Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos y Europa creen que una bomba colocada por Estado Islámico hizo estallar en pleno vuelo el avión de la aerolínea rusa Kogalimavia mientras sobrevolaba la península del Sinaí con 224 personas a bordo, según varias fuentes.
"Tenemos la impresión de que fue un explosivo colocado en el equipaje o en otro lugar del avión" por el Estado Islámico o un grupo armado leal a los milicianos de negro, dijo un funcionario norteamericano "familiarizado con el tema" a la periodista de CNN Barbara Starr.
Otro funcionario norteamericano confirmó la misma información a NBC, detallando que algún miembro del personal de tierra podría haber ayudado o incluso colocado directamente la bomba antes de que el avión despegara, descartando a pasajeros y tripulantes, ya que el análisis de sus perfiles no ha revelado vínculos terroristas.
La fuente citada por CNN explicó que aún no es una conclusión oficial, sino más bien una sensación por parte de la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos que se basa en la información recabada antes y después del siniestro en el Sinaí.
A este respecto, este informante explicó que, aunque no existía ninguna amenaza específica antes del suceso, sí "había cierta actividad adicional en el Sinaí que había llamado la atención" de la Inteligencia estadounidense.
Otro funcionario norteamericano dijo a CNN que apuntan a Estado Islámico basándose en el control efectuado sobre los mensajes internos de la organización terrorista al margen de las declaraciones públicas que han hecho los yihadistas.
Respaldo europeo
La Inteligencia europea ha respaldado esta tesis. Una fuente europea confirmó a la agencia de noticias Reuters que sus investigaciones se dirigen hacia la causa terrorista, si bien recalcó que aún no hay conclusiones claras.
"Hemos concluido que hay una posibilidad significativa de que la causa fuera un artefacto explosivo a bordo del avión", reveló el ministro de Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, tras la reunión de crisis que ha convocado el primer ministro británico, David Cameron.
Un portavoz de Downing Street ya había avanzado horas antes de que el Gobierno británico se decantaba por la teoría del atentado e incluso había sugerido que el avión habría sido derribado por un "artefacto explosivo".
Cautela en Rusia y Egipto
Por su parte, aunque en un principio tanto las autoridades rusas como las egipcias desecharon la autoría terrorista, tras las últimas averiguaciones han admitido que el suceso podría deberse a un objeto o "actividades externas".
"Ahora mismo hay dos versiones en consideración: algo del interior o un fallo técnico. El avión no pudo simplemente partirse en el aire, tuvo que ocurrir algo", dijo a Reuters una fuente de la aviación civil rusa, señalando que el lanzamiento de un cohete es "improbable".
"Creemos que hubo una explosión, pero no sabemos de qué tipo. Estamos examinando la arena del lugar para intentar determinar si se trata de una bomba", apuntó, por su parte, una fuente egipcia cercana a las pesquisas.
Los hechos
Un Airbus 321 de la aerolínea rusa Kogalimavia se desintegró el pasado sábado en el aire tras despegar en el resort turístico de Sharm el Seij rumbo a San Petersburgo en una zona montañosa del Sinaí, donde operan numerosos grupos armados que desafían al Gobierno de Abdelfatá al Sisi.
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Provincia del Sinaí, un grupo que ha jurado lealtad al Estado Islámico, se ha atribuido –hasta dos veces– el derribo del avión "en respuesta a los bombardeos rusos que han matado a cientos de musulmanes en territorio sirio".
Expertos rusos y egipcios, además de franceses y alemanes en representación de Airbus, investigan el accidente sobre el terreno. Las dos cajas negras han sido recuperadas, pero una de ellas –la que recoge las conversaciones en cabina y con el control de tierra–está parcialmente dañada.
Como medida de precaución varias aerolíneas –alemanas, francesas, británicas, irlandesas y emiratíes– decidieron rediseñar sus rutas para evitar sobrevolar la península del Sinaí hasta que se esclarezcan las causas del siniestro.
Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos y Europa creen que una bomba colocada por Estado Islámico hizo estallar en pleno vuelo el avión de la aerolínea rusa Kogalimavia mientras sobrevolaba la península del Sinaí con 224 personas a bordo, según varias fuentes.