Quién es quién en la galaxia del extremismo cristiano empeñado en “restaurar el orden natural” en la UE

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Rozenn Le Carboulec (Mediapart)

Figuritas con forma de feto enviadas por correo postal, o fotos tomadas con ellas en la palma de la mano y enviadas por correo electrónico a todos los eurodiputados. El llamamiento a ver un vídeo, que ha tenido casi 10.000 visualizaciones desde el 22 de marzo, en el que tres mujeres anónimas hablan de sus traumáticos abortos a los que, dicen, "se sometieron" porque la sociedad "no había tomado ninguna medida para protegerlas de la presión". O, tan recientemente como el 15 de mayo, una invitación a una reunión entre parlamentarios y "un grupo de mujeres" que han abortado.  Estos son algunos de los métodos utilizados por European Centre for Law & Justice (ECLJ), ONG acreditada por la ONU y asociación católica conservadora local, para intentar impedir la constitucionalización del aborto en Francia o la aprobación de una resolución para incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. 

El ECLJ, derivado del influyente American Center for Law and Justice (ACLJ), organización cristiana conservadora de Estados Unidos, es actualmente uno de los principales grupos de presión antiabortistas de Europa, que se ha ido federando desde hace unos diez años y ganando influencia.

En 2013, el director de ECLJ, Grégor Puppinck, era miembro de la red Agenda Europe (según un informe del Foro Parlamentario Europeo sobre Población y Desarrollo, EPF), dedicada a mejorar la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Es decir, un grupo "inspirado por el Vaticano" cuyo objetivo es "restaurar el orden natural". En otras palabras, hacer retroceder el acceso a la contracepción y al aborto, así como los derechos de las personas LGTBI+.  

Cuando se fundó, el manifiesto de la organización establecía cinco prioridades: crear estrategias contra la eutanasia, por la libertad religiosa, por el matrimonio y la familia, contra la legislación antidiscriminatoria y contra la maternidad subrogada. En particular, el autor anónimo defendía "la reintroducción de leyes represivas de la homosexualidad" frente a los "peligrosos efectos de la despenalización de la sodomía", o que "la aceptación de las relaciones homosexuales, lésbicas y (finalmente) pedófilas parece una consecuencia lógica de aceptar la contracepción artificial". 

Según el EPF, la labor de lobby contra los derechos humanos ha dado sus frutos en algunos países y, a través de peticiones, los miembros de Agenda Europe han conseguido frenar el avance de los derechos LGTBI en Croacia en 2013 y luego en Eslovenia en 2015 . En septiembre de 2016 fue presentado en el pleno del Parlamento polaco el proyecto de ley "Stop Aborto" de la fundación privada Ordo Iuris, cuyos presidente y asesor jurídico pertenecían a Agenda Europe. 

En 2019, la misma organización estuvo también detrás de una Carta de Derechos de la Familia, firmada por numerosas autoridades locales denominadas "libres de LGTBI". A nivel europeo, el eslovaco Ján Figeľ, también miembro de Agenda Europe, fue nombrado en 2016 por la Comisión Europea primer "enviado especial para la promoción de la libertad religiosa y creencias fuera de la Unión Europea".  

Broche de oro del Congreso Mundial de Familias

Según el EPF, entre los miembros de Agenda Europe había otros franceses, como Ludovine de La Rochère, que presidió La Manif pour tous (Manifestación para todos), que ahora es Le Syndicat de la famille, tras haber sido responsable de comunicación de la Fondation Jérôme Lejeune, y Émile Duport, que fue también miembro de La Manif pour tous y fundador del movimiento antiabortista Les Survivants (Los supervivientes). 

Preguntada al respecto, Ludovine de La Rochère aseguró que "no conoce de nada a los miembros de Agenda Europe“ y que simplemente había recibido entre 2016 y 2019 "una docena de correos electrónicos" de esa organización. Grégor Puppinck no respondió. Porque, aunque Agenda Europe ya no existe bajo esta forma, según Neil Datta, director ejecutivo del EPF, esta organización católica conservadora ha seguido tejiendo su red.  

"Hemos que reconocer que en todos los actos organizados sobre estas cuestiones participan las mismas organizaciones religiosas y los mismos actores. Así fue, por ejemplo, en la cumbre demográfica de Budapest. Aunque ya no tengan una estructura uniforme, estas asociaciones ultraconservadoras siguen existiendo", observa Amandine Clavaud, codirectora de estudios del Observatorio para la Igualdad de Género de la Fundación Jean Jaurès.  

Esta "cumbre demográfica" sobre la familia organizada en septiembre de 2023 a iniciativa del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acogió a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a los presidentes serbio y búlgaro, Aleksandar Vučić y Rumen Radev, pero también a presidentes de organizaciones internacionales pro-familia y conservadoras como la presidenta de Family Watch International, el director de la International Federation for Family Development (IFFD) Ignacio Socías, el director ejecutivo de Alliance Defending Freedom (ADF) Paul Coleman, y la ex presidenta húngara Katalin Novák, del partido ultraderechista Fidesz.

Algunas de estas organizaciones están acreditadas ante las Naciones Unidas. Están acogidas al estatuto Ecosoc, mientras que asociaciones feministas a veces tienen dificultades para obtenerlo

¿Uno de las muchos puntos en común? La mayoría de ellas aparecen citadas en otro informe de la EPF, titulado La punta del iceberg, que enumera la financiación contra el género. Tanto Paul Coleman como Sharon Slater, de Family Watch, eran además miembros activos de Agenda Europe, según la lista del EPF.  

Casi todos los años, los mismos protagonistas están presentes en el Congreso Mundial de las Familias. En 2019, su edición italiana celebrada en Verona, fue patrocinada por Generazione Famiglia, la "Manif pour tous" italiana, y CitizenGO, "uno de los grupos de presión cristianos más importantes hoy en la ONU", según Jeanne Hefez, responsable de promoción de la ONG Ipas, que trabaja para avanzar en el acceso al aborto y la anticoncepción en todo el mundo.  

Un nuevo ‘La Manif pour tous’ en la ONU y en Europa

Sobre el peso político de estos grupos, Amandine Clavaud advierte: "Algunas de estas organizaciones están acreditadas ante Naciones Unidas. Están acogidas al estatuto Ecosoc, mientras que asociaciones feministas de la sociedad civil a veces tienen dificultades para obtenerlo". Además del ECLJ de Grégor Puppinck, entre las organizaciones con estatuto consultivo ante el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU en 2022 figuraban la Fondation Jérôme Lejeune, SOS Éducation, Alliance VITA, la asociación conservadora Juristes pour l'enfance, formada por ex miembros de LMPT, y también La Manif pour tous.  

Preguntada al respecto, su presidenta Ludovine de La Rochère asegura que su movimiento "interviene en la ONU desde 2015 sobre la cuestión de la explotación reproductiva, en particular a través del uso de la palabra". 

A nivel transnacional, también está acreditada la Alliance Defending Freedom (ADF), que recientemente apoyó a políticos de extrema derecha, como Éric Zemmour, en las acciones judiciales emprendidas tras la cancelación de una reunión en Bruselas, así como el grupo de presión español anti aborto, anti matrimonio para todos y anti eutanasia HazteOir, fundador de CitizenGO y que también figura en la lista de los principales financiadores antigénero en Europa. 

A escala europea, algunas de estas organizaciones participan en la "Iniciativa Ciudadana Europea" (ICE) One of Us "en defensa de la vida y la dignidad humanas". Entre ellas se encuentran la Fondation Jérôme Lejeune y la ECLJ, así como Alliance VITA, las Asociaciones Familiares Católicas (AFC), HazteOir y CitizenGO. One of Us ha sido rechazada por la Unión Europea y se ha transformado desde entonces en federación. 

Pero no importa. En 2015 se registró otra iniciativa ciudadana europea en la Comisión Europea "para proteger el matrimonio y la familia". Llamada Mum, dad and kids (Mamá, papá e hijos) y haciéndose eco del lema principal de LMPT, está respaldada por unas diez personas, entre ellas Ludovine de La Rochère y Grégor Puppinck.  

En 2018, tanto One of Us como la Fondation Lejeune fueron patrocinadores oficiales del seminario internacional de otra organización mundial originaria de Sudamérica: la Political Network for Values, PNfV (Red Política por los Valores), de la que Katalin Novák fue presidenta y a la que Ipas dedicó un informe en 2023. Las demás ediciones contaron con el apoyo, en particular, del grupo del PPE en el Parlamento Europeo (Partido Popular Europeo-Demócrata-Cristianos). 

Y es lógico, pues el presidente de honor de esta red es el ex eurodiputado, ex ministro del Interior español y miembro del PPE Jaime Mayor Oreja, que también es presidente de One of Us. En 2022, participó en el seminario del PNfV en Budapest con, entre otros, Grégor Puppinck.  

Cuando Mediapart se puso en contacto con él para hablar de los movimientos antigénero, Puppinck se limitó a responder: "No nos preocupa el tema", pero nos remitió a un artículo de Valeurs actuelles (revista semanal de extrema derecha, ndt) en el que se denuncia la presencia de un "lobby abortista en el Parlamento Europeo".

 

 

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En Francia, como en el resto del mundo, proliferan los movimientos antigénero. "Bien organizados, bien financiados y cada vez más eficaces", según el Comisario de Derechos Humanos e Identidad de Género del Consejo de Europa, ganan en influencia política a medida que la extrema derecha progresa. Sus objetivos: los derechos de las mujeres, de las personas LGTBIQ+, de los migrantes y, en general, cualquier reivindicación que no sea heteropatriarcal, blanca y cristiana. Es una investigación sobre una red transnacional que amenaza nuestras democracias.

 

Traducción de Miguel López

Figuritas con forma de feto enviadas por correo postal, o fotos tomadas con ellas en la palma de la mano y enviadas por correo electrónico a todos los eurodiputados. El llamamiento a ver un vídeo, que ha tenido casi 10.000 visualizaciones desde el 22 de marzo, en el que tres mujeres anónimas hablan de sus traumáticos abortos a los que, dicen, "se sometieron" porque la sociedad "no había tomado ninguna medida para protegerlas de la presión". O, tan recientemente como el 15 de mayo, una invitación a una reunión entre parlamentarios y "un grupo de mujeres" que han abortado.  Estos son algunos de los métodos utilizados por European Centre for Law & Justice (ECLJ), ONG acreditada por la ONU y asociación católica conservadora local, para intentar impedir la constitucionalización del aborto en Francia o la aprobación de una resolución para incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. 

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