Estados Unidos
Amazon se niega a entregar los datos de un cliente acusado de asesinato
Amazon se mantiene firme y se niega a entregar los datos de voz y transcripciones registradas por uno de sus asistentes Echo a los fiscales de Arkansas (Estados Unidos), que quieren estos datos como parte de un juicio por asesinato. La información, sin embargo, está protegida por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
La policía, según informa Mashable y recoge Europa Press, emitió una orden para obtener los datos en diciembre con el fin de conocer más detalles sobre las horas previas a la muerte de Victor Collins, en noviembre de 2015.
El Amazon Echo que la policía quiere investigar pertenece a James Andrew Bates, que tendrá que ir a juicio como presunto culpable de la muerte de Collins. Sin embargo, Amazon se niega a colaborar. "Amazon no divulgará la información de un cliente sin una demanda válida y vinculante notificada", explicó un portavoz de la compañía a Mashable.
Amazon argumenta que los diálogos recogidos por Alexa están protegidos por la Primera Enmienda, como podcasts, audiolibros o cualquier "contenido expresivo", y que sólo se utilizarían estas grabaciones si fuesen cruciales para el caso.
La compañía sólo proporcionará la información si los fiscales prueban que estos datos no están disponibles en ningún otro lugar. Además, Amazon pide que el tribunal revise ante los fiscales que es realmente relevante acceder al dispositivo para ayudar en el caso.
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"Amazon no pretende obstaculizar ninguna investigación judicial, sino que tiene por objeto proteger los derechos de privacidad de sus clientes cuando el gobierno solicita sus datos de Amazon, especialmente cuando esos datos pueden incluir contenido expresivo protegido por la Primera Enmienda", explicó Amazon en sus documentos.
Se trata de un caso similar a la batalla legal de Apple con el FBI tras el tiroteo de San Bernardino, en el que las autoridades querían desbloquear un iPhone utilizado por el terrorista mediante la creación de una puerta trasera.
Apple argumentó, en ese momento, que desbloquear el teléfono por ese método y descifrar los datos debilitaría la seguridad de todos los usuarios de dispositivos.