La Agrupación Nacional (RN) se ha impuesto en la mayoría de las circunscripciones en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Si Francia tuviera un sistema de mayoría simple al estilo americano, tendría mayoría absoluta.
No es el caso, y el futuro no está escrito, pero las comparaciones con Estados Unidos siguen siendo esclarecedoras. La sociología electoral, el peso de los medios de comunicación dominantes, la traición de las élites, la estrategia Bannon... la evolución política al otro lado del Atlántico nos sirve de espejo, y viceversa.
Reestructuración electoral
Como en Estados Unidos en 2016 con Donald Trump, el aumento de la movilización ha beneficiado más a la RN que a la izquierda. El arraigo territorial del voto de RN en primera vuelta y el criterio del nivel educativo son otros dos factores que recuerdan al trumpismo. Símbolo de ello son la derrota de Fabien Roussel (secretario general del PCF, ndt) el pasado domingo y las dificultades de François Ruffin (LFI) en segunda vuelta.
Al igual que en Estados Unidos, la izquierda consolida sus bastiones en las grandes ciudades, sobre todo en París, y en las zonas periféricas, donde la mayoría de la población es de origen inmigrante. En cambio, se estanca o retrocede entre los obreros y las personas con menos estudios. En Estados Unidos, el Partido Demócrata ha perdido a las clases trabajadoras y se ha convertido en el partido de los urbanitas y de los más formados.
Trump ya había ampliado su base electoral en 2020, una tendencia que parece confirmarse en 2024: el Partido Republicano se ha convertido en el partido de los no universitarios, y la victoria de Trump en 2024 bien podría deberse a su progresión entre ese electorado, blanco o no, un cambio respecto a 2016, cuando hablábamos de su base de "blancos sin estudios".
Racismo, estilos de vida, manipulación mediática
La RN ha salido victoriosa incluso en circunscripciones en las que sus candidatos no han hecho campaña, lo que es una forma diferente de describir el análisis del arraigo territorial. Fueron los medios de comunicación, y más concretamente los canales de noticias 24 horas, liderados por CNews, los que le hicieron la campaña a RN, anclando sus temas y su visión del mundo en la mente de los votantes con la ayuda de una serie de editorialistas.
Trump se ha alegrado a menudo de la "publicidad gratuita" que recibió de los medios de comunicación durante sus campañas. Establecer la transgresión permanente como garantía de autenticidad es doblemente beneficioso en nuestra era político-mediática: halaga a quienes creen que "no se puede decir nada más", abre las compuertas a las expresiones racistas para contrarrestar a la supuesta corrección política, al tiempo que garantiza una cobertura mediática ideal porque es buena para los índices de audiencia y alimenta los algoritmos.
En Estados Unidos, tras la victoria de Trump, la gran pregunta era si su electorado estaba motivado por el racismo o por la economía. Pippa Norris, que ha trabajado sobre el auge electoral de los populismos, hablaba de la sensación de "pérdida de estatus" económico y social de las personas que votaron a Trump o al Brexit en Reino Unido.
En 2024 se han afinado las preguntas y también las respuestas. En Francia, Félicien Faury muestra en su libro Des électeurs ordinaires hasta qué punto están vinculados estos dos marcadores, cultura y economía, que RN incluye en el argumento de "defensa del modo de vida francés". Lo mismo que Trump y los trumpistas, que defienden un american way of life mitificado y desvanecido y describen al Partido Demócrata como el partido de "los subvencionados y los inmigrantes".
La omnipresencia de esta visión muestra hasta qué punto los medios de comunicación del grupo Bolloré han hecho campaña por la RN. Mediapart lleva mucho tiempo diciéndolo y es imposible subestimar el éxito de la estrategia mediática de Vincent Bolloré en los últimos diez años. La victoria de RN en esta primera vuelta también es la suya.
Ya se ha señalado el paralelismo con el otro multimillonario enterrador del debate público en Estados Unidos, Rupert Murdoch. Tras la debacle de Bush y los neoconservadores, Fox News llenó el vacío intelectual del Partido Republicano convirtiéndose en el proveedor de ideas de la derecha americana, abriendo todo un bulevar para Trump. La simbiosis intelectual entre Trump y los principales presentadores de Fox fue sorprendente desde 2016 y durante todo su primer mandato.
Este control absoluto del debate público evoca también la estrategia de Steve Bannon, eminencia gris del trumpismo, a quien le gusta recordar su principio cardinal: "La cultura determina la política", el lema de Andrew Breitbart, el fundador de la web de extrema derecha Breitbart News. Bannon fue su redactor jefe antes de unirse a la campaña de Trump en el verano de 2016. La cultura es aquí una visión del mundo, una narrativa que redefine las identidades al margen de las condiciones materiales. Podemos también ver que el voto a RN no puede reducirse a un nivel de renta, al igual que el electorado trumpista. La clase social no es solo una cuestión económica.
Otra de las estrategias de Bannon, y de cualquier propaganda, es la del espejo, que consiste en apoderarse a los argumentos de los adversarios invirtiéndolos: así, para Bardella, como para su recien aliado Ciotti, ex líder de Les Republicains, es la izquierda la que es hoy un peligro para la democracia. Incluso se oye esgrimir el espantajo del "golpe de Estado administrativo", otra importación directa del trumpismo y sus proveedores intelectuales. Macron no está lejos de ahí, con su discurso sobre la guerra civil. Trump habla ahora de los "fascistas que rodean a Biden y su administración Gestapo".
El tandem RN-LR ha reclutado incluso a Nicolas Conquer, un auténtico trumpista que hasta el mes pasado era el representante del Partido Republicano americano en el extranjero: habitual en los platós, ahora es el candidato de RN en la región de La Mancha.
Arrogancia y deshonor
A pesar del recato del Elíseo, los elegidos macronistas en primera vuelta parecen optar por la retirada, "la derrota antes que el deshonor", en palabras de la secretaria de Estado Sabrina Agresti-Roubache. No se puede decir lo mismo de la derecha gaullista, ya moribunda desde el paso de Ciotti a la RN, orquestado con Bolloré al día siguiente del anuncio de disolución, como ha revelado Le Monde.
Ciotti recuerda al líder de los republicanos en el Senado americano, Mitch McConnell, que tras denunciar el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 "por una turba alimentada con mentiras del presidente Trump", votó finalmente en contra de su destitución por esos mismos hechos.
Esa opción resumía la traición de las élites republicanas, que optaron por abrazar a Trump en cuanto fue elegido, con el fin de preservar sus carreras políticas, a falta de honor. Hubo pocas excepciones que anunciaron su retirada, o perdieron su reelección. Algunos ya han muerto, como el senador John McCain.
En su búsqueda de credibilidad y votos, la RN también ha adoptado otra estrategia común a Trump y Viktor Orbán: unirse a Israel y a su actual gobierno de extrema derecha para hacer olvidar su antisemitismo, atribuyéndoselo a LFI. Esta estrategia ha funcionado a la perfección, como hemos visto con adhesiones como la del ex cazador de nazis Serge Klarsfeld. Estrategia que ha contado con la ayuda de la mayoría de los medios de comunicación y del Elíseo.
El contexto internacional
El 7 de octubre sigue influyendo en nuestras vidas políticas y podría también costarle la victoria a Biden en noviembre; le costó votos al NFP en la primera vuelta en Francia.
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La guerra de Ucrania es otro factor, tanto en Francia como en Estados Unidos: esta vez, la extrema derecha se presenta como un "partido de paz" para disimular su orientación pro-rusa. Este es exactamente el mismo argumento de Trump contra Biden, para quien la política exterior se ha convertido en una soga al cuello.
Terminemos con estos dos presidentes, Macron y Biden, convencidos de que son los únicos capaces de "salvar la democracia", y cuya arrogancia podría abrir las puertas del poder a la extrema derecha.
Traducción de Miguel López
La Agrupación Nacional (RN) se ha impuesto en la mayoría de las circunscripciones en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Si Francia tuviera un sistema de mayoría simple al estilo americano, tendría mayoría absoluta.