Escraches a la inglesa
¿Quién quiere desahuciar a un millonario?
“¿Algún millonario causante de miseria vive en tu ciudad? ¿Algún artífice de la austeridad reside en tu vecindario? ¿Quién está presionando y beneficiándose de los recortes? Llego el momento de desahuciarlo”. Era la invitación de un grupo de activistas británicos, en su página web, a hacer escrache al ministro y el secretario de Estado de Trabajo y Pensiones del Gobierno, dos de los 18 ministros ricos que forman parte del Gabinete (29 miembros en total). “Nos dijeron que el único camino para reducir el déficit era recortar en los servicios públicos. Que no había alternativa y que estábamos en esto juntos. Sin embargo, no es el caso. Mienten. Los recortes se basan en la ideología, no en la necesidad”, aseguran.
Rechazaban así una de las medidas adoptadas en el controvertido plan de recortes a las prestaciones sociales llevado a cabo por el Gobierno conservador de David Cameron: el “impuesto dormitorio”, que gravará con 17 euros a la semana a 670.000 familias que tienen una habitación vacía en sus viviendas sociales. Lo que, se espera, provocará que 5.000 familias pierdan sus hogares. “No vamos a tolerarlo. Es la hora de la desobediencia civil por todo el país. La gente está cabreada, encolerizada, con estos detestables recortes. Vamos a levantarnos.”
El 27 de octubre de 2010, una semana después de que el ministro de Hacienda del Reino Unido anunciase los recortes más profundos en los servicios públicos desde 1920, cerca de 70 personas corrieron a lo largo de Oxford Street (la calle comercial por excelencia de Londres), entraron en la tienda insignia de Vodafone, se sentaron dentro y consiguieron cerrarla. Según publicada el diario The Guardian, entre otros, el gigante rojo de las telecomunicaciones evadía impuestos (más de 7 mil millones de euros).
La noche anterior a la protesta, fruto de la frustración y el descontento con el draconiano plan de austeridad, un hashtag comenzó a replicarse por Twitter hasta convertirse en trending topic: #ukuncut. La gente hablaba de la acción en la tienda de móviles. Estaban furiosos con los recortes, pero habían encontrado una válvula de escape que comenzaba a bullir. La idea se hizo viral. Tres días después, 30 tiendas de Vodafone distribuidas por todo el país se vieron obligadas a cerrar tras acciones similares.
Había nacido UK Uncut. Un movimiento de base que lleva a cabo acciones para resaltar las alternativas a las políticas de recorte del gasto del Gobierno tory. Para ellos, sí que hay alternativas, pero el Gobierno las ignora. Una de ellas es tomar medidas drásticas contra la evasión legal de impuestos de las corporaciones y los ricos que, se estima, cuesta al Estado 112 mil millones de euros. Otra es hacer que los bancos paguen por el subsidio implícito que le proveen los contribuyentes, es decir, que los bancos no puedan afrontar riesgos altos en base a sus expectativas, conseguir grandes beneficios y, finalmente, tras ser rescatados por el Gobierno, mantener esas ganancias y llevarse la subvención. Un alto ejecutivo del Banco de Inglaterra cifró el costo de este subsidio en 118 mil millones de euros al año.
Tanto la evasión fiscal de un solo año, como el continuo subsidio que pagan los ciudadanos a través de los impuestos a la industria bancaria, podrían pagar los 96 mil millones de euros que suponen cuatro años de recortes.
Dicen que estas “reformas” desmantelarán el estado del bienestar y que la desigualdad se disparará y golpeará fuertemente a los más pobres y vulnerables. Bibliotecas, asistencia médica, educación, voluntariado, deportes, medio ambiente, discapacitados, los más pobres y los jubilados serán quienes paguen el precio por las temeridades de los ricos. “Si los que han causado la crisis pagasen los mismos impuestos que tú y que yo, no tendríamos déficit. Los hechos hablan por sí solos.”, concluían en una entrada publicada en su blog.
Consideran que están sufriendo un experimento económico que no es que no sea necesario, sino que probablemente hará la recesión peor. Se refieren, como ya señalaron otras personas antes, a La doctrina del shock: en tiempos de crisis económica, la gente se aterroriza y acepta cualquier cosa, políticas que normalmente nunca aceptarían, por grande que sea, para solucionarlo.
UK Uncut surgió para luchar contra todo eso. No dudan en escrachar solo a miembros del Gobierno, también a multinacionales como Starbucks o Vodafone, bancos como Lloyd/Halifax, HSBC, Barclays o RBS, cadenas de supermercados como Tesco, la farmaceútica Boots o el magnate del textil sir Philip Green. Todo aquel que elude sus obligaciones impositivas con el fisco es escrachado. Una denuncia pública a la que se han sumado numerosos apoyos por parte de diferentes organizaciones sociales (Tax Justice Network, War on Want, People and Planet, etc), un ex-parlamentario laborista, el Green Party, el diario The Guardian y varios periodistas.
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Pero los movimientos sociales reivindicativos suelen necesitar de un órgano representativo en las instituciones para poder ejercer como grupo de presión y lograr así alcanzar las propuestas que defienden en las calles. Alguien que emprenda acciones legales en los tribunales. En este caso, la campaña de UK Uncut derivó, y se complementó, con la creación de UK Uncut Legal Action. Las protestas y denuncias públicas, ahora, también acabarían en los juzgados. Sin ir más lejos, en su primer proyecto han adoptado medidas legales (junto a una firma de abogados) contra el Gobierno por el dudoso trato fiscal brindado a Goldman Sachs, a quien hizo “un inusual y generoso regalo de Navidad”: perdonarle once millones de euros que adeudaba. El 2 de mayo se verán en los tribunales. Por el momento, han recaudado más de 20.000 euros en donaciones; y esperan llegar hasta los 24.000.
UK Uncut tan solo espera ser una pequeña parte de un movimiento mucho mayor. Están en unas 60 ciudades, y siguen creciendo. Desde pensionistas hasta adolescentes, de veteranos a novatos. Mucha es la gente que se ha unido ya a alguna de las protestas convocadas. Cualquier persona puede proponer un objetivo al que denunciar, y todo aquel que esté de acuerdo con la protesta es libre de sumarse a la convocatoria y acudir al escrache.
Quieren desenterrar la idea de que la sociedad es apática, que la masa no se moviliza. Demostrar que la ciudadanía puede hacer algo más que unirse a un grupo de Facebook para ponerse en pie y defender activamente aquello en lo que creen. “Pero, a menos que tomemos parte de ello, que lo hagan nuestros amigos, familiares y conocidos, se habrán salido con la suya. Sí hay alternativas y no estamos en esto juntos”. Es por lo que luchan.