Las bombas rusas han matado a 500 atletas de Ucrania que deberían estar hoy en los Juegos Olímpicos

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Benjamin Jung (Mediapart)

Jarkov y Kiev (Ucrania) —

Cerca de la frontera rusa, la ciudad ucraniana de Jarkov está sufriendo de lleno la invasión de Vladimir Putin. Como muchos otros edificios civiles, el polideportivo universitario de Karazin no se ha salvado. "Estaba reunido con colegas en mi despacho de la novena planta del ayuntamiento. Vimos sobrevolar seis misiles rusos, que luego impactaron directamente en tierra", recuerda Konstantin Ananchenko, un ex judoka que ahora es director de deportes de la segunda ciudad más grande del país. El 5 de marzo de 2022, varios misiles destruyeron el complejo, uno de los mayores del país.

“Aquí organizábamos torneos de fútbol con 120 equipos”, recuerda el funcionario. Uno de los misiles cayó sobre la sala de esgrima, arrancando el techo y el suelo, para acabar unos pisos más abajo. “Tiradores de esgrima de todo el mundo venían a entrenarse en estas instalaciones de última generación”, cuenta Konstantin Ananchenko.

El centro, que solía acoger a unas 10.000 personas al mes, también albergaba salas de balonmano, baloncesto, gimnasia, fitness, tenis y deportes de combate como boxeo y artes marciales. Hoy sólo quedan ruinas.

“En estas instalaciones se entrenó el boxeador olímpico Yaroslav Khartsyz, que participó en los Juegos de Tokio en 2020”, recuerda el ex campeón de artes marciales. "Nuestra región tiene una gran historia deportiva, con más de sesenta medallas olímpicas. Esperamos traer algunas nuevas de París, gracias en particular a la campeona del mundo de halterofilia Kamila Konotop, que se entrenó en el internado deportivo de la ciudad, destruido también por un bombardeo”, concluye Konstantin Ananchenko.

A casi 500 kilómetros de distancia, el polideportivo Lokomotiv Kiev es toda una institución. Conocido sobre todo por su equipo de fútbol, que juega en la primera mitad de la segunda división ucraniana, el centro deportivo es ahora uno de los símbolos del martirio de la capital ucraniana. El 23 de enero de 2024, un misil ruso alcanzó el edificio principal. Las ventanas de los edificios colindantes se hicieron añicos y los coches aparcados en las calles adyacentes quedaron calcinados.

Olexander Yegorov es el presidente del club. Con un nudo en la garganta, relata la desastrosa mañana, que quedará profundamente grabada en la memoria de los ochocientos socios del club. "El misil cayó a las 07:30 de la mañana, media hora antes de que los primeros niños llegaran al club. Por poco no hubo una masacre. Pero nuestro amigo Mykhailo Donskyi, que se había refugiado en el sótano, murió por sus heridas en el hospital. Era campeón internacional de halterofilia.” Aún conmovido, continúa. "Imagínense. Este edificio, que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y a la ocupación nazi, ha sido arrasado por nuestros vecinos”.

Estos centros importantes del deporte ucraniano son sólo una ínfima parte de las más de 500 instalaciones deportivas arrasadas desde el inicio del conflicto.

En la guerra han muerto 488 atletas y entrenadores ucranianos

Han perdido la vida muchos deportistas ucranianos, ya sea en bombardeos o durante los combates con el ejército ruso. "Hasta la fecha, el ejército ruso ha matado a 488 atletas y entrenadores ucranianos. Entre ellos está el levantador de pesas Oleksandr Pelechenko, que participó en los Juegos Olímpicos de Río y ha muerto en mayo. También hemos perdido a dos docenas de campeones europeos y mundiales", declara Matviy Bidnyi, ministro ucraniano de Juventud y Deporte en funciones, contactado por Mediapart.

Algunas de las víctimas podrían haber estado ahora en los Juegos Olímpicos de París o participando en otras competiciones internacionales. Es el caso, por ejemplo, de Dan Zvonuk, karateca de 25 años, campeón del mundo de karate kyokushin; Yevhen Malyshev, biatleta de 19 años que participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Lausana 2020; Yevhen Zvonok, campeón ucraniano de kickboxing y medalla de plata en campeonatos del mundo, fallecido a los 22 años; Ihor Osmak, entrenador de carreras de fondo y preparador de la atleta olímpica y maratoniana Tetyana Hamera-Shmyrko, fallecido en combate a los 57 años; y Viktor Kobzysty, ex campeón de baloncesto que entrenaba a equipos femeninos profesionales, fallecido a los 44 años en un atentado suicida con drones que afectó simultáneamente a varias ciudades ucranianas. ..

"Los rusos también se cobraron la vida de diez niños deportistas. El más joven era el jugador de baloncesto de 9 años Trokhym Bychko. Iba a la escuela en Jarkov y murió cuando un proyectil ruso alcanzó su casa. Es una gran pérdida para nuestra nación y para el deporte", añadió el ministro.

El 13 de julio, más de 1.000 personas se reunieron en París para rendir homenaje a esos atletas. Los manifestantes, que llevaban camisetas con los nombres de los deportistas fallecidos, pidieron que se excluyera a los atletas rusos y bielorrusos de los Juegos Olímpicos de París.

Un informe denuncia la decisión del COI

Dieciséis rusos y diecisiete bielorrusos aceptaron la invitación del Comité Olímpico Internacional (COI), que les permite competir bajo bandera neutral siempre que no apoyen activamente la guerra en Ucrania y no tengan vínculos con el ejército de su país.

Sin embargo, según un informe publicado el jueves por la fundación Global Rights Compliance, con sede en La Haya, diez de los dieciséis rusos son culpables de violar los “principios de participación” de los atletas bajo bandera neutral. Las ciclistas rusas Alena Ivanchenko y Tamara Dronova habían manifestado públicamente su apoyo a la guerra. La tenista Elena Vesnina había publicado likes en redes sociales sobre las “hazañas militares” de los soldados rusos en Ucrania y mensajes con el símbolo “Z” a favor de la guerra.

Lo mismo ocurre con Bielorrusia, donde la tiradora deportiva Daria Chuprys y el campeón de remo Yauheni Zalaty aparecen en esta investigación como miembros del comité deportivo de las fuerzas armadas bielorrusas, y el gimnasta Ivan Litvinovich participa activamente en la propaganda bélica del régimen.

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Contactado por Mediapart, el COI echó balones fuera: "No podemos comentar casos individuales ni las decisiones del comité de revisión. Se han examinado a los atletas de acuerdo con la decisión de la Comisión Ejecutiva del COI y los principios establecidos. No tenemos nada que añadir”.

Por su parte, Edward Mayor, presidente de la ONG de apoyo Stand with Ukraine, arremetió contra el COI: “Es impensable permitir que Rusia utilice la participación de atletas rusos y bielorrusos como instrumento de propaganda bélica”. Recuerda que a su regreso de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los atletas rusos, que ya competían bajo bandera neutral, fueron recibidos con gran pompa por el gobierno, que les concedió honores militares.

Traducción de Miguel López

Cerca de la frontera rusa, la ciudad ucraniana de Jarkov está sufriendo de lleno la invasión de Vladimir Putin. Como muchos otros edificios civiles, el polideportivo universitario de Karazin no se ha salvado. "Estaba reunido con colegas en mi despacho de la novena planta del ayuntamiento. Vimos sobrevolar seis misiles rusos, que luego impactaron directamente en tierra", recuerda Konstantin Ananchenko, un ex judoka que ahora es director de deportes de la segunda ciudad más grande del país. El 5 de marzo de 2022, varios misiles destruyeron el complejo, uno de los mayores del país.

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