Las consecuencias del cambio climático en 2035 que prevé el Parlamento Europeo

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El Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (EPRS, por sus siglas en inglés) es el departamento de investigación de la institución comunitaria. Se dedica a surtir a los diputados de informes y análisis de todo tipo, tanto a petición de los europarlamentarios como por su propia iniciativa. Este septiembre ha publicado un informe titulado Tendencias Globales para 2035 en el que hace una predicción, punto por punto, de cómo estaremos en ese año. Y si sabemos de alguna tendencia que se cumplirá con una exactitud cercana a la certeza, es la del cambio climático.

El informe dibuja un panorama preocupante con respecto a cómo nos afectará el calentamiento global. Predice tensiones, refugiados climáticos, crisis políticas y un calor por encima de lo que los propios políticos europeos están dispuestos a reconocer. El documento recoge un gráfico del Climate Action Tracker (un consorcio de tres organismos independientes que realizan un seguimiento de la implementación del Acuerdo de París) que viene a mostrar que, en 2100, el calentamiento global será más severo de lo que augura el objetivo del pacto firmado en 2015. Incluso si las medidas del acuerdo se cumplen, las estimaciones de esta entidad aseguran que no será suficiente en ninguno de los marcos planteados.

 

Gráfico de emisiones previstas para 2010 del Climate Action Tracker.

El gráfico plantea tres escenarios. El primero, más optimista: el tercero, tan pesimista que asusta. En caso de que los países firmantes acataran al dedillo las recomendaciones y obligaciones del Acuerdo de París, en 2100 hablaríamos de una subida de unos 2,3 grados centígrados de media en el primer escenario y hasta 3 grados y medio en el último, según los análisis. El pacto global de acción climática se planteaba como objetivo limitar la subida de las temperaturas a 2 grados de media, con la posibilidad de elevarlo a 1,5: hablamos de que un informe de una institución europea admite que su principal baza climática no cuenta con los mecanismos para llegar a su meta. En caso de que sigamos con las "policy status quo", es decir, con las políticas que se están implementando ahora, nos vamos a más de 2,5 grados en 2100 en la primera estimación y hasta 5 grados en el tercer escenario. 5 grados de media.

Volviendo a 2035, el documento del EPRS plantea como evidencia que en 2035, dentro de 18 años, empezaremos a sufrir los efectos más graves del calentamiento global. "Los cambios en el clima derivados del aumento de gases de efecto invernadero no serán revertidos" en ese año, aseguran, "incluso si se toman grandes pasos con la implementación de acuerdos políticos para reducir las emisiones de carbono en el futuro". El informe resume en tres las grandes consecuencias de este gran problema medioambiental: refugiados climáticos, tensiones políticas y eventos extremos de mayor furia. Prevén "uno de los mayores desastres humanitarios de la historia" causado por los refugiados climáticos

"En un escenario extremo, el cambio climático podría causar uno de los mayores desastres humanitarios de la historia", asegura la institución comunitaria. Menciona al Sahel, el norte y el este de África y Oriente Medio como zonas proclives a albergar potenciales refugiados climáticos: gente que se ve obligada a abandonar sus casas porque, simplemente, los efectos del cambio climático han vuelto inhabitable la tierra de la que viven. Asegura, además, que si los efectos del calentamiento global se sitúan en la predicción más grave, a esos millones de personas proclives a desplazarse se les sumarían refugiados procedentes del sur y el sudeste asiático, con "Europa siendo un destino más que probable". El EPRS avisa: sin un refuerzo conjunto de todos los países de los organismos internacionales encargados de gestionar las olas migratorias, "los futuros desastres climáticos serán probablemente gestionados de la misma maneras que las migraciones a Europa de 2015-2016". Según un informe de la Environmental Justice Foundation (EJF), en 2050 hablaremos de 150 millones de refugiados climáticos. En Siria "solo" se han desplazado 13 millones.

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El documento asegura que el sistema político "deberá ajustarse" a las consecuencias derivadas de la relación, ampliamente demostrada, entre los fenómenos extremos (huracanes, sequías, olas de calor, inundaciones) y el cambio climático. "El sur de Europa será gravemente azotado por prolongadas olas de calor, sequías, decrecimiento de la actividad agricultora, inundación de costas y pérdidas de biodiversidad". Pero lo que más preocupa a los investigadores es el probable aumento de tensiones políticas producto de la falta de recursos. Dedica un capítulo a la "competición" entre estos recursos, recordando que episodios así ya se han repetido. "El cambio político provocado por el alza de los precios de la comida no es nuevo; la Revolución Francesa siguió a dos años de malas cosechas".

A esta situación, provocada por la incipiente desertificación y la merma en las reservas hídricas de medio mundo, se le suman las posibles consecuencias de una transición energética hacia las renovables exitosa. "Muchos países de Europa dependen del petróleo y el gas; los combustibles comprenden más del 50% de las exportaciones de mercancías de la República del Congo, Omán, Rusia y Kazajistán, más del 75% de las exportaciones de Arabia Saudí, Qatar, Azerbaiyán y Kuwait y más del 90% de las exportaciones de Nigeria, Argelia, Angola e Irak", reza el análisis. ¿Qué pasará cuando estos países pierdan a sus principales clientes, porque se autoabastezcan gracias a la energía eólica o a la solar?

No es la primera vez que una institución europea advierte de las limitaciones del Acuerdo de París, sobre todo si no se cumplen sus recomendaciones. El informe del EPRS predice que los países de la Unión Europea cumplirán con sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero de 2020, pero no con los de 2030. En la misma línea se manifestó el pasado martes el Tribunal de Cuentas Europeo: "Los objetivos de la UE para 2030 y 2050 no se alcanzarán sin significativos esfuerzos adicionales (...) y todos los sectores tienen que contribuir", aseguraron en un informe sobre cambio climático. La meta de la UE es de un 20% de reducción de emisiones para dentro de tres años y un 40% para 2030, respecto a los valores de 1990, pero la institución asegura que en la próxima década, para alcanzar esos objetivos, tendrían que aumentarse los esfuerzos en un 50%. Destacaron que una de las claves es eliminar los "obstáculos a la inversión" en el campo de las renovables. España está a la cola en tasa de renovables, a la cola en movilidad sostenible, con su biodiversidad atenazada y sin acudir a las cumbres sobre desertificación. Ya no solo se necesita hacer mucho más: se necesita un cambio de rumbo radical e inminente.

El Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (EPRS, por sus siglas en inglés) es el departamento de investigación de la institución comunitaria. Se dedica a surtir a los diputados de informes y análisis de todo tipo, tanto a petición de los europarlamentarios como por su propia iniciativa. Este septiembre ha publicado un informe titulado Tendencias Globales para 2035 en el que hace una predicción, punto por punto, de cómo estaremos en ese año. Y si sabemos de alguna tendencia que se cumplirá con una exactitud cercana a la certeza, es la del cambio climático.

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