Los sospechosos controles antidopaje de Sergio Ramos

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Yann Philippin y EIC

El domingo 4 de junio de 2017, una muestra llegó al laboratorio de control antidopaje en Seibersdorf, una ciudad de Austria situada al sur de Viena. Tenía el código 3324822 y provenía de Gales. El tubo sellado contenía 110 mililitros de orina de un jugador profesional del Real Madrid recogidos la noche antes de la final de la Liga de Campeones que enfrentó al equipo madrileño con el Juventus de Turín en el Millennium Stadium de Cardiff.

Un mes después, el 5 de julio, el director adjunto del laboratorio de Seibersdor envió un informe a la sede de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), situada en la ciudad suiza de Nyon. El instituto austriaco había analizado la muestra y encontraron rastros de dexametasona, una preparación de cortisona con efectos antiinflamatorios y analgésicos. También aumenta la atención y la concentración y puede provocar un estado de euforia. Y, sobre todo, se encuentra en la lista de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que enumera las sustancia prohibidas en una competición. ¿Qué jugador del Real Madrid firmó el control con el código 3324822? No fue difícil para el departamento médico de la UEFA determinar a qué jugador correspondía la muestra 3324822 en el marco de la final de la Liga de Campeones en Cardiff. La organización tenía en su posesión los documentos que combinaban los nombres de los jugadores con los códigos de las muestras.

Y esta muestra pertenecía a Sergio Ramos, capitán del Real Madrid y de la selección española, un jugador que había ganado la Copa del Mundo una vez, el Campeonato de Europa dos veces y que acababa de ganar tres veces la Liga de Campeones. Es uno de los mejores futbolistas del mundo. Esto es lo que revelan los documentos de Football Leaks, obtenidos por Der Spiegel y analizados por Mediapart y sus socios del EIC.

Tras la investigación abierta sobre sus resultados en el control antidopaje, Sergio Ramos finalmente no fue sancionado por la UEFA. Tampoco se tomaron medidas disciplinarias contra el médico del Real Madrid, a pesar de un error en la declaración adjunta al test. La estrella española tampoco recibió ninguna sanción en el segundo caso que se cierne sobre él: tras un partido de la Liga en abril de 2018, Ramos decidió ducharse antes de realizar un control antidopaje, violando la regulación.

Nuestros documentos muestran que las autoridades del mundo del fútbol parecen ser indulgentes cuando se enfrentan a violaciones de las reglas antidopaje cometidas por un jugador emblemático y uno de los clubes más ricos del planeta.

Dos días después de recibir los resultados del control positivo de Ramos, el 7 de julio de 2017, Caroline Thom, responsable de la unidad antidopaje de la UEFA, contactó a Sergio Ramos para tratar de obtener una explicación.

El jugador respondió el 10 de julio, dirigiéndose a la empleada de la UEFA por su nombre. Se conformó con una breve declaración de sólo cuatro líneas. El médico del equipo del Real Madrid, escribió, lo había tratado el día anterior al partido. Apuntando que todos los detalles adicionales aparecen explicados en un "informe médico" adjunto elaborado por el facultativo. "Espero que esto aclare completamente la situación", concluyó Ramos.

La Agencia Mundial Antidopaje ha establecido reglas claras sobre el uso de la dexametasona. Su administración está permitida antes de los partidos. Pero es obligatorio que el médico del equipo informe sobre dicha administración durante la prueba de dopaje. Si el médico no lo hace y si se encuentran rastros de dexametasona en la sangre de un deportista, se considera un caso sospechoso de dopaje. El siguiente paso ineludible es la apertura de una investigación de dopaje.

He ahí el problema para Ramos. En el formulario adjunto a la muestra 3324822, precisamente en la sección « 3b », destinada a especificar los medicamentos utilizados en los últimos siete días, no se menciona en absoluto la dexametasona.

Simplemente se señaló que el defensa del Real Madrid había recibido una inyección intraarticular el día anterior a la final de un medicamento diferente: Celestone Chronodose. Había recibido 1,2 mililitros de la sustancia en su hombro y otra inyección de la misma dosis en su rodilla. Al igual que la dexametasona, Celestone Chronodose, más conocida como betametasona, es un glucocorticoide y también tiene un efecto antiinflamatorio. Y también está en la lista de sustancias prohibidas de la AMA.

El informe de la UEFA señala que Ramos apareció en el puesto de control de dopaje en Cardiff a las 22 horas y 38 minutos del 3 de junio, inmediatamente después de la entrega de premios. La muestra de sangre y la muestra de orina se demoraron casi dos horas, las pruebas realizadas a Ramos concluyeron después de medianoche, y no fueron registradas hasta las 00.26 horas. El médico del equipo, Mikel Aremberri, un traumatólogo que también es el facultativo del equipo nacional español de rugby, lo acompañó durante todo el proceso. Firmó el formulario de control de dopaje junto a Ramos.

Tras el descubrimiento de la dexametasona, Mikel Aremberri asumió toda la responsabilidad. Su informe para la UEFA parece la entonación de un mea culpa. El mensaje era claro: Ramos era inocente, y él el único responsable.

Debido a que Ramos sufre "patologías crónicas" en la rodilla izquierda y en el hombro izquierdo, según escribe el médico, el facultativo le administró dos inyecciones de dexametasona el día anterior a la final de la Liga de Campeones.

El hecho de que anotase la droga equivocada en el informe de dopaje, realizado al acabar el partido, se debió a la « euforia » por haber ganado el título y a las "circunstancias específicas en las que se llevó a cabo este control de dopaje". En resumen, Juan Carlos de Borbón, quien fuera rey de España, había pasado por el puesto de control de dopaje para visitar a Ramos, al igual que lo hizo el presidente del Gobierno de España.

En la confusión, había cometido un error, confundiendo dos sustancias similares que están sujetas a los mismos criterios durante una prueba de dopaje. Fue un "error humano", escribió Aremberri, "y, por lo tanto, comprensible". Escribió que nunca tuvo la intención de "infringir ningún reglamento antidopaje".

De acuerdo con la respuesta enviada a Sergio Ramos y al Real Madrid, el 12 de julio,  la UEFA consultó a un "experto" que "confirmó" que las dos inyecciones intraarticulares de 1,2 mililtros  "serían coherentes con la concentración de dexametasona encontrada en la muestra". Ahí concluyó la investigación.

La UEFA consideró "muy probable" que el jugador y el médico cometieran "un error administrativo". Decidió "cerrar el caso sin imponer ningún procedimiento disciplinario", y dando este consejo a Ramos: "En el futuro, le pedimos a usted y al médico de su equipo que sean extremadamente cautelosos", concluyó la carta, "al completar el formulario de control de dopaje y más precisamente la declaración que concierne a la medicación".

Sergio Ramos se benefició de la gran vaguedad que planea sobre el uso de los corticoides, muy utilizados por los deportistas para tratar sus dolores (especialmente en el ciclismo, pero también en el rugby, como lo ilustra elaffaire del Racing 92 en 2016). La regulación de estas sustancias es compleja y su uso es considerado por algunos expertos como un delito, ya que temen el riesgo de un dopaje legal gracias a una simple receta médica (leer aquí).

Si se toma más de 24 horas antes de un partido y se administra de forma intraarticular, la dexametasona encontrada en la orina de Ramos podría haber sido utilizada deliberadamente. Ni siquiera requiere una ATU (autorización de uso con fines terapéutico), el procedimiento que permite el uso de ciertos productos prohibidos por razones médicas. Sin embargo, es difícil comprobar, varias semanas después de un control, la fecha real de la inyección y si la aguja se colocó en el músculo en lugar de en el cartílago.

Sergio Ramos insistió en ducharse antes de realizar un control

Interrogada por el EIC, la UEFA respondió que la decisión se tomó « respetando » el código de la AMA. Tanto la FIFA como la AMA tienen la capacidad de impugnar las decisiones de la UEFA en casos de dopaje ante el Tribunal Internacional de Arbitraje Deportivo en Lausana, escribió la UEFA. Ni Ramos, ni el médico del equipo, ni el Real Madrid han querido comentar el caso.

Sin embargo, queda latente la impresión de que en el caso de la dexametasona de Ramos, la prominencia del jugador y el aura del equipo podrían haber ejercido cierta influencia en la manera en que se trataron las pruebas en cuestión.

Ahora hay un dosier adicional relacionado con un caso actual que involucra al Real Madrid. Y este podría dañar la reputación del club y la de uno de sus mejores jugadores. Esta vez, el archivo en cuestión no está en posesión de la UEFA sino de la Agencia Estatal Antidopaje (AEPSAD) de España. Y de nuevo, todos los focos están dirigidos a Sergio Ramos.

El 15 de abril de este año, un domingo por la noche, el Real Madrid jugó un partido de ida de Primera División contra el FC Málaga, imponiéndose con un 2-1. Tras el sonido del silbato que puso fin al partido, un oficial antidopaje se acercó a Ramos y le pidió que se sometiera a una prueba antidopaje. Lo que supuestamente ocurrió a continuación es descrito por el jefe de la Unidad de Control de Antidopaje de la AEPSAD en una carta de dos páginas enviada al responsable de la unidad médica del Real Madrid el 21 de septiembre de 2018. La descripción oficial de los hechos en cuestión está basada en un informe elaborado por el oficial antidopaje tras realizar el test a Ramos en Málaga.

Según el informe, Ramos preguntó al oficial si podía ducharse antes de dar su muestra de orina. Dijo que sus compañeros le estaban esperando y que querían volar a Madrid lo antes posible. El oficial señala en su informe que prohibió a Ramos ducharse, ante tal prohibición Ramos expresó su "descontento", al igual que el médico del equipo del Real Madrid, que acompañaba al defensa estrella. Según el informe, ambos se quejaron de que ducharse después de los partidos está permitido. Pero el oficial antidopaje afirma que no se echó atrás e insistió para que Ramos no se duchase antes de realizar el control.

Pero, al parecer, Sergio Ramos decidió ignorar al oficial y se duchó frente a él. "A pesar de mi advertencia", como escribió el responsable antidopaje en su informe. Y a pesar del aviso del oficial de que hacerlo podría tener serias consecuencias. Hay una buena razón que justifica los estrictos procedimientos: están diseñados para evitar que los deportistas manipulen discretamente los resultados de los test de orina.

Por eso existen regulaciones tan claras. Cuando un jugador que ha sido convocado para realizar una prueba antidopaje en territorio español se ducha o se baña antes de proporcionar una muestra de orina, también puede ser acusado de violar las leyes antidopaje del país. El Parlamento español ha reforzado la legislación antidopaje en los últimos años. La transgresión de la que se acusa a Ramos aparece en el párrafo 22.1.e) (Ley Orgánica 3/2013, de 20 de junio, de protección de la salud del deportista y lucha contra el dopaje en la actividad deportiva): "La obstaculización de cualquier parte de los procedimientos de control de dopaje".

Las posibles sanciones son severas. Un club puede recibir una multa que asciende hasta 300.000 euros, perder puntos o incluso enfrentarse al descenso punitivo a una liga inferior. El médico del equipo podría enfrentarse a una suspensión de hasta cuatro años y un jugador podría ser penalizado con una inhabilitación de cuatro años. La suspensión puede reducirse a dos años si el jugador consigue argumentar de manera creíble que la violación del reglamento "no fue premeditada".

Tras conocer las acusaciones formuladas por la Agencia Estatal Antidopaje contra Sergio Ramos, el director jurídico del equipo describió este trágico escenario en un email enviado el 30 de septiembre de 2018 al director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez: "José Ángel, las sanciones pueden ser muy duras".

Tras recibir la carta de la Agencia Estatal Antidopaje a finales de septiembre de 2018, Ramos tenía diez días para responder a las acusaciones por escrito. Lo que ocurrió a continuación no aparece en los documentos de Football Leaks.

Interrogados por el European Investigative Collaborations (EIC), ni Ramos ni el Real Madrid han querido responder a nuestras preguntas. La AEPSAD afirmó en un comunicado que "en el presente caso, el resultado de los procedimientos de investigación no establecieron ningún hecho que permitiera concluir que hubo un acto que violase las reglas antidopaje".

La pregunta central es por qué la Agencia Estatal Antidopaje tardó más de cinco meses en enviar una notificación oficial al Real Madrid sobre las acusaciones contra Sergio Ramos. ¿Hubo algún contacto entre la agencia y el club durante este período? Estas preguntas quedaron sin respuesta.

¿El Real Madrid se tomaría estos procedimientos a la ligera? Los documentos de Football Leaks prueban un tercer incidente, esta vez con otro protagonista: Cristiano Ronaldo.

El 1 de febrero de 2017, cuatro meses antes de la final de la Liga de Campeones en Cardiff, dos controladores de la UEFA acudieron a Madrid para realizar un control sin previo aviso, justo antes de una sesión de entrenamiento del Real Madrid. Deben sacar sangre a diez jugadores. Pero la situación se les fue de las manos. En todo caso, esto es lo que escriben en su informe dirigido a la UEFA. Dos semanas después, la federación europea envía dos cartas al Real Madrid. La primera está dirigida al director general del club, José Ángel Sánchez, y la segunda es para Cristiano Ronaldo.

En esta carta, la UEFA indica que durante el control, el quíntuple Balón de Oro "se quejó" de ser "una vez más" controlado. El controlador falló su primera extracción de sangre, teniendo que pinchar al jugador en dos ocasiones. Ronaldo "expresó su descontento" de nuevo, lo que "aparentemente creó una fuerte tensión en la sala de control", dice la carta de la UEFA.

Después de que Ronaldo y el alemán Toni Kroos realizaran sus correspondientes análisis, varios miembros del equipo médico del club irrumpieron repentinamente en la sala y se hicieron cargo de tomar las muestras de los otros ocho jugadores. Los inspectores les dieron luz verde a "título excepcional" debido a "la tensa atmósfera que prevalecía en la sala de control", escribe la UEFA.

No pudo producirse una sustitución de muestras, ya que los controladores estaban presentes. Pero se trata de una violación de las reglas que rigen los controles realizados sin previo aviso. Según la normativa, solo los controladores pueden realizar las extracciones, y los clubes tienen la responsabilidad de asegurarse de que puedan llevar a cabo su misión sin ser molestados. El controlador tiene tres intentos antes de renunciar al control.

La UEFA pidió al Real Madrid que aclarara varias cuestiones. La respuesta del club fue especialmente seca. El director general, José Ángel Sánchez, acusó a los dos inspectores de la UEFA de incompetencia y estimó que fueron ellos mismos los responsables de la tensión en el vestuario.

Sánchez defiende a su súper estrella: según él, Cristiano Ronaldo se quejó, pero con respeto, en absoluto porque fuera controlado de nuevo, sino porque el inspector tuvo que intentar realizar la extracción dos veces hasta conseguir dar con su vena. Sobre el controlador que se hizo cargo de Ronaldo, el director general añade: "Nuevo y probablemente no muy experimentado en el trato con jugadores de muy alto nivel". Según él, los inspectores estaban encantados con la intervención de los miembros del equipo médico del club, a quienes "dieron las gracias calurosamente por su preciosa ayuda" después del control.

No hubo ninguna consecuencia para el Real Madrid. Ni la UEFA, ni el club, ni Cristiano Ronaldo han querido comentar este incidente.

  Tras una primera temporada en 2016, quince periódicos europeos reagrupados en la red de medios European Investigative Collaborations (EIC), revelan a partir del viernes 2 de noviembre la segunda temporada de Football Leaks, la mayor fuga de documentos en la historia del periodismo. Más de 70 millones de documentos obtenidos por Der Spiegel, es decir, 3,4 terabytes de datos, han sido analizados durante ocho meses por cerca de 80 periodistas, diseñadores gráficos e informáticos.Corrupción, fraude, dopaje, traspasos, agentes, evasión fiscal, explotación de menores, compra de partidos, influencia política: los Football Leaks documentan de una forma inédita la parte más sombría del fútbol. Nuestras revelaciones de interés público, basadas en documentos auténticos y muchos testimonios, se difundirán simultáneamente durante tres semanas.

Junto a Mediapart, los miembros del proyecto son los siguientes: Der Spiegel (Alemania), Expresso (Portugal), L’Espresso (Italia), Le Soir (Bélgica), NRC Handelsblad (Países Bajos), The Black Sea/RCIJ (Rumania), Politiken (Dinamarca), Nacional (Croacia), Tages Anzeiger/Tribune de Genève (Suiza), Reuters (Reino Unido), De Standaard (Bélgica), VG (Noruega), Premières Lignes/France 2 (Francia) y NDR Television (Alemania).

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Versión y edición española : Irene Casado Sánchez.

La información sobre el incidente que concierte a Cristiano Ronaldo fue añadida al presente artículo el 23 de noviembre a las 23h.  

El domingo 4 de junio de 2017, una muestra llegó al laboratorio de control antidopaje en Seibersdorf, una ciudad de Austria situada al sur de Viena. Tenía el código 3324822 y provenía de Gales. El tubo sellado contenía 110 mililitros de orina de un jugador profesional del Real Madrid recogidos la noche antes de la final de la Liga de Campeones que enfrentó al equipo madrileño con el Juventus de Turín en el Millennium Stadium de Cardiff.

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