Elecciones anticipadas en la UE: qué países ostentan el récord y por qué se convocan

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reiteró el pasado 24 de enero su apuesta por agotar la actual legislatura. "Voy a intentar que esta legislatura dure cuatro años [...]. Que sea larga y fructífera. Voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para no adelantar. No quiero adelantarlas". No quiere, pero sabe que el PP depende de los acuerdos con otros partidos para que la legislatura se prolongue hasta 2020. Un factor clave se producirá en el Congreso del PSOE, previsto para el próximo mes de junio. Si Pedro Sánchez vuelve a ser secretario general, nadie duda de que pondrá fin a la política de acuerdos con el PP y hará una oposición frontal. No extraña, por tanto, que el ministro de Economía señalase este fin de semana que confía en que la aprobación de los Presupuestos de 2017 se produzca "al principio del verano". Es decir, justo después del cónclave socialista, en el que el PP espera que se imponga Susana Díaz.

Así que la hipótesis del adelanto electoral está ahí. Legalmente, Rajoy podrá disolver las Cortes a partir del 3 de mayo, fecha en que se cumple un año desde la convocatoria de las últimas elecciones. Desde el año 2000, España ha convocado elecciones generales hasta en seis ocasiones, de las cuales únicamente una se produjo de forma anticipada. Se trata de los comicios de junio pasado, celebrados ante la imposibilidad de formar Gobierno tras los resultados de diciembre de 2015.

En el marco de la UE, el Estado español sigue la tendencia predominante: un total de 14 países sólo han celebrado elecciones anticipadas en una ocasión, mientras que nueve no lo han hecho nunca y cinco las han convocado dos o más veces antes de agotar la legislatura.

Los condiciones para una convocatoria anticipada, tal y como explica en conversación con infoLibre el politólogo Pablo Simón, están relacionados con tres elementos: la economía, la oposición y los socios de Gobierno.

En primer lugar, en un contexto de bonanza económica, "el Gobierno ve que marcha bien y los ciudadanos, en cierto modo, votan con el bolsillo", por lo que podría apostar por unas elecciones adelantadas para afianzar su posición de poder. Por el contrario, cuando hay crisis económica los líderes políticos "suelen aguantar más en las legislaturas", para impedir que la ciudadanía les castigue en las urnas. La misma relevancia tiene también la fuerza relativa de la oposición. Si ésta se encuentra marcada por partidos débiles y fragmentados, el Gobierno puede inclinarse por un adelanto en aras de la estabilidad parlamentaria. Finalmente, y en cuanto a los socios gubernamentales, un Gobierno en minoría carece del compromiso de agotar la legislatura, y por tanto no hay nadie en el gabinete que frene un posible adelanto para cambiar de socios.

Respecto a la opinión pública, Pablo Simón señala que "ni castiga ni premia necesariamente" el fenómeno del adelanto electoral. Aunque, matiza, si la repetición es automática sí "tiende a generar una concentración de voto en torno a los dos partidos más votados", tal y como ocurrió durante los comicios de junio celebrados en España.

Diferencias en los países europeos

La convocatoria de elecciones anticipadas, relata Pablo Simón, únicamente se puede realizar en sistemas de carácter parlamentario, mientras que en los semipresidenciales es menos frecuente. Por eso, "en Francia o Ucrania es mucho más improbable que en Alemania, Grecia o los Países Bajos". En la UE, lo cierto es que "la mayoría son sistemas parlamentarios, así que es una posibilidad que puede darse".

El escenario de comicios anticipados incluye dos grandes supuestos: "Cuando el primer ministro pierde el apoyo de la cámara y no es posible continuar con la mayoría de Gobierno para trabajar", o bien "cuando es imposible la formación de Gobierno". Otra posibilidad frecuente atiende a una convocatoria del primer ministro de forma voluntaria, por razones estratégicas.

Ignacio Molina, investigador del Real Instituto Elcano, explica los distintos ritmos a la hora de convocar elecciones anticipadas en los países europeos, y señala para ello motivos de tipo constitucional, legal y de cultura política. A su juicio, el caso más claro en cuanto a razones constitucionales es Francia, un sistema semipresidencial donde las elecciones se producen cada cinco años. La otra cara de la moneda la protagonizan países como Reino Unido, Alemania o Italia. El británico es un ejemplo de sistema tradicionalmente bipartidista donde las formaciones predominantes se han ido alternando en el poder. "La capacidad de convocar elecciones por parte del primer ministro era absoluta" en el país, y de hecho, agrega Molina, se ha hecho con frecuencia un uso "relativamente discreccional del adelanto electoral". Sin embargo, en el año 2011 se aprobó una ley de mandato fijo –Fixed-term Parliaments Act–, propuesta por los liberales, quienes intentan evitar este tipo de mecanismos imponiendo un mandato inquebrantable de cinco años.

Por otro lado, en Alemania convergen toda una serie de partidos, de modo que "quien realmente evita el adelanto electoral es una cultura política muy obsesionada con la estabilidad". El Gobierno en el país germano tiende a ser estable, por lo que son habituales las grandes coaliciones que dificultan adelantos electorales debido a los compromisos adoptados en su formación. España, por su parte, se asemeja al estilo inglés, "aunque no ha habido por ahora presión para establecer un mandato fijo", señala Molina. Con el panorama multipartidista surgido en los últimos años "un adelanto electoral sería menos aceptado por los partidos pequeños, pero también pueden producirse situaciones de bloqueo que fuercen los comicios anticipados", como ha ocurrido en Holanda, Grecia, y aquellos donde existe "un pluripartidismo extremo".

Elecciones anticipadas en la UE

El país de la UE que más adelantos electorales ha vivido en el siglo XXI es Grecia, que ha celebrado desde el año 2000 ocho elecciones legislativas, seis de ellas de forma anticipada. En 2007 los griegos acudieron a las urnas seis meses antes de lo previsto, para que el Gobierno pudiera continuar con las reformas que había iniciado. En 2009, el entonces primer ministro, Costas Caramanlis, convocó elecciones con el fin de arrojar luz a la situación del país en un contexto de crisis económica mundial. Tan sólo tres años después, la ciudadanía helena fue llamada a emitir su voto hasta en dos ocasiones. La primera, en mayo del 2012, se produjo tras ser aprobado el plan de recortes exigido por la Unión Europea en medio de fuertes protestas ciudadanas. La segunda, en junio, tuvo lugar como consecuencia de la imposibilidad de formar Gobierno.

En 2015 la situación se repite para Grecia. El 25 de enero se celebraron elecciones tras un fracaso del conservador Stavros Dimas en las presidenciales. En septiembre, Syriza –ya en el Gobierno– decide acudir de nuevo a las urnas tras la crisis política desatada por las negociaciones del tercer rescate y la consecuente dimisión del primer ministro, Alexis Tsipras, que finalmente volvió a ser elegido.

En Holanda, cuatro de las seis elecciones celebradas desde el año 2002 se produjeron de forma anticipada. La convulsión política y las crisis de Gobierno fueron las causantes de las elecciones adelantadas de 2003 y de 2006, mientras que en junio de 2010, la caída de la coalición de Gobierno arrastró a los holandeses a unas nuevas elecciones parlamentarias. Finalmente, el año 2012 quedó marcado por un desmoronamiento de la coalición de minoría gobernante, después de que su socio parlamentario, el partido xenófobo PVV, se retirase de las negociaciones sobre los ajustes para cumplir con los objetivos de déficit.

Bulgaria cuenta en su haber con dos elecciones anticipadas de las seis que ha celebrado desde el año 2001. Bajo el pretexto de no contar con la suficiente fuerza para realizar reformas profundas, el primer ministro búlgaro convocó elecciones anticipadas en 2014. Hace apenas una semana, Bulgaria fijó elecciones para el próximo 26 de marzo, tras la dimisión del primer ministro, que decidió renunciar como consecuencia del fracaso de la candidata oficialista en las elecciones presidenciales.

Eslovenia ha celebrado otras dos elecciones de forma anticipada, de un total de cinco citas electorales desde 2000. La primera anticipación se produjo en 2011, después de la caída del Gobierno de centroizquierda. La crisis en la coalición gobernante se prolongó durante años, y derivó en unas segundas elecciones anticipadas en 2014.

También Austria ha celebrado de forma anticipada dos elecciones, de las cuatro que han tenido lugar desde el año 2002. Precisamente los comicios de 2002 se produjeron antes de la fecha marcada, como consecuencia de dos dimisiones en uno de los partidos de la coalición gobernante en el país. También una crisis interna en la coalición del Gobierno provocó las elecciones anticipadas de 2008, tan sólo dos años después de los últimos comicios que había acogido el país. Desde ese mismo año, Austria aprobó ampliar la duración de cada legislatura a un total de cinco años.

Italia, entre el Gobierno técnico y las elecciones anticipadas

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Croacia y España han acogido elecciones anticipadas en una ocasión, de los seis comicios que se han celebrado desde 2000 en ambos países. Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Letonia, Polonia, Portugal y la República Checa también han celebrado elecciones anticipadas una sola vez de las cinco citas que todos ellos han tenido con las urnas. Por su parte, Irlanda, Italia –pendiente de la posibilidad de anticipar elecciones en 2017– y Reino Unido cuentan con una cita electoral anticipada en las últimas cuatro legislaturas, aunque éstas tienen una duración de cinco años en los países señalados. Luxemburgo –con legislaturas de cinco años–, por otro lado, tiene en su expediente una convocatoria anticipada de las tres que han tenido lugar en el país desde el año 2004.

Bélgica, por su parte, celebróelecciones anticipadas en una ocasión, de un total de cuatro convocatorias electorales. Tras los comicios adelantados de 2010, el país pasó 541 días sin Gobierno, pese a lo cual no convocó elecciones anticipadas de nuevo. El motivo, tal y como subraya Pablo Simón, apunta al "sistema institucional de cada país". Existen "mecanismos de investidura positivos, que son los que requieren expresamente de una mayoría que apoye al candidato a presidente, como en el caso de España", pero también existen otras formas de investidura por las que "el candidato recibe el mandato del jefe de Estado, como en Bélgica, y es nombrado automáticamente primer ministro sin necesidad de sesión de investidura". En estos casos, puede darse una moción de censura posterior, que normalmente no son tan estrictas como las que existen en España, que requieren de mayoría absoluta para ser llevadas a cabo. Por tanto, este tipo de sistemas hace que sea más fácil formar Gobierno, pero también resulta más fácil romperlo, mientras que en España sucede lo contrario.

Finalmente, nueve de los 28 países miembros no han celebrado elecciones anticipadas en ninguna ocasión desde el año 2000: Lituania, Rumanía, Chipre, Estonia, Finlandia, Hungría, Suecia, Francia y Malta.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reiteró el pasado 24 de enero su apuesta por agotar la actual legislatura. "Voy a intentar que esta legislatura dure cuatro años [...]. Que sea larga y fructífera. Voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para no adelantar. No quiero adelantarlas". No quiere, pero sabe que el PP depende de los acuerdos con otros partidos para que la legislatura se prolongue hasta 2020. Un factor clave se producirá en el Congreso del PSOE, previsto para el próximo mes de junio. Si Pedro Sánchez vuelve a ser secretario general, nadie duda de que pondrá fin a la política de acuerdos con el PP y hará una oposición frontal. No extraña, por tanto, que el ministro de Economía señalase este fin de semana que confía en que la aprobación de los Presupuestos de 2017 se produzca "al principio del verano". Es decir, justo después del cónclave socialista, en el que el PP espera que se imponga Susana Díaz.

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