El salario mínimo ha crecido un 61% desde 2018 frente al 14,6% de los años de Rajoy

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, durante la firma del acuerdo de subida del SMI.

El salario mínimo interprofesional (SMI) tiene un recorrido de 62 años en España. El primero se fijó en 1963 y era de 1.800 pesetas mensuales (unos 10 euros). Desde entonces, hasta los 1.184 euros que se aprueban este martes en el Consejo de Ministros, han ido pasado gobiernos de todos los colores y sucesivas crisis económicas que han moldeado su evolución de manera desigual. Si se observan los datos disponibles en el Ministerio de Trabajo, el primer registro que aparece es en 1980, cuando los trabajadores españoles cobraban el equivalente a 136,8 euros al mes. Sin embargo, la subida más acentuada de la serie, tuvo lugar entre 2018 y 2019, cuando este importe aumentó un 22,3%, desde los 735,90 euros, hasta los 900 euros brutos al mes bajo el gobierno socialista. Una vez se confirme la nueva subida, el sueldo base habrá crecido un 60,8% en los últimos siete años. En la legislatura anterior, a cargo de Mariano Rajoy, lo hizo un 14,6%.

El SMI es la retribución mínima legal que un trabajador puede percibir por una jornada completa de trabajo. Se concibe como una herramienta que trata de mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, facilitando que una persona con empleo pueda mantener un nivel de vida digno. Si se mira la evolución de los precios en España entre 2018 y 2024, el Instituto Nacional de Estadística apunta que han crecido en un 19,7%. En ese mismo periodo, los salarios mínimos han crecido un 54% sin contar la última subida, ya que aún no se ha hecho efectiva para los trabajadores. Esto ha supuesto una ganancia de poder adquisitivo en este colectivo de trajadores y ha compensado, en parte, el encarecimiento de la vida para quienes menos ganan.

En España ha habido sucesivas reformas para ajustar esta retribución. De hecho, en la última década pueden contarse hasta doce, acometidas tanto por gobiernos del Partido Popular como socialistas. Sin embargo, desde 2018, la curva de aumento se ha hecho más pronunciada, llegando a crecer un 8% en 2023. Por otro lado, durante los gobiernos de Mariano Rajoy, entre 2011 y 2018, la retribución mínima solo se elevó un 14,6% (hasta los 736 euros). Fue en esta legislatura, concretamente en junio de 2012, en la que se solicitó a la Unión Europea el rescate financiero para sanear la banca y se acometió un ciclo de recortes. Además, tanto en 2012 como en 2014, se congelaron las subidas, prorrogándose las cuantías de años anteriores.

El último capítulo de esta serie tiene lugar este martes, cuando el Consejo de Ministros aumentará el SMI un 4,4%, desde los 1.134 euros que estaban vigentes en 2024 hasta 1.184 euros. Este importe tendrá además efecto retroactivo, por lo que empezará a cobrarse desde el 1 de enero de este año. Si se observa la evolución en la última década, el porcentaje de aumento se eleva hasta el 80%, desde los 648 euros que se cobraban en 2015. Otro dato interesante es que se han necesitado 17 años para que el mínimo que un trabajador puede cobrar a jornada completa se doble: en 2008, el SMI era de 600 euros, por lo que ahora mismo estaríamos un 97% por encima.

En el proceso de negociación, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha acordado esta cuantía con los sindicatos, pero no con las patronales CEOE y Cepyme, que se descolgaban del acuerdo alegando que comprometería la viabilidad de muchas empresas. De hecho, el incremento propuesto por el Ministerio de Trabajo se queda por debajo de la propuesta de los sindicados —que pretendían llevar la retribución hasta los 1.200 euros mensuales— y por encima de las patronales, que apuntaban hacia un aumento de solo el 3,4%, un punto porcentual por debajo de la propuesta final (4,4%).

En el acto de firma del acuerdo con los secretarios generales de CC OO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, la ministra ha defendido la subida del SMI como una “herramienta clave para reducir la desigualdad y la pobreza laboral” y para “elevar el conjunto de los salarios del país”. Ambos representantes han afeado a la patronal su postura y también han pedido que se renegocien los convenios para cumplir con el nuevo estándar.

Por otra parte, Unai Sordo, ha señalado que con la modificación del salario mínimo se beneficiarían más las mujeres (el 15% de ellas, frente a un 8,5% de los hombres). En cuanto a los jóvenes, ha apuntado que el 17% de los menores de 34 años verán mejorar su retribución. Los sectores en los que más se notará serán el comercio, la hostelería y la agricultura.

Aplicar IRPF al salario mínimo

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Pepe Álvarez también ha insistido en la necesidad de dejar exenta de IRPF la retribución mínima. “Visto lo visto, habrá que pensar que la progresividad del IRPF castiga más a los que menos tienen”, apuntó en la rueda de prensa posterior a la firma. Hasta ahora, el salario mínimo ha estado siempre exento, ya que Hacienda modificaba los tramos para aquellos empleados con nóminas en el suelo legal. Ahora, en cambio, esta medida está en el aire y desde el Ministerio que dirige María Jesús Montero, no se han mostrado partidarios de llevarla a cabo.

Se estima que en España cobran SMI alrededor de 2,5 millones de personas, según los cálculos del Gobierno. Además, ya llegarían, con la nueva subida, al 60% del salario medio. Esto supone una cantidad importante en términos de recaudación, pero Trabajo también se ha mostrado a favor de reorganizar los tramos de cotización para que los trabajadores con SMI no paguen IRPF. En el cruce de declaraciones, Montero pedía que se “hiciera hincapié en la pedagogía fiscal” y aludía a la obligación de los ciudadanos de “contribuir de forma justa al pago de sus impuestos”, Yolanda Díaz, en cambio, señaló que la “justicia fiscal” debería “empezar por arriba y no por abajo”.

A la espera de una decisión definitiva en este punto, cuando se apruebe, los trabajadores tendrán que ver compensado el desfase temporal en sus nóminas, ya que tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero. Por otro lado, el nuevo salario base se hará efectivo una vez salga publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

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