérrez subraya que desde 2019 “se han creado casi dos millones de empleo gracias a la reforma laboral. En términos generales, el mercado de trabajo está respondiendo bien en un entorno bastante complejo, aunque con deficiencias", por lo que entiende que "habría que provocar mejoras en el modelo productivo”. ¿De qué tipo? “Caminar hacia uno con menos estacionalidad y con sectores de mayor valor añadido. Además tenemos el reto ahora de cómo hacer descender el paro de forma más rápida, porque se empieza a observar en la EPA una cierta ralentización, y de llegar al pleno empleo en los próximos años, a medio plazo. Está al alcance de la mano, si se hace todo bien y se llevan a cabo políticas económicas de dinamización y transformación”, enumera. “Está ahí y para España sería muy importante y se vincula con que el paro sigue siendo uno de los grandes problemas que percibe la sociedad”, cierra.
Para Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, “aunque el comportamiento del mercado laboral español es completamente distinto desde la reforma laboral de 2021, los colectivos menos favorecidos, con más dificultad para encontrar un puesto de trabajo y con mayor precariedad, siguen siendo los mismos: mayores de 45 años, parados de larga duración, y las mujeres, que representan el 60,4% de las personas en desempleo”. De ahí que inste al Gobierno a “actuar urgentemente fortaleciendo las políticas activas del mercado de trabajo destinadas a favorecer la inserción laboral exitosa de ese colectivo”. Comparte con Gutiérrez la existencia de bolsas de fraude y defiende que “es el momento de proteger el contrato de trabajo dificultando, de acuerdo a lo que acaba de resolver el Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS), el despido arbitrario, ilegal e injusto o improcedente, mediante la introducción de una indemnización que sea disuasoria para el empleador incumplidor, que resarza a la víctima del daño causado y que recupere los salarios de tramitación”. “Proteger el contrato de trabajo también es impedir extinciones injustas”, remata.
Del lado de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ponen el foco, asimismo, en la “desaceleración” en la creación de empleo, para apuntar que en ella “pueden estar incidiendo factores como el aumento de los costes empresariales y la incertidumbre regulatoria", en un mes en el que "tradicionalmente" crece el empleo, "al coincidir con la temporada estival y el efecto tractor de las actividades vinculadas al turismo”. De hecho, la organización empresarial ha reclamado, vía nota de prensa, el fin de los "continuos anuncios" de cambios normativos por parte del Ministerio de Trabajo, con el objetivo de poder frenar esa pérdida de ritmo.