ONU
Afganistán registra en 2015 el mayor número de víctimas civiles desde que comenzaron las estimaciones
Naciones Unidas estimó que al menos 3.545 civiles afganos fallecieron y otros 7.457 resultaron heridos como consecuencia de la guerra en el país centroasiático a lo largo de 2015, en lo que se trata de la cifra más alta de víctimas no combatientes desde 2009, el año en que la misión afgana de la ONU comenzó a recabar estos datos, ocho años después del inicio del conflicto.
"Este informe recoge un nuevo aumento en el número de civiles heridos o muertos. El daño hecho a los civiles es totalmente inaceptable", afirmó el jefe de la UNAMA, Nicholas Haysom, en un comunicado publicado junto con el informe.
Estas estimaciones suponen un aumento del 4 por ciento respecto del año anterior, según el informe de la Misión de Ayuda Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), que especifica un aumento del 14 por ciento en víctimas infantiles. En el caso de las mujeres, el incremento es mayor: un 34 por ciento de víctimas más desde 2014.
"El conflicto en 2015 ha causado un daño extremo a la población civil, con consecuencias especialmente devastadoras para los niños. Un número sin precedentes de niños fueron asesinados o heridos innecesariamente (...). Una de cada cuatro víctimas civiles de 2015 era un niño", denunció el director de Derechos Humanos de la UNAMA, Danielle Bell.
El documento señala como responsables a todas las partes del conflicto, tanto favorables al Gobierno afgano, como insurgentes con los talibán a la cabeza. Las fuerzas insurgentes son las más dañinas para los civiles: se les responsabiliza del 62 por ciento de las víctimas e incrementaron la utilización de las tácticas más dañinas.
Crímenes de fuerzas y anti progubernamentales
Las fuerzas progubernamentales causaron por su parte el 17 por ciento de las víctimas civiles: 14 por ciento de las fuerzas de seguridad, 2 por ciento de las fuerzas extranjeras y 1 por ciento de los grupos paramilitares. Además, alerta de un incremento de las víctimas causadas por los progubernamentales. El resto –17 por ciento– son víctimas civiles del fuego cruzado o de los que no hay responsable comprobado.
"Pedimos a quienes están infligiendo este dolor al pueblo de Afganistán que adopten medidas concretas para proteger a los civiles y pongan fin al asesinato y mutilación de civiles en 2016", añadió Haysom.
El texto lleva por título Informe Anual sobre Protección de Civiles en Conflicto Armado y está elaborado en colaboración con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
"El pueblo de Afganistán sigue padeciendo ataques brutales e inmorales que están prohibidos por el Derecho Internacional", denunció el alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad al Husein. "Está sucediendo con una impunidad casi total", lamentó.
En concreto, el informe señala los enfrentamientos directos como la principal causa de víctimas entre los civiles –1.116 muertos y 3.021 heridos–, seguido de las bombas y los atentados suicidas y coordinados.
Recomendaciones
El documento de la UNAMA incluye una serie de recomendaciones para el Gobierno como el fin del uso de armas indirectas como morteros, cohetes, granadas y bombardeos de aviación; el desmantelamiento de los grupos paramilitares o la investigación de todas las denuncias.
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Además, pide a las autoridades un "remedio efectivo" para las víctimas de la violencia y el "fortalecimiento de los mecanismos de compensación para las mujeres y familias de civiles muertos o heridos".
Por último, a las fuerzas extranjeras que colaboran con el Gobierno afgano les pide una investigación transparente sobre el bombardeo del hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, que los responsables rindan cuentas y que se revisen los protocolos de operación e identificación de objetivos para evitar que se repita un caso así. En total fueron 42 los muertos en el bombardeo, perpetrado por un avión estadounidense.
Tanto al Gobierno como a las fuerzas extranjeras, la UNAMA les pide una estrategia nacional para evitar causar víctimas entre los civiles durante las operaciones militares contrainsurgentes.