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Putin busca 180.000 reclutas para sostener el frente en la guerra en Ucrania

Varias personas pasan junto a vallas publicitarias que anuncian el servicio militar por contrato con el lema 'Una ciudad heroica tiene sus héroes' en San Petersburgo.

Justine Brabant (Mediapart)

Por tercera vez desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, el ejército ruso ha anunciado un aumento de su plantilla. Hasta ahora, empleaba a 2,2 millones de personas, entre ellas 1,32 millones de militares. El lunes 16 de septiembre, Vladimir Putin firmó un decreto para reclutar 180.000 soldados más.

Se trata de una cifra considerable: de aquí a diciembre, fecha prevista para la entrada en vigor del decreto, Moscú habrá reclutado el equivalente de todo el ejército francés (205.000 soldados).

Nada más conocerse la noticia, abogados rusos especializados en derecho militar –muchos de los cuales, desde el inicio de la guerra en Ucrania, han estado sacando provecho asesorando a jóvenes rusos que no quieren ser reclutados– se hicieron con el anuncio. En un post, uno de los bufetes entra en detalles: para encontrar a esos 180.000 reclutas, el Estado ruso podría recurrir a “soldados contratados”; podría optar por “ampliar el reclutamiento obligatorio y aumentar la duración del servicio militar”; o podría llevar a cabo una nueva oleada de movilizaciones.

Esta última opción, mucho más impopular, ha sido descartada temporalmente. “No es necesaria una movilización para aumentar el número de efectivos del ejército”, declaró Andrei Kartapolov, presidente del Comité de Defensa de la Duma (el Parlamento ruso) al medio Shot . Aseguró que el ministerio de Defensa utilizaría militares contratados, es decir, soldados que se alistan de forma voluntaria, a diferencia de los que son llamados durante las oleadas de movilización.

La presidencia rusa está intensificando sus esfuerzos para encontrar suficientes reclutas. El 16 de septiembre promulgó otro decreto que obliga a las tropas cosacas (unos 150.000 hombres) a preparar a sus miembros para incorporarse a la reserva de ciudadanos rusos movilizables para el frente. La Duma también acaba de aprobar un proyecto de ley que amplía las exenciones de sanciones penales para las personas alistadas en el ejército, otra forma de animarles a unirse filas.

Los observadores ucranianos ven en esta serie de anuncios del Kremlin una señal de que no todo va bien para los soldados rusos en Ucrania. “Esto subraya una cosa: están encontrando dificultades en la guerra con Ucrania porque carecen de recursos humanos, y esos recursos humanos se están convirtiendo en su principal objetivo a medida que disminuyen sus recursos de equipamiento militar”, opina el columnista militar ucraniano Oleksandr Kovalenko, entrevistado por RBC-Ucrania. Según la inteligencia británica, aliada de Kiev, en agosto murieron o resultaron heridos más de 1.200 soldados rusos cada día en el frente ucraniano.

Los dos problemas del Kremlin

La decisión de reclutar 180.000 soldados más forma parte de una transformación estructural más amplia del ejército ruso. Tras las reformas encaminadas a profesionalizarlo, modernizarlo y reducir su tamaño a finales de la década de 2000, después de la guerra contra Georgia, el ejército ruso ha estado avanzando en la dirección opuesta desde 2022.

El fracaso de la invasión de febrero de 2022, en la que las tropas rusas no lograron tomar rápidamente el control de Kiev como esperaban, “cambió completamente la situación”, analiza Dimitri Minic, investigador del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), provocando una “larga y mortal guerra en Ucrania, una ruptura profunda con Occidente, una expansión de la OTAN y un refuerzo del flanco oriental de esta Alianza”.

“El Kremlin se encontró así ante dos problemas: reforzar la presencia militar rusa en el noroeste (países bálticos y Finlandia) para gestionar una posible guerra general con la OTAN, y mantener el esfuerzo bélico en Ucrania”, señala el investigador, entrevistado por Mediapart. Desde el verano de 2022, la respuesta a esos dos problemas ha sido “aumentar drásticamente el tamaño del ejército ruso, en particular en las ramas más afectadas por la guerra en Ucrania: el ejército de tierra, las tropas aerotransportadas, la infantería naval, etc.”.

¿Lo conseguirá el ejecutivo ruso? “El Kremlin ha logrado aumentar en varios cientos de miles el número de sus efectivos en el ejército y en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022”, recuerda Dimitri Minic, que en 2023 dedicó un libro al pensamiento y la cultura estratégicos rusos.

Incluso hoy en día, Rusia podría reclutar “una media de unos 30.000 hombres al mes”, lo que es “suficiente para mantener las grandes pérdidas sufridas en el campo de batalla y la costosa estrategia de atacar en todas partes y todo el tiempo en la línea del frente, pero no lo suficiente para crear una superioridad decisiva sobre el ejército ucraniano”.

Sin embargo, concluye Dimitri Minic, “nada permite afirmar que se pueda mantener este ritmo de reclutamiento , ni siquiera que permita a Moscú aumentar sus efectivos hasta alcanzar 1.500.000 hombres”, el objetivo fijado por Vladimir Putin... “a menos que el Kremlin decida una nueva movilización”.

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Si el Estado ruso tuviera que dar este paso, sería la segunda vez en el espacio de pocos meses (tras la ofensiva ucraniana en Kursk) que los ciudadanos rusos se enfrenten en su vida cotidiana a la realidad de una guerra que a menudo trata de mantener oculta. Con consecuencias políticas y sociales imprevisibles.

 

Traducción de Miguel López

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