La sonda Chang'e-4 de China aterrizó este jueves en la cara oculta de la Luna, convirtiéndose en la primera nave en conseguir posarse en un terreno inexplorado, nunca visible desde la Tierra. La sonda, compuesta por un módulo de aterrizaje y un vehículo de exploración, toco la superficie lunar en el área de aterrizaje preseleccionada en el lado opuesto de la luna pasadas las dos de la madrugada, según el anuncio de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), que ha recogido Europa Press.
Con la asistencia de comunicación del satélite de reenvío Queqiao, que significa puente de la urraca, la sonda envió la primera fotografía de primer plano del otro lado de la luna, abriendo un nuevo capítulo en la exploración lunar. Después de que el Centro de Control Aeroespacial de Pekín enviase una orden a la sonda Chang'e-4, lanzada el 8 de diciembre de 2018, ésta comenzó a descender desde 15 kilómetros por encima de la luna con un motor de empuje variable encendido, dijo la CNSA. La velocidad relativa de Chang'e-4 a la luna se redujo de 1,7 kilómetros por segundo a cerca de cero —más de 6.000 kilómetros por hora—, y la actitud de la sonda se ajustó a unos 6 a 8 kilómetros por encima de la superficie lunar.
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Una de las imágenes de la Change-4 antes de aterrizar sobre la cara oculta de la Luna
A 100 metros de altura, la sonda flotaba para identificar obstáculos y medía las pendientes en la superficie. Después de evitar los obstáculos, seleccionó un área relativamente plana y descendió vertical y lentamente. Finalmente, la sonda aterrizó en el Cráter Von Karman en la Cuenca del Polo Sur-Aitken, uno de los mayores cráteres de impacto conocido en el Sistema Solar, que mide 2.600 kilómetros de diámetro. Durante el proceso descendente, una cámara en la sonda tomó fotos del área de aterrizaje.
Chang'e 4 va equipada con ocho instrumentos, incluida cámara y espectrómetro. Se pretende que obtenga detalles sobre la composición de la superficie y también de capas en el subsuelo, con el objetivo de explicar la diferente apariencia de la cara oculta de la Luna frente al lado que vemos desde la Tierra, mucho menos accidentado. También se realizarán observaciones radioastronómicas.
La sonda Chang'e-4 de China aterrizó este jueves en la cara oculta de la Luna, convirtiéndose en la primera nave en conseguir posarse en un terreno inexplorado, nunca visible desde la Tierra. La sonda, compuesta por un módulo de aterrizaje y un vehículo de exploración, toco la superficie lunar en el área de aterrizaje preseleccionada en el lado opuesto de la luna pasadas las dos de la madrugada, según el anuncio de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), que ha recogido Europa Press.