Los Hermanos Musulmanes llaman a una “marcha de la ira”

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Los Hermanos Musulmanes han convocado una "marcha de la ira de millones" de personas para después de los rezos de este viernes, en protesta por la fuerza empleada por el Ejército egipcio para desalojar las acampadas de apoyo al expresidente Mohamed Morsi. Esta acción de las fuerzas armadas ha provocado ya 638 muertos, según las últimas cifras facilitadas por el Ministerio de Sanidad de Egipto.

"A pesar del dolor y la pena por la pérdida de nuestros mártires, el último crimen de los golpistas ha aumentado nuestra determinación para acabar con ellos", ha dicho el partido islamista en un comunicado. Su portavoz, Gehad El Haddad, ha detallado a través de la red social Twitter que "las marchas en contra del golpe partirán de todas las mezquitas de El Cairo en dirección a la plaza Ramses, después de los rezos, en un nuevo 'viernes de la ira'".

Según informa Al Yazira, las familias de algunos de los fallecidos han denunciado que no pudieron obtener los permisos para enterrar a sus seres queridos el jueves, ya que el Ministerio de Sanidad quería que firmasen certificados de defunción en los que se atribuía la causa de su muerte a un suicidio. No obstante, algunas ONG como Human Rights Watch han señalado que la responsabilidad de las muertes corresponde al Gobierno, y han denunciado incluso la presencia de francotiradores en las matanzas.

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha condenado la actuación de las fuerzas de seguridad egipcias y ha asegurado que los ciudadanos del país "se merecen algo mejor", aunque ha evitado calificar al Gobierno del Ejército como golpista, lo que supondría el cese automático de las ayudas económicas que Estados Unidos proporciona a Egipto. No obstante, el presidente Adli Mansur ha criticado a su homólogo norteamericano por estas declaraciones, y ha señalado que sus afirmaciones "no se basan en hechos" y que teme que "incitarán a los grupos violentos en su camino antidemocrático y contra la estabilidad".

El Gobierno golpista decretó el miércoles el estado de emergencia en todo el país, así como el toque de queda durante la noche. Los disturbios comenzaron a primera hora del pasado miércoles, cuando las fuerzas de seguridad iniciaron el desalojo de los principales campamentos pro Morsi en El Cairo, dando lugar a un fuerte enfrentamiento con los manifestantes islamistas. La violencia se extendió rápidamente a otras ciudades egipcias. En Menia, los choques entre uniformados e islamistas se han cobrado la vida de 41 personas, mientras que en Fayum han dejado 35 fallecidos, en Ismailia 15 y en Alejandría 10.

El Gobierno, no obstante, ha defendido su actuación con respecto a los desalojos del pasado miércoles por boca de su primer ministro, Hazem el Beblawi. El dirigente afirmó que, tras varias advertencias verbales, a las autoridades no les quedaba otra opción que reprimir las protestas. "Llegamos a la conclusión de que el problema había llegado a un punto que ningún Estado podía aceptar", explicó El Beblawi, crítico con lo que considera una muestra de "anarquía". En este sentido, el primer ministro denunció "ataques contra hospitales y comisarías de Policía" que habrían cometido seguidores del depuesto presidente Morsi.

Los Hermanos Musulmanes han convocado una "marcha de la ira de millones" de personas para después de los rezos de este viernes, en protesta por la fuerza empleada por el Ejército egipcio para desalojar las acampadas de apoyo al expresidente Mohamed Morsi. Esta acción de las fuerzas armadas ha provocado ya 638 muertos, según las últimas cifras facilitadas por el Ministerio de Sanidad de Egipto.

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