Es un atentado sin precedentes. Ocurrió en la tarde del martes contra miles de dispositivos buscapersonas pertenecientes a miembros de Hezbolá, que los hizo explotar. Han muerto al menos doce personas y resultado heridas más de 2.800, entre ellas 200 de gravedad. Pero el número de víctimas podría ser mayor. El movimiento chií y las autoridades libanesas han acusado a Israel de estar detrás de esta espectacular operación de piratería dirigida contra el sistema de radiomensajería.
Hezbolá había pedido a sus miembros que dejaran de utilizar teléfonos móviles para evitar el pirateo israelí. El poderoso partido ha establecido un sistema de “buscas” por el que se llama a sus miembros para que se acudan a sus unidades.
Alrededor de las 15:30 (14:30 hora europea), los “buscas” estallaron causando estragos en varios bastiones del grupo proiraní en Líbano, en el suburbio sur de Beirut, en el sur del país y en la llanura oriental del Bekaa.
Según el ministro de Sanidad, Firass Abiad, la mayoría de las víctimas resultaron heridas “en la cara, la mano, el estómago e incluso los ojos”.
Entre los muertos se encuentra el hijo del diputado de Hezbolá Ali Ammar, según declaró a la AFP una fuente próxima a Hezbolá. Esta fuente había dicho anteriormente que el hijo del diputado Hassan Fadlallah también había muerto, pero corrigió la declaración diciendo que estaba herido.
Una niña de diez años también murió en el este de Líbano al explotar el “busca” de su padre, según su familia y una fuente cercana a Hezbolá. Los hijos de un alto cargo de seguridad de Hezbolá también resultaron heridos, según una fuente cercana a Hezbolá.
Israel no ha reaccionado oficialmente. La web Axios, citando a “una fuente al corriente de la situación”, afirma que la operación fue aprobada a principios de esta semana “en reuniones de seguridad con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, miembros clave de su gobierno y jefes de los servicios de seguridad”.
Según ese medio americano, el objetivo era “minar la confianza de Hezbolá y crear en las filas de la milicia la sensación de que está totalmente trufada por la inteligencia israelí».
Según fuentes citadas por el Wall Street Journal, los buscas “proceden de un nuevo envío que el grupo ha recibido en los últimos días”
En un comunicado, el gobierno libanés señaló la responsabilidad del país vecino, denunciando una agresión “que representa una grave violación de la seguridad y la soberanía libanesas”. Por su parte, el movimiento chiita, tras haber recomendado en un primer comunicado no difundir rumores sin señalar a un responsable, acusó finalmente a Israel de estar detrás de las explosiones en cadena, declarando que recibiría “su justo castigo”.
Herido el embajador de Irán
Según la agencia iraní Fars, el embajador iraní en Beirut, Mojtaba Amani, también resultó herido leve en la explosión. «Amani sufrió una herida superficial y se encuentra actualmente en observación en el hospital”, declaró una fuente citada por Fars. El ministro iraní de asuntos exteriores, Abbas Araghchi, condenó la explosión, calificándola de “acto terrorista” y culpando a Israel.
En una conversación con su homólogo libanés, Abdallah Bou Habib, el embajador iraní expresó sus condolencias y ofreció su apoyo, según informa el ministerio de asuntos exteriores en Teherán.
Esto significa que los israelíes disponen de capacidades e inteligencia que les permiten llevar a cabo atentados de esta naturaleza, mucho más allá de lo que se pensaba
Los hospitales se vieron desbordados y pidieron donaciones de sangre. En las redes sociales circulan decenas de vídeos que muestran a hombres heridos, algunos de ellos de gravedad.
La oficial Agencia Nacional de Noticias (ANI) informó de un “incidente de seguridad sin precedentes ocurrido en los suburbios del sur de Beirut, así como en muchas regiones libanesas”, atribuyéndolo al “enemigo” israelí. Añadió que “el sistema de mensajería fue pirateado utilizando alta tecnología”.
Hezbolá, también atacado en Damasco
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, “varios miembros libaneses de Hezbolá” también fueron hospitalizados en instalaciones de Damasco y sus alrededores tras la explosión de sus aparatos buscapersonas. Según la organización, “En Damasco, un dispositivo explotó en el interior de un vehículo que circulaba por la carretera cerca de Kafr Soussa”, un barrio acomodado de la capital siria que alberga edificios oficiales y cuarteles militares y de seguridad.
Según fuentes citadas por el Wall Street Journal, los aparatos “procedían de un nuevo envío que el grupo ha recibido en los últimos días”. Un responsable de Hezbolá, citado por el diario americano, explicó que “algunas personas notaron que los dispositivos se calentaban y se deshicieron de ellos antes de que explotaran”.
Ramy Khoury, investigador de la Universidad Americana de Beirut, ha sido entrevistado por Al Jazeera y describe las explosiones como “el acontecimiento más peligroso” al que se ha enfrentado Hezbolá en años. “Es muy inusual y realmente preocupante para Hezbolá y todos sus aliados del eje de la resistencia”, dijo, “porque significa que los israelíes tienen capacidades e inteligencia que les permiten llevar a cabo ataques de esta naturaleza mucho más allá de lo que pensábamos”. En su opinión, esto podría marcar “el comienzo de una campaña más amplia”.
Inmediatamente después de comenzada la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, causada por un ataque del movimiento islamista y otras facciones palestinas en suelo israelí el 7 de octubre, Hezbolá abrió el frente del sur de Líbano para apoyar a su aliado palestino.
Washington a favor de una resolución diplomática
El ataque masivo de ayer se produce tras semanas de discusiones entre bastidores por parte de Estados Unidos en un intento de impedir que Irán tome represalias por el asesinato en Teherán, a finales de julio, del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh. Washington volvió a insistir en ese mensaje el martes. “Instamos a Irán a que no utilice el más mínimo acontecimiento para tratar de alimentar la inestabilidad y agravar aún más las tensiones en la región”, declaró el portavoz del departamento de Estado Matthew Miller, que también explicó que “Estados Unidos no ha estado implicado en esto, que no estaba al corriente de que se iba a producir este incidente y en este momento estamos recabando información”.
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Esta semana, Washington ha enviado un enviado especial a la región, Amos Hochstein, que desde hace meses se desplaza regularmente entre Israel y Líbano para intentar aliviar las tensiones en la frontera. “Lo que queremos ver es una resolución diplomática del conflicto entre Israel y Hezbolá”, organización considerada terrorista por Washington, declaró Matthew Miller, juzgando que “los miembros terroristas de una organización terrorista son objetivos legítimos para un país”.
Traducción de Miguel López
Es un atentado sin precedentes. Ocurrió en la tarde del martes contra miles de dispositivos buscapersonas pertenecientes a miembros de Hezbolá, que los hizo explotar. Han muerto al menos doce personas y resultado heridas más de 2.800, entre ellas 200 de gravedad. Pero el número de víctimas podría ser mayor. El movimiento chií y las autoridades libanesas han acusado a Israel de estar detrás de esta espectacular operación de piratería dirigida contra el sistema de radiomensajería.