Las imágenes son devastadoras. Un niño recubierto entero de polvo y con una herida sangrante en la cabeza es rescatado de entre las ruinas tras un bombardeo en Alepo, la mayor ciudad de Siria. El chico es dejado en la ambulancia y la cámara lo enfoca. No muestra apenas dolor o tristeza en su expresión: en silencio, con la mirada perdida, se lleva una mano a la cabeza. En unos minutos otros dos chiquillos son sacados de los escombros y colocados junto a él. El vídeo ha sido grabado por Alepo Media Center, un grupo activista rebelde que informa desde la provincia. Se ha hecho viral en pocas horas, convirtiéndose en otro icono de la destrucción indiscriminada en Siria: de "usar y olvidar", como denuncia Alberto Rojas en El Mundo.
Médicos Sin Fronteras denuncia que los ocho hospitales operativos en el este de Alepo han sido bombardeados desde julio
El diario británico The Telegraph aporta más detalles sobre el contexto de la grabación. El niño se llama Omran Daqneesh y tiene apenas cinco años. El bombardeo ocurrió durante la tarde del miércoles en el barrio de Qaterji. Sus heridas fueron tratadas en el hospital M10 y, según relata el corresponsal de la cabecera, esa misma noche fue dado de alta.
Alepo fue colocada desde el principio del conflicto en el punto de mira de las fuerzas rebeldes y del régimen de Damasco. Tomada por el autodenominado Frente de la Conquista de Levante (una coalición de opositores) en una batalla que nadie parece poder ganar, sus civiles sufren a diario y desde hace años bombardeos y la mayor parte de sus edificios son ahora escombros.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, advirtió este martes de una "catástrofe humanitaria" sin precedentes en la que fue la capital económica del país. Los combates "por territorio y recursos" de los combatientes se están acometiendo con "ataques indiscriminados contra áreas residenciales", incluyendo el uso de bombas de barril, matando a cientos de civiles y decenas de niños", señaló.