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El feminismo vuelve a tomar la calle contra la violencia machista: "No tenemos miedo, tenemos rabia"

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"La culpa tiene que cambiar de bando. Y no vamos a parar hasta conseguirlo", explica María Jesús, de 63 años, que ha participado este lunes en una de las manifestaciones del 25N en Madrid. "Una vez más, las feministas salimos a denunciar que nos están asesinando, pero no nos van a callar. Estamos cansadas de ser víctimas y de que encima se nos cuestione", añade. Como ella, miles de mujeres han salido a las calles de la capital para clamar contra la persistencia de la violencia machista y alzar la voz en nombre de sus víctimas por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, cuando se cumplen 20 años de la pionera Ley contra la Violencia de Género, aprobada por Zapatero en el año 2004. 20 años de avances, pero con unas cifras que continúan siendo desgarradoras.

42 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año en nuestro país. Un número que representa la cara más feroz de la violencia estructural que pesa sobre las mujeres y que se traduce de muchas formas: discriminación laboral, dependencia económica, maltrato físico y psicológico, violencia sexual... Una violencia que desborda las fronteras nacionales. Según un estudio publicado este lunes por ONU Mujeres, por lo menos 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas el año pasado en todo el mundo. Una media de 140 mujeres al día. Una mujer cada diez minutos.

"¡Basta ya de Justicia patriarcal!", "¡Mi cuerpo, mi vagina, ni se compra ni se alquila!", "¡Contra la violencia machista, unidad feminista!", "¡No tenemos miedo, sí tenemos rabia!" Son algunos de los lemas que se han escuchado en la Plaza de Cibeles, escenario escogido por el Foro de Madrid contra la Violencia de las Mujeres y el Movimiento Feminista de Madrid para su convocatoria, a la que se han sumado las ministras de Igualdad, Ana Redondo; de Educación, Pilar Alegría, y de Inclusión, Elma Saiz.

Antes de comenzar la marcha, en unas declaraciones a los medios de comunicación, Redondo ha advertido de que la juventud "se alimenta" de las redes sociales, donde "hay muchos elementos violentos y machistas". "La violencia a través de las redes, la pornografía en Internet, realmente es un problema. Tenemos que ser conscientes y abordarlo con seriedad, con mucho análisis, con consensos, que creo que la sociedad los tiene", ha señalado.

La ministra ha defendido "seguir en pie" por todas las mujeres que ya no están, por las asesinadas por la violencia de género. "Tenemos que seguir avanzando y la política es la mejor manera de hacerlo. Con leyes, con unas estructuras institucionales de protección, de prevención y de reparación de las víctimas. Tenemos que seguir avanzando con más recursos, con recursos del Pacto de Estado", ha insistido.

"Ya está bien de vender la prostitución como un acto de libertad. La prostitución, la pornografía, OnlyFans... son violencia y promueven la sumisión y la cosificación de las mujeres", denuncia Nerea, de 21 años, asistente a esta marcha. "No somos el objeto de los deseos de nadie. No estamos en venta", añade. Y es que, como todos los años, esta primera comitiva ha persistido en su denuncia de la pornografía, la prostitución y el alquiler de vientres como formas de perpetuar la violencia y el control sobre los cuerpos de las mujeres. Bajo el lema Combatir el sexismo para erradicar la violencia contra las mujeres, las feministas abolicionistas han exigido un Pacto de Estado que acuerde la aprobación de una Ley Orgánica para la Abolición del Sistema Prostitucional, como ya recogían en el manifiesto de su convocatoria.

"¡Almeida, escucha, la Red está en lucha!", "¡Vergüenza, vergüenza!", "¡Vivas nos queremos, ni una menos!", "¡Estamos hasta el culo de tanto machirulo!", "¡Mi copa menstrual a la cara de Abascal!" Son los cánticos que se han escuchado en la segunda de las manifestaciones convocadas en Madrid, esta vez por la Comisión 8M. La eurodiputada de Podemos Irene Montero, la secretaria general del partido y diputada en el Congreso, Ione Belarra, y la ministra de Sanidad, Monica García, se han dejado ver en esta segunda marcha, que ha partido pasadas las 19.00 horas desde la glorieta de Atocha.

Esta segunda manifestación, organizada bajo el lema Juntas, el miedo cambia de bando, ha terminado en Cibeles, desde donde han recitado su propio texto. "Hoy marchamos juntas contra todas las formas de violencia que sufren a diario las mujeres y disidencias. El miedo va a cambiar de bando porque, ante los silencios cómplices, no nos vamos a callar. Y porque no habrá ninguna agresión sin respuesta", ha leído una de las portavoces de la comisión entre los aplausos de los asistentes. "Compañeras, ante estas violencias: organización feminista". 

"Necesitamos más feminismo porque sigue habiendo quien niega las violencias machistas", ha sostenido Montero. "Las mujeres ya no nos callamos y ya no toleramos la impunidad de los agresores", ha indicado, preguntada sobre las denuncias contra su excompañero de formación y exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón. En esta línea se han pronunciado Amaya Ugarte y Ana Martínez, del Movimiento 8M, que han declarado que no es noticia que un hombre —sea o no político— tenga actitudes machistas. "Lo que es noticia es que las mujeres nos estamos organizando para denunciar esas violencias, por las vías que elegimos y del modo que elegimos".

Lorena, de 38 años y asistente a esta segunda concentración, explica: "Hemos conseguido muchas cosas, pero queda mucho camino por recorrer. No podemos ceder ante la amenaza ultra que recorre Europa. Nos queremos libres y nos queremos vivas". Lucía, de 24 años, agrega: "El feminismo tiene que ser inclusivo y luchar por todas las mujeres: las mujeres trans, las mujeres racializadas, las mujeres migrantes, las mujeres trabajadoras... Dejemos de discutir entre nosotras y miremos al verdadero enemigo". En este punto ha hecho hincapié esta segunda marcha: en la inclusión. "El feminismo lo construimos de forma colectiva, creando espacios seguros para todas y todes", recoge su manifiesto, que critica con especial dureza las vulneraciones que supone la Ley de extranjería.

Más allá de las divisiones que continúan enfrentando a sectores del feminismo, el 25N sigue siendo un día para luchar unidas contra un enemigo común: el patriarcado. A través de dos recorridos distintos, ambas marchas han exigido la supresión de los estereotipos machistas, que limitan y encorsetan a las mujeres entre las costuras de los desfasados roles de género. Y el fin de la cultura de la violación, que minimiza la violencia contra las mujeres, justifica a sus agresores —dotándolos de impunidad— y deposita la culpa sobre sus víctimas, las propias mujeres. "Esta violencia se ejerce en cualquier lugar del planeta y trasciende a la clase social, origen, cultura, edad o estado civil. ¡Basta ya de sexismo! ¡Basta ya de machismo! ¡Basta ya de violencia!"

También han colocado el foco en sus víctimas más vulnerables: las mujeres trabajadoras, precarizadas o migrantes. Sin olvidarse de aquellas atrapadas en el fuego cruzado de conflictos bélicos —en los que la violencia sexual se convierte en un arma más— o bajo el peso de regímenes opresores. El silencio de las mujeres afganas, el matrimonio forzoso de las niñas iraquíes, el asesinato impune de las mujeres gazatíes y libanesas... Sus reivindicaciones han cobrado voz a través de mujeres de todas las edades, reunidas en con un objetivo común. "El patriarcado no descansa, nosotras tampoco. Seguimos".

Dos mil personas piden en Barcelona "que la vergüenza cambie de bando"

Las concentraciones de han sucedido a lo largo de la geografía española: A Coruña, Sevilla, Vitoria... En el centro de Barcelona, alrededor de dos mil personas, según cifras de la Guardia Urbana, han participado este lunes en la manifestación unitaria en denuncia de las violencias machistas convocada por la plataforma Novembre Feminista bajo el lema Vergüenza y miedo para los agresores.

La marcha reivindicativa ha partido de Paseo de Gracia con Diagonal y ha estado formada por distintos colectivos de mujeres, personas del colectivo LGTBI, además de sindicatos y partidos políticos —a excepción de PP y Vox—. Tras la pancarta de feministas socialistas se encontraban, entre otras, las conselleras de Igualdad y Educación, Eva Menor y Esther Niubó, y la directora del Instituto Catalán de la Mujer (ICD), Sonia Guerra.

Entre pancartas y cánticos, han destacado mensajes como "Viva la lucha feminista", "Si nos tocan a una nos tocan a todas", "Ninguna agresión sin respuesta" o "Hasta que no me maten no me van a creer". Serafina, de 72 años, que asegura no perderse una manifestación feminista, ha echado en falta "más chicas jóvenes". "Esto es por ellas, que son las que tienen la vida por delante".

Un 90% de condenas y un 0,001% de denuncias falsas: 20 años de la ley que puso nombre a la violencia machista

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"Exigimos la erradicación de todas las formas de violencia machista, señalar a los agresores que actúan de forma impune y presionar a las autoridades y los gobiernos para que tomen medidas efectivas. El caso Errejón o el caso Pelicot, que ha removido el mundo entero, demuestran la absoluta impunidad con la que opera el machismo. Ratifican que las violencias contra las mujeres son transversales y no entienden de clase, raza, edad o ideología", subrayaban las convocantes en el manifiesto.

València marcha con la mira puesta en las mujeres afectadas por la dana

El Moviment Feminista de València ha convocado una marcha este lunes por las calles de València contra todas las formas de violencia machista y con las mujeres más vulnerables en las zonas afectadas por la dana en el punto de mira, para exigir un compromiso real de las instituciones en su erradicación. Bajo el lema Contra totes les violències masclistes, Fartes d'Impunitat, se ha sumado también la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.

Este año ponen el foco en las mujeres que sufren una situación de mayor vulnerabilidad en las zonas afectadas por la dana, y piden recursos para que se garantice su atención, protección y reparación. "Que se acondicionen de manera inmediata viviendas seguras para las mujeres maltratadas y sus hijos, que se estructure un sistema de ayuda para las mujeres en situación irregular y que no se olvide al resto de mujeres afectadas por la destrucción de la dana".

"La culpa tiene que cambiar de bando. Y no vamos a parar hasta conseguirlo", explica María Jesús, de 63 años, que ha participado este lunes en una de las manifestaciones del 25N en Madrid. "Una vez más, las feministas salimos a denunciar que nos están asesinando, pero no nos van a callar. Estamos cansadas de ser víctimas y de que encima se nos cuestione", añade. Como ella, miles de mujeres han salido a las calles de la capital para clamar contra la persistencia de la violencia machista y alzar la voz en nombre de sus víctimas por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, cuando se cumplen 20 años de la pionera Ley contra la Violencia de Género, aprobada por Zapatero en el año 2004. 20 años de avances, pero con unas cifras que continúan siendo desgarradoras.

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