Igualdad se pone de perfil y evita cesar a la directora del Instituto de las Mujeres por la polémica de los contratos

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Enero de 2024. Podemos, Junts, PNV y Bildu exigen el cese inmediato de la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García. Así lo demanda también el socio de Gobierno, Sumar. El motivo: las declaraciones tránsfobas expresadas por la socialista en redes sociales, antes de su nombramiento. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, decide apostar por ella y mantenerla en el cargo. Hoy, las peticiones de cese vuelven a llamar a la puerta del ministerio, pero esta vez nada tienen que ver con declaraciones o posiciones políticas: lo hacen por haberse beneficiado de supuestos concursos amañados para la gestión de puntos violeta y otras actividades.

El escándalo saltó este miércoles, a cuenta de la información publicada por el diario El Español. La directora del Instituto de las Mujeres habría obtenido junto a su pareja, Elisabeth García, alrededor de 64 contratos de ayuntamientos socialistas a través de adjudicaciones directas para el desarrollo de actividades vinculadas a la promoción de la igualdad. Según la información recogida por ese mismo periódico, desde mediados del 2022 la facturación de la directora y su pareja sobrepasó los 250.000 euros, a través de sus dos sociedades: Elig Consultoría de Igualdad y Diversidad e IMBER Consultoría de Igualdad. Ninguna de las dos empresas tiene empleados dados de alta, sino que se nutren del trabajo voluntario para la gestión de puntos violetas, siempre según la información de El Español.

Pero si algo ha ocupado titulares, es el supuesto "amaño de dos concursos" en la localidad de San Fernando de Henares (Madrid) por valor de 23.000 euros y cuando Isabel García ya ocupaba el cargo de directora del Instituto de las Mujeres. En este caso, la forma de proceder fue "presentar tres empresas a los concursos públicos con ofertas similares, pero con una sensiblemente inferior económicamente", relata la noticia, para así asegurarse la adjudicación. Las sociedades que se presentaron fueron las dos gestionadas por la directora del organismo y su compañera, a las que se sumó una tercera "sin actividad alguna, pero cuyo correo de contacto es uno personal de Isabel García". Esa tercera empresa pertenece a María Tato, directiva de la Real Federación Española de Fútbol, según revela El Español. Tato ha asegurado que nunca autorizó dicha operación, cuya existencia conoció por los medios. Este mismo jueves, la empresaria denunció los hechos ante la Policía Judicial.

A la publicación de la primera noticia le siguieron horas de inexplicable silencio. Y ante las primeras voces críticas, la ministra habló: "Voy a pedir explicaciones y voy a escucharla", aclaró interpelada por la prensa. El miércoles concluyó sin novedad alguna y a última hora del día el equipo de la ministra permaneció instalado en una suerte de calma tensa: "No hay novedad", decían fuentes del departamento entrada la noche.

Las explicaciones de Isabel García

Hubo que esperar al día siguiente para que la directora del organismo se pronunciara. Fue al filo de las 11:20 de la mañana, a través de un comunicado en redes sociales en el que aseguró tener "la conciencia tranquila" y la "certeza de haber hecho las cosas bien". 

En su defensa, Isabel García asegura que su situación profesional cumple escrupulosamente con la legalidad vigente. Una vez en el cargo y tras consultarlo con la Oficina de Conflicto de Intereses, la directora rebajó el porcentaje de propiedad sobre las compañías que comparte con su cónyuge hasta un 8%, con el propósito de cumplir con la Ley reguladora de los conflictos de intereses. Igualmente, García matiza que desde entonces es su compañera quien asume la gestión exclusiva de ambas empresas.

En el texto, la directora del Instituto de las Mujeres evita sin embargo hacer referencia alguna a los dos concursos de San Fernando de Henares.

Según ya publicó El Español el miércoles, la actual directora del organismo ajustó su situación profeisonal vendiendo parte de sus participaciones a su pareja, una venta que se produjo en marzo, más de dos meses después de haber llegado al cargo. En cualquier caso, la Ley 3/2015 reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, considera intereses personales "los intereses familiares, incluyendo los de su cónyuge o persona con quien conviva en análoga relación de afectividad y parientes". 

Peticiones de cese y silencio del ministerio

Poco después de la publicación del comunicado, la ministra se limitó a pedir "tiempo", "paciencia" y "humanidad". "Vamos a darle el tiempo que necesita para que pueda explicarse", señaló ante los medios de comunicación. infoLibre ha preguntado a su departamento si da por zanjado el asunto con la publicación del comunicado, pero las voces consultadas se limitan a las declaraciones de Ana Redondo.

Las críticas no se han hecho esperar y son tajantes. "La directora del Instituto de las Mujeres nunca debió ser nombrada. La transfobia es injustificable; usar una institución trascendental en la lucha contra las discriminaciones para el enriquecimiento personal, también. Debe ser cesada de inmediato", publicó en redes sociales la cuenta oficial de Sumar. Elizabeth Duval, miembro de su dirección interina y secretaria de Comunicación, añadió el mismo jueves que "es grave poner en peligro instituciones de protección a las mujeres víctimas de violencia de género. Es injustificable el enriquecimiento personal con una cuestión tan seria. Y es inexcusable la transfobia. Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres, debe ser cesada".

La exministra de Igualdad y actual eurodiputada por Podemos, Irene Montero, también ha pedido la expulsión de la directora y ha insistido en subrayar que "no es más grave la corrupción que la transfobia". Ione Belarra, diputada y secretaria general de Podemos, ha tachado de "escandaloso y tremendamente doloroso ver en qué han convertido el Ministerio de Igualdad este último año. El presidente debe cesar a la directora del Instituto de las Mujeres. Están haciendo un daño irreparable al feminismo", ha zanjado.

Por su parte, la senadora Carla Antonelli se expresó en la misma línea el miércoles y un día después añadió su oposición a la continuidad de Isabel García en el cargo: "Delirio es que siga siendo directora del Instituto de las Mujeres".

Envuelta en la polémica desde el principio

El uso del término "delirio" por parte de la histórica activista trans tiene una intencionalidad clara. Isabel García llegó al Instituto de las Mujeres envuelta en polémica por sus posicionamientos contra la Ley trans en los últimos años, a través de diversos mensajes en redes sociales. A principios del año pasado llegó a afirmar públicamente que "las mujeres trans no existen", sino que se trata de "transexuales y punto". Asimismo, en octubre de 2019 subrayó: "La teoría queer avanza sin descanso con el único objetivo de perpetuar el heteropatriarcado y borrar a las mujeres de lo político". En otros mensajes había utilizado el hashtag #stopdeliriotrans para criticar que Podemos lograra "en tiempo récord dividir al movimiento feminista y al colectivo LGTBI".

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Preguntada respecto a las polémicas declaraciones, muy criticadas en su día por distintos partidos políticos y colectivos sociales, la ministra Ana Redondo declaró a infoLibre lo siguiente: "Yo elegí a Isabel por un curriculum de compromiso vital y profesional con la igualdad. No estoy en redes sociales, nunca he querido estar. Lo que se dice en redes sociales, me parece que se dice de una forma demasiado liviana, con poco sentido del peso de lo que está diciendo y de cómo va a permanecer en la historia. Pero como no estoy en redes, ni lo valoré, no tuve conciencia".

En 2015, Isabel García fue designada diputada de Igualdad, Juventud y Deportes de la Diputación de Valencia, cargo que ocupó simultáneamente con el de concejala de Igualdad y Comercio del Ayuntamiento de Xirivella (Valencia) hasta julio del 2019. Creó la Red de Municipios contra la violencia de género de la provincia de Valencia, premiada por el Ministerio de Igualdad, dirigido entonces por Irene Montero, en el año 2022, y el Feminario de Valencia, espacio de debate feminista de ámbito nacional, así como el Congreso Internacional de Mujeres y Deportes.

Tal y como recoge su biografía oficial, publicada en la web del Instituto de las Mujeres, fue asesora del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, con José Luis Ábalos al frente, entre los años 2019 y 2022. A partir de ese año, y hasta su llegada al organismo dependiente del Ministerio de Igualdad, dedicó su actividad a la labor de consultoría de políticas de igualdad en el sector privado. En ese periodo de tiempo se habrían producido las presuntas irregularidades por las que está estos días, una vez más, en el punto de mira.

Enero de 2024. Podemos, Junts, PNV y Bildu exigen el cese inmediato de la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García. Así lo demanda también el socio de Gobierno, Sumar. El motivo: las declaraciones tránsfobas expresadas por la socialista en redes sociales, antes de su nombramiento. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, decide apostar por ella y mantenerla en el cargo. Hoy, las peticiones de cese vuelven a llamar a la puerta del ministerio, pero esta vez nada tienen que ver con declaraciones o posiciones políticas: lo hacen por haberse beneficiado de supuestos concursos amañados para la gestión de puntos violeta y otras actividades.

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