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Bombas sobre Gaza

Un año de protestas contra Israel en la frontera de Gaza deja casi 200 palestinos muertos

Niños refugiados palestinos juegan en las calles del campo de refugiados de al Shatila, al oeste del norte de Gaza.

infoLibre

Un año después del inicio de las protestas en la frontera de la Franja de Gaza, organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) y Save the Children, así como la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), han llamado la atención sobre el impacto en términos de muertos y heridos que la respuesta de las autoridades israelíes ha tenido, incluido entre los niños.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), desde que comenzó la Gran Marcha del Retorno el 30 de marzo de 2018 hasta el pasado 22 de marzo, 195 palestinos han muerto, incluidos 41 niños, en las acciones de las fuerzas israelíes para contener las protestas, y cerca de 29.000 han resultado heridos, el 25 de ellos por munición real. En este mismo periodo, según la OCHA, otros 76 palestinos han muerto en bombardeos aéreos, disparos de artillería y otros incidentes, incluidos intentos de infiltración en Israel.

"Desde que las protestas en general pacíficas comenzaron hace un año, no solo casi 200 personas han muerto, sino que miles más han sufrido heridas que les marcarán para siempre", ha destacado el director de operaciones de UNRWA en Gaza, Matthias Schmale.

"La trágica e innecesaria pérdida de vidas, la incapacidad de los heridos de trabajar o regresar a la escuela y las implicaciones psicosociales a largo plazo de esta violencia les afectarán durante muchos años, sumándose a su desesperación", ha subrayado.

El responsable de la UNRWA ha llamado la atención sobre el elevado número de niños víctimas de la represión y los problemas que las instalaciones sanitarias gestionadas por la agencia humanitaria han tenido para atender a los heridos. "Estamos haciendo todo lo posible para absorber la enorme presión sobre nuestras instalaciones de salud y otro tipo", ha asegurado.

Sin embargo, ha recordado, aunque las protestas se producen en "un contexto de una crisis humanitaria sin precedentes en la Franja de Gaza y tras doce años de bloqueo israelí, el contexto más amplio es la grave situación de los refugiados palestinos que necesita una solución justa y duradera".

Por su parte, MSF ha considerado que "el coste médico, humano y económico es ya insoportable para un enclave bloqueado y donde miles de personas no reciben atención aunque sufren heridas devastadoras". En este sentido, ha subrayado que pese a los esfuerzos de los pocos actores humanitarios presentes, "las necesidades exceden con mucho los recursos disponibles en el terreno".

La ONG ha puesto el acento en los 6.500 palestinos heridos de bala, muchos de los cuales, "esperan, cada vez con menos esperanzas, recibir el tratamiento adecuado" en "un sistema de salud arruinado por más de una década de bloqueo israelí" y también "han sido ignorados por unas autoridades palestinas atrapadas en el estancamiento político y que no tienen entre sus prioridades las necesidades médicas de la población".

"La situación en Gaza excede médica, financiera y humanamente las posibilidades de las instituciones y organizaciones presentes en la Franja, a pesar de los esfuerzos de los equipos del Ministerio de Salud y de los escasos actores sanitarios que se mantienen activos", ha recalcado MSF, que ha triplicado su capacidad en Gaza desde principios de 2018 pero cuyos equipos "se ven sobrepasados por la magnitud de la tarea que afrontan".

Asimismo, ha resaltado que "en las últimas semanas ha habido una escalada en la tensión" en la frontera. "No somos ingenuos respecto a la situación política, pero las necesidades de atención sanitaria deben ser atendidas", ha reivindicado la organización humanitaria, que ha expresado su "decepción por la inacción de la comunidad internacional a pesar de nuestras reiteradas peticiones de apoyo".

En este sentido, ha advertido de que se corre el riesgo "de dejar a miles de personas abandonadas a su suerte entre dolores terribles, riesgo de amputaciones y futuras discapacidades". "Y los efectos de la situación no se limitan a los heridos de bala, sino que se extienden a toda una sociedad a la que el bloqueo ha situado al límite del colapso. Se avecina más miseria para una población atrapada por interminables disputas políticas que poco tienen que ver con ella", ha agregado.

Save the Children ha denunciado el elevado número de niños fallecidos y heridos en la represión de las protestas y ante los últimos acontecimientos, ha llamado a ambas partes en conflicto "a tomar medidas para que todos los niños y niñas gocen de la debida protección y puedan vivir con dignidad".

Save the Children y sus socios han hablado con miles de niños afectados tras las protestas, muchos de los cuales están luchando para recuperarse de sus lesiones, que tendrán en numerosos casos implicaciones a largo plazo, como ceguera, lesiones en la cabeza y amputaciones. Según la OMS, a 21 menores hubo que amputarles las extremidades superiores o inferiores después de las lesiones sufridas.

La ONG ha resaltado que, según los datos de la OMS, el 80 por ciento de los niños heridos en las protestas que solicitaron salir de Gaza para recibir tratamiento médico de emergencia en Israel durante el último año han visto cómo sus permisos han sido rechazados o han sufrido retrasos.

En el caso de Faris, de 16 años, sí que consiguió permiso para recibir tratamiento médico en Israel tras recibir un disparo en la pierna durante una protesta el pasado octubre. Sin embargo, la autorización se retrasó cinco días y para cuando llegó al hospital no pudieron salvarle la pierna, que tuvo que ser amputada por encima de la rodilla.

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"Yo no llevaba armas ni nada, solo estaba de pie allí como todas las demás personas. Cuando me hirieron, comencé a gritar, a pedir ayuda. Me llevaron al hospital, el dolor era insoportable, miré mi pierna, estaba helada", ha relatado Faris a Save the Children.

"El asesinato y la mutilación de niños y niñas nunca pueden ser aceptables y, como en todos los conflictos, los responsables deben rendir cuentas", ha sostenido el director regional de la ONG en Oriente Próximo, Jeremy Stoner, que ha hecho un llamamiento "a todas las partes para hacer frente a las causas a largo plazo de este conflicto poniendo fin al bloqueo y promoviendo la dignidad y la seguridad tanto para la población palestina como para la israelí".

"Hace un año pedimos que se pusiera fin al uso por parte del Gobierno israelí del fuego de francotiradores y munición real contra los niños y las niñas en las manifestaciones en la frontera de Gaza. Es devastador que todavía lo estemos pidiendo, cuando cada semana más niños y niñas son asesinados o gravemente heridos", ha lamentado Stoner.

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