El líder del Partido Demócrata y candidato de la coalición centro-izquierda Pierluigi Bersani ha anunciado en una entrevista publicada este viernes por el diario italiano La Reppublica, que rechaza cualquier asomo de coalición con el grupo derechista de Silvio Berlusconi en busca de una gobernabilidad que en estos momentos está a la deriva. "Lo quiero decir con toda claridad: la idea de una gran coalición no existe y nunca existirá", ha sentenciado.
El líder del centroizquierda italiano ha apelado a la responsabilidad ante la delicada situación que han dejado las pasadas elecciones con un Senado sin una mayoría clara, y señala que durante los últimos veinte años Il Cavaliere "ha tenido muchas oportunidades pero las ha fallado todas". Ante la posibilidad de gobernar en minoría, Bersani se ha pronunciado tajante: "llámelo como quiera, gobierno de minoría, gobierno de intenciones, no me interesa, yo lo llamo gobierno para el cambio".
El secretario del Partido Demócrata presentará una agenda de siete u ocho puntos cuando reciba el encargo de formar gobierno por parte del jefe de Estado, Giorgio Napolitano, y ha reconocido que él mismo se ofrecerá al cargo de primer ministro. “Italia debe ser gobernada y no puede abandonarse a la suerte Europa y los mercados”, ha recalcado. Entre los puntos principales de su programa destacan los aspectos relacionados con Europa, las temáticas sociales y la democracia. Además ha adelantado que el programa incluirá otras propuestas como la reducción de los parlamentarios en Italia y el endurecimiento de las normas anticorrupción.
El 'gobernísimo' se tambalea
El resultado de las urnas italianas ha fraccionado un Parlamento que se queda sin mayorías absolutas y las negociaciones para la investidura parecen no dar fruto. Bersani reclama tener la primera palabra en la formación del nuevo gobierno, pero necesita la ratificación de ambas cámaras y lo tiene difícil en el Senado, donde está lejos de los 158 apoyos necesarios para lograr la mayoría y solo supera por 3 escaños al partido del Pueblo de la Libertad de Berlusconi. En cambio, tiene garantizado el beneplácito del Congreso, ya que a pesar de que apenas superó en 120.000 votos a Il Cavaliere, se beneficia de los 340 escaños sobre un total de 630 que otorga automáticamente la legislación electoral italiana al ganador.
A Bersani no le bastarían para su elección los hipotéticos apoyos de Monti, que cuenta con una representación escasa en el nuevo parlamento, y el resto de opciones parecen complejas descartado el pacto con Silvio Berlusconi. Beppe Grillo, el líder del Movimiento Cinco Estrellas y el más votado de estos comicios con 8.688.545 sufragios, se niega a apoyar la investidura de la coalición centro-izquierda encabezada por Bersani y ha decidido contiuar su campaña de rechazo a cualquiera de los partidos tradicionales al tiempo que reta Berlusconi y Bersani a apoyar un ejecutivo liderado por su movimiento.
Por su parte, el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, ha declarado hoy que no tiene ningún interés en que se celebren elecciones anticipadas y ha apostado por un ejecutivo estable que permita al país alcanzar la estabilidad que a su juicio necesita. Preguntado sobre lo que cree que hará su sucesor –Napolitano se despedirá en 15 días de la presidencia de la República tras siete años en el cargo– se ha mostrado tajante: "dudo que el nuevo presidente llegue a pensar siquiera en disolver las Cámaras", ha dicho.
El líder del Partido Demócrata y candidato de la coalición centro-izquierda Pierluigi Bersani ha anunciado en una entrevista publicada este viernes por el diario italiano La Reppublica, que rechaza cualquier asomo de coalición con el grupo derechista de Silvio Berlusconi en busca de una gobernabilidad que en estos momentos está a la deriva. "Lo quiero decir con toda claridad: la idea de una gran coalición no existe y nunca existirá", ha sentenciado.