Una de cada cuatro especies de agua dulce va camino de la extinción y España es uno de los puntos negros

Fotografía de un tetra mexicano, uno de los peces de agua dulce en peligro de extinción, según el IUCN.

Alrededor de una cuarta parte de las especies que viven en agua dulce corren un alto peligro de extinción, según un estudio publicado este miércoles en la revista Nature. El 24% de las más de 23.000 especies analizadas en la publicación podrían desaparecer en las próximas décadas debido principalmente a la contaminación, la construcción de azudes y presas y al impacto de la agricultura intensiva. La península ibérica es uno de los puntos negros del planeta, según los autores, puesto que alberga decenas de especies de agua dulce que viven amenazadas. En concreto, el 16% de las especies de agua dulce de la península ibérica van camino de desaparecer, y en España, el 12% del total, según reconocen los autores a infoLibre.

Los decápodos (cangrejos, langostas, langostinos…) son los animales más expuestos a la extinción, según los autores, puesto que el 30% de las especies van camino de desaparecer en el mundo. También están en riesgo muy alto el 26% de los peces de agua dulce y el 16% de los odonatos (diferentes especies de libélulas y caballitos del diablo). La contaminación amenaza al 54% de las especies que van camino de la extinción; las presas y la extracción de agua al 39%; la agricultura y los cambios del suelo al 37%; y la entrada de especies invasoras y enfermedades al 28%.

Para poner en contexto estas cifras, los autores recuerdan que en los últimos 500 años se han extinguido 89 especies que habitan en agua dulce (82 peces, 6 decápodos y 1 odonato), mientras que la lista actual de especies en peligro elevado de desaparición supera las 5.800. De hecho, se cree que de esa cantidad, 187 ya están extintas, aunque los biólogos todavía no tienen pruebas fehacientes de ello, y 49 de ellas se ubicarían en el Lago Victoria (en Uganda, Tanzania y Kenia).

"Es urgente reducir el impacto de estas actividades sobre los hábitats y las especies de agua dulce para evitar nuevos descensos y extinciones en las poblaciones" , subraya Eresha Fernando, coautora del estudio e investigadora de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). "Y esas medidas deben ser específicas para las especies de agua dulce, en lugar de dar por sentado que las medidas de conservación de los tetrápodos terrestres (anfibios, aves, mamíferos y reptiles), en los que suelen centrarse las políticas de conservación, bastarán para conservar a las especies acuáticas".

La investigación publicada este miércoles ha sido realizada por más de 70 académicos y se centra en los humedales de agua dulce porque en ellos la biodiversidad se reduce mucho más rápido que en otros ecosistemas. Según los autores, entre 1970 y 2015 se perdió el 35% de la superficie de humedales continentales, un ritmo tres veces más rápido que la desaparición de los bosques. De los humedales que quedan, el 65% está amenazado de manera moderada o grave, mientras que el 37% de los ríos del planeta que superan los 1.000 kilómetros tienen algún tipo de obstáculo que frena a los peces y anfibios.

El análisis se ha realizado a partir de los datos recogidos previamente por la IUCN Red List, la lista de referencia de especies en peligro de extinción, y considera como en elevado riesgo de extinción aquellas especies catalogadas como "en peligro crítico", "en peligro" o "vulnerable". Los autores no han incluido los moluscos porque el IUCN solo monitoriza a la mitad de las especies conocidas de estos invertebrados, pero sí especifican que un tercio de los moluscos que reciben seguimiento por parte del IUCN están en peligro de extinción, por lo que el estudio publicado en Nature "es conservador y la lista podría crecer si los moluscos fuesen incluidos".

El mapa publicado junto a la investigación sitúa a la península ibérica como el punto del planeta donde más especies de agua dulce están en peligro de extinción, junto con el mar Caspio. Dentro de España, especies como la anguila europea, el esturión europeo o el visón europeo están en peligro crítico de extinción. En el caso de la anguila, la construcción de las presas han provocado que no pueda remontar muchos de los ríos donde antes se alimentaba, como el Tajo, lo que limita sus hábitats y su capacidad de crecimiento.

"La península ibérica aparece como una de las zonas con mayor riqueza de especies acuáticas amenazadas a nivel mundial, sin duda debido al elevado número de peces endémicos con distribuciones restringidas que habitan en sus cuencas fluviales, de los que aproximadamente el 85% se encuentra amenazado de extinción", comenta Graciela Gómez, profesora de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la Universidad Complutense de Madrid, a través de Science Media Center, una agencia de comunicación científica. 

Además de la contaminación y las presas, Gómez cita la sobrepesca, la expansión de especies invasoras y los impactos del cambio climático como las causas de la posible extinción. Ignacio Doadrio, profesor de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales, añade que otro problema específico de la península es el "aislamiento geográfico que representan los Pirineos y los procesos internos de reordenamiento de cuencas, que han favorecido una notable diversificación de estas especies a lo largo del tiempo".

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