Egipto

El Gobierno egipcio advierte de que responderá con fuego a los “actos terroristas” de los Hermanos Musulmanes

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El Ejecutivo salido del golpe de estado contra Morsi está dispuesto a enfrentarse a cualquier "acto terrorista" de los Hermanos Musulmanes con "fuego", tal y como ha expresado en un comunicado difundido esta tarde. Mientras, desde la Hermandad, se siguen convocando nuevas manifestaciones –han llamado a expresar su rechazo al Gobierno en un "día de la ira" este mismo viernes–, aunque han subrayado que su lucha es "pacífica".

Al menos 638 muertos –entre ellos, 43 policías– y 3.994 heridos es el balance oficial de víctimas en Egipto fruto de los disturbios entre los partidarios del derrocado presidente, Mohamed Morsi, y las fuerzas de seguridad. Además, entre los fallecidos hay dos periodistas, una joven de 26 años que trabajaba para Gulf News y un veterano de Sky News. No obstante, varias fuentes elevan el número de víctimas mortales considerablemente: los Hermanos Musulmanes aseguran que los fallecidos son al menos 4.500, aunque dicho balance no ha sido confirmado por fuentes oficiales.

La situación se complicó desde que, a primera hora del miércoles, los agentes iniciaran el desalojo de las acampadas que mantenían los seguidores de Morsi. Las escenas violentas se han sucedido y numerosos activistas han respondido con el lanzamiento de piedras al intento de desalojo del dispositivo policial, que ha empleado gases lacrimógenos y también fuego real. La violencia se extendió rápidamente a otras ciudades egipcias. En Menia, los choques entre uniformados e islamistas se han cobrado la vida de 41 personas, mientras que en Fayum han dejado 35 fallecidos, en Ismailia 15 y en Alejandría, 10.

El primer ministro del Gobierno golpista de Egipto, Hazem el Beblawi, defendió los desalojos de dos campamentos levantados por grupos islamistas en El Cairo y dijo que, tras varias advertencias verbales, a las autoridades no les quedaba otra opción que reprimir las protestas. "Llegamos a la conclusión de que el problema había llegado a un punto que ningún Estado podía aceptar", explicó El Beblawi, crítico con lo que considera una muestra de "anarquía". En este sentido, el primer ministro denunció "ataques contra hospitales y comisarías de Policía" que habrían cometido seguidores del depuesto presidente Mohamed Morsi.

Manifestantes lanzan piedras contra las fuerzas de seguridad durante los disturbios. EFE

Tras las operaciones de las fuerzas de seguridad, el Ministerio del Interior egipcio aseguró este miércoles que la plaza Nahda quedó libre de manifestantes. Este es uno de los dos emplazamientos en los que se concentraron los manifestantes, aunque era el menos numeroso de ellos. En esa operación, fuentes ministeriales apuntaron que se produjeron no menos de 200 detenciones.

Sin embargo, el dispositivo policial ha sido insuficiente para contener las protestas. Así, la Presidencia de Egipto ha decretado el estado de emergencia en todo el país a raíz de los altercados. La medida de excepción permanecerá en vigor durante un mes. De forma adicional, se impuso un toque de queda nocturno en 12 de las 27 provincias, que abarcan las principales ciudades (El Cairo, Alejandría, Suez), y que ya se ha levantado. 

En un comunicado emitido a través de la televisión, la Presidencia indicó que sus decisiones responden al "peligro" que corren "la seguridad y el orden en los territorios del país". Adli Mansur, presidente interino, encargó a la policía que tome las medidas necesarias para contener lo que las autoridades consideran "actos intencionados de destrucción y muerte a manos de grupos radicales".

El Baradei dimite

Imagen de archivo de Mohamed el Baradei. EFE

En respuesta a los acontecimientos de este miércoles, el vicepresidente de Relaciones Exteriores de Egipto, Mohamed el Baradei, presentó su renuncia al cargo en una carta dirigida al jefe de Estado interino, Adli Mansur. El Baradei fue nombrado como vicepresidentetras el golpe militar que derrocó al presidente Mohamed Mursi el pasado 3 de julio.

En su escrito, el hasta ahora vicepresidente también expresa sus esperanzas de que la situación en Egipto mejore: "Pido a Dios el altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo, y que cumpla las esperanzas y aspiraciones del pueblo", señala. La decisión del premio Nobel de la Paz, galardón que recibió por su labor al frente de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), llega en un momento en el que la tensión se ha incrementado notablemente.

Reunión de Naciones Unidas

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá este jueves de urgencia para analizar la situación que atraviesa Egipto, donde cientos de personas han perdido la vida por choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes islamistas partidarios del expresidente Mohamed Mursi.

El Consejo se reunirá a puerta cerrada a partir de las 5.30 horas (23.30 hora peninsular en España). Francia, Reino Unido y Australia habían pedido la celebración de este encuentro, del que podría salir una condena a la actuación de las actuales autoridades egipcias.

Cautela y preocupación

Desde el exterior, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se mostró "profundamente preocupado" por las muertes que ha dejado la violenta respuesta de las fuerzas egipcias a las movilizaciones convocadas por seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi, al tiempo que ha pedido "contención" a "todas" las partes. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español desaconseja viajar a Egipto por la situación de tensión que atraviesa el país.

Para las próximas jornadas, movimientos formados por los simpatizantes del depuesto presidente Mursi han convocado nuevos actos de protesta, lo que podría derivar en mayores enfrentamientos con las fuerzas policiales egipcias. Por su parte,  El partido salafista Al Nour, el segundo mayor movimiento islamista de Egipto tras los Hermanos Musulmanes, ha lanzado un llamamiento para reclamar el fin de los enfrentamientos por motivos políticos, ya que considera que podrían "romper" el país

Desalojar las plazas

El Gobierno egipcio anunció a finales de julio que desalojaría las sentadas y esgrimió motivos de seguridad para justificar tal decisión, que ha sido rechazada por las principales formaciones islamistas y algunos de los grupos revolucionarios más relevantes del país, entre ellos el Movimiento Juvenil 6 de Abril. 

En este sentido, la organización Amnistía Internacional (AI) ha reiterado que la actutud del Ejecutivo ha podido derivar en "nuevos abusos y derramamientos de sangre". Según AI, el Gobierno no había precisado del momento en el que se tomarían las medidas para reducir, de este modo, los enfrentamientos.

Hermanos Musulmanes y sus aliados han acusado a las nuevas autoridades de acceder al poder a través de un golpe de Estado militar tras el derrocamiento de Mursi y de lanzar una campaña de represión contra los movimientos islamistas. Decenas de altos cargos islamistas, entre ellos el propio Mursi, han sido arrestados y acusados de diversos delitos y crímenes.

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Críticas al nuevo Gobierno 

Entre las medidas más criticadas adoptadas por el nuevo Gobierno está el restablecimiento por parte del Ministerio del Interior de las funciones de lucha contra el extremismo y control de las actividades políticas y religiosas, suspendidas tras la revuelta que puso fin en 2011 al Gobierno del expresidente Hosni Mubarak.

Casi 300 personas han muerto debido a la violencia política desde el derrocamiento de Mursi, la mayoría de ellas seguidores de formaciones islamistas. Sólo el 27 de julio murieron unos 80 simpatizantes del presidente por disparos presuntamente efectuados por las fuerzas de seguridad.

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