'Desmasculinizar' la federación y destitución de altos cargos: la primera gran victoria de las jugadoras

Las jugadoras de la selección comienzan a recoger los frutos de su lucha. Las tensas negociaciones que se han producido en las últimas horas han tenido resultados. Este miércoles, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha confirmado una revisión radical e inmediata de la estructura, cuya primera consecuencia ha sido la destitución de su secretario general, Andreu Camps. Horas antes, la entidad anunciaba un cambio simbólico: el fin de la distinción entre la selección masculina y femenina de fútbol. "Queremos que suponga un cambio de concepto, y el reconocimiento de que el fútbol es fútbol, lo practique quien lo practique", explicó el presidente de la comisión gestora, Pedro Rocha.

Si algo pedían las jugadoras, más allá de cambios puramente estéticos, era una profunda reforma de la estructura. Así lo señalaron en el comunicado publicado el viernes pasado, en el que expresaban su renuncia inicial a la selección: demandaban entonces una reestructuración del organigrama del fútbol femenino; también del gabinete de la Presidencia y de la Secretaría General; de la dirección de Integridad y del área de Comunicación y Márketing. No conformes con eso, las futbolistas querían la "dimisión del presidente de la RFEF", en referencia a Pedro Rocha, que sustituyó a Luis Rubiales.

Una reunión de madrugada y cambios inminentes

La reunión celebrada durante la madrugada del miércoles entre las jugadoras y la federación, con la mediación de Víctor Francos, presidente del Consejo Superior del Deporte (CSD), ha posibilitado el éxito de sus reivindicaciones y ha emergido como el punto de partida para fraguar la primera gran victoria de las futbolistas.

En un comunicado emitido este miércoles al filo de las 19:30 horas de la tarde, la federación afirmó ser "consciente de la absoluta necesidad de iniciar una nueva etapa". El escrito expresa el apoyo unánime a Jenni Hermoso y a las jugadoras, pero también aborda la polémica decisión de la seleccionadora, Montse Tomé, de convocar a las jugadoras que habían previamente explicitado su rechazo a formar parte de la selección. "En ningún momento ha sido intención de la RFEF aportar más ruido y presión a las jugadoras. En este sentido, la RFEF lamenta profundamente que así se haya considerado por la forma elegida para la convocatoria para los próximos partidos".

La federación apuntaló mediante el texto su "compromiso público de realizar cambios estructurales", respetando los "criterios de buena gobernanza, transparencia e igualdad". Y la primera gran medida en ese contexto llegó poco después, cerca de las 21:00 de la noche del miércoles. La federación "ha prescindido hoy de los servicios del secretario general, Andreu Camps. A partir de este momento, y en este tiempo de transición hasta la finalización del proceso electoral, sus funciones serán asumidas por la directora del gabinete de la Presidencia, Elvira Andrés, en el ámbito representativo como secretaria de los órganos de gobierno y representación de la federación. Asimismo, las funciones ejecutivas las asumirá Alfredo Olivares, actual director de Competiciones".

El de Andreu Camps era el principal nombre que los distintos medios especializados habían ido deslizando a lo largo del día y su destitución es la respuesta lógica a las demandas de las futbolistas. Pero todos los pronósticos reseñan que no será el único. El diario Relevo cita, como próximas salidas, la de Ana Álvarez, directora de Fútbol Femenino; Rafael del Amo, presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino; Pablo García Cuervo, director de Comunicación; Rubén Rivera, director de Márketing y Javier Gómez Matallanas, portavoz de la federación.

Hacia la igualdad real

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Fuentes del Consejo Superior de Deportes confirman, a preguntas de infoLibre, que el compromiso rubricado tras la reunión de la madrugada del miércoles tiene diversas aristas. En primer lugar, la constitución de una comisión mixta conformada por el propio consejo, la federación y las jugadoras. "Esa comisión trabajará en el desarrollo de la Ley del Deporte en lo que respecta a las políticas públicas de igualdad y avances en igualdad salarial y en calidad de infraestructuras", señalan las mismas voces. Es, este último, otro de los grandes propósitos: la implantación de la igualdad real en el seno de la federación. Un objetivo por el que las jugadoras llevan peleando no sólo en el último mes, sino desde que quince de ellas iniciaran sus protestas el pasado año.

El desarrollo reglamentario de la nueva Ley del Deporte contempla cinco reglamentos y la orden por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas, subrayan las mismas fuentes. El compromiso alcanzado pasa por introducir la igualdad como criterio rector en la aplicación de la ley. Por ejemplo, en lo que respecta a los procesos electorales. "Se garantizará que la representatividad de las asambleas se ajuste a la ley orgánica 3/2007 [la Ley de Igualdad], con una presencia equilibrada de hombres y mujeres. Esto corregirá la masculinización de los órganos federativos". Y por otro lado, precisan las mismas voces, "se acelerará la implantación de las políticas contempladas en la ley".

En el encuentro con las jugadoras, Víctor Francos garantizó igualmente que ninguna sanción caería sobre las futbolistas que expresaran su voluntad de abandonar la concentración. La fórmula utilizada sería, sencillamente, la de desconvocar a las afectadas para evitar consecuencias de ningún tipo. Así ocurrió con dos jugadoras: Mapi León y Patri Guijarro. Este miércoles, ambas abandonaron la concentración de la selección, por no estar preparadas "mentalmente" para volver al equipo. "No han sido las maneras ni las formas" de gestionar su regreso, lamentaron. Ambas forman parte del grupo de las quince que desde hace un año dieron un paso al frente para denunciar las grietas estructurales que atraviesan a la federación y que hoy, parece, empiezan a ser enyesadas.