LOS ABUSOS DE LA BANCA
UGT denuncia que los trabajadores del Banco Santander hacen 30.000 horas extra ilegales al día
Los ciudadanos de Sao Paulo, en Brasil, pudieron ver antes de Navidad una imagen muy poco frecuente en España: una protesta de trabajadores del Banco Santander a pie de sucursal. Denunciaban a la primera entidad financiera española por acoso moral. Los objetivos comerciales “exagerados y abusivos” impuestos a la plantilla han deteriorado el clima de trabajo y acabado con la salud de algunos de los empleados. En Brasil, el Santander obtiene el 20% de su beneficios, tantos como en Reino Unido y seis puntos más de los que consigue en España. “Presionan a los comerciales para que vendan lo que es invendible”, explican fuentes de UGT. Esas prácticas abusivas, aseguran, no son más que una copia de las habituales en España. También sus consecuencias.
El sindicato denuncia que en el Banco Santander sus trabajadores hacen 30.000 horas extra diarias. Que no se pagan a la plantilla ni cotizan a la Seguridad Social ni tributan por el IRPF. Según el Estatuto de los Trabajadores, son ilegales todas las horas extraordinarias que superen las 80 anuales. La entidad que dirige Ana Patricia Botín no declara hacer ni una sola hora extra. Así que UGT ha presentado más de un centenar de denuncias ante la Inspección de Trabajo, muchas de las cuales han terminado con la correspondiente sanción. Sin embargo, “el banco paga las multas y continúa con las prolongaciones de jornada”, se queja el sindicato.
El Santander ha obtenido 4.361 millones de euros de beneficios en los tres primeros trimestres del año, un 31,7% más que en el mismo periodo de 2013. Las horas extra realizadas por su plantilla en un solo día equivalen a la jornada anual de 18 trabajadores, cuyas nóminas se ahorra la entidad. Según los cálculos de UGT, unos 15.000 de los 23.602 empleados del Santander prolongan sus horarios. “No da tiempo a hacer todo el trabajo de ocho a tres y media, así que lo normal es continuar de cinco a ocho de la tarde, y sin remunerar”, protesta el sindicato. “Es un fraude no sólo al trabajador, sino también a la Seguridad Social y la Hacienda Pública”. infoLibre ha intentado, sin éxito, recabar la opinión del banco sobre la denuncia sindical.
El 77% hace horas extra sin remunerar
Santander es el primer banco de España y uno de los primeros del mundo. Pero, al igual que el resto del sector financiero nacional, ha sufrido una cura de adelgazamiento brutal durante la crisis. Tras la integración con Banesto en 2013, la plantilla se ha reducido en 3.000 personas gracias a un generoso plan de prejubilacionesla plantilla se ha reducido a partir de los 58 años –de los 55 años en Madrid– y a otro de bajas incentivadas. Ha cerrado 900 oficinas en un año. “Han menguado las plantillas, pero no el número de clientes”, advierten las fuentes de UGT. El recorte de personal, sumado a unos objetivos comerciales inalcanzables, destacan, han disparado el número de horas extra. Por otra parte, un mal histórico del sector: “No son necesarias, responden a la cultura del presentismo y de estar disponibles al máximo”.
Ésa es una de las conclusiones de una encuesta elaborada por UGT entre trabajadores de banca. El 77,67% de los preguntados declaraba hacer horas extra. El 40,34% de ellos, por culpa del exceso de trabajo, y otro 34,5%, por presiones de sus superiores. Según un estudio de CCOO sobre el mismo asunto, las horas extra en el sector financiero se han disparado un 47% sólo en el primer trimestre del año respecto a 2013.
CCOO calcula que en toda la banca española se hacen 57 millones de horas extra ilegales, que suponen un ahorro en salarios para las entidades financieras de 8.600 millones de euros. Y una pérdida de cotizaciones para la Seguridad Social de otros 2.300 millones. UGT cifra en 25.249 el número de puestos de trabajo al que equivalen las horas extra ilegales de la banca española. De ellos, se pueden considerar déficit real de plantilla entre 10.000 y 14.600.
Plantillas mermadas por los ERE, ampliación de horario comercial
Desde 2008, el sector financiero ha perdido 63.500 puestos de trabajo y cerrado 12.000 oficinasel sector financiero ha perdido 63.500 puestos de trabajo. Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) han superado la decena. Entre ellos, destaca el más voluminoso de la crisis, los 4.500 despidos de Bankia. Pero también ha recortado su plantilla en 1.537 personas el Banco Sabadell, y en 2.349 Catalunya Caixa. Novagalicia, hoy Abanca tras su compra por el venezolano Banesco, firmó en 2013 un ERE para 1.850 trabajadores, pero desde la fusión de Caixanova y Caixa Galicia los sucesivos despidos colectivos han dejado la plantilla en la mitad de sus 8.000 empleados iniciales.Caixabank (2.900 trabajadores) y Banco Ceiss (1.230) son otras entidades cuyos ERE han superado el millar de despidos.
Claro que, a continuación, Bankia decidió abrir “oficinas ágiles” para atender a los clientes con horario ininterrumpido hasta las seis de la tarde. Y Abanca acaba de firmar un acuerdo con parte de los sindicatos para abrir sus sucursales en horario de tarde, hasta las siete. Mientras, resaltan las fuentes de UGT, lo habitual en cualquier oficina es encontrar colas de clientes esperando ante el único empleado que atiende la caja, por ejemplo.
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Estrés, medicamentos, sin conciliación familiar
No es de extrañar, pues, que hasta el 68% de los trabajadores encuestados por UGT confiesen que padecen estrés. Casi el 75% rechaza los objetivos que les marca la dirección por inalcanzables. Y el 64% ha advertido que la “actitud negativa de los clientes” –por los abusos de la banca, a la que culpan de la crisis, y por las ayudas económicas recibidas por algunas entidades– ha aumentado e influye en su trabajo. El 30% de los empleados culpa a la presión de los jefes de su estrés laboral. Otro 23%, a esos objetivos tan poco creíbles, y un 21%, al excesivo volumen de trabajo. CCOO revela que entre el 15% y el 20% de los empleados de banca se medica de forma habitual. Y por si fuera poco, UGT asegura que los bancos están utilizando el absentismo laboral como motivo para ejecutar despidos disciplinarios y adelgazar aún más las plantillas.
El sindicato precisa que en las horas extra ilegales no incluyen ni las reuniones convocadas fuera de horario ni las horas de formación. Por lo que no es de extrañar que cunda el ejemplo de una trabajadora de Bankia. Convocada por sus jefes a una reunión a las cinco de la tarde, acudió con su hijo de cuatro años y lo sentó en una silla junto a ella, en la misma mesa donde debatía con sus superiores. A la espera de que alguno de ellos captara los perjuicios de su “cultura horaria”.