El 94% de la producción mundial de soja se destina a la alimentación de la ganadería industrial, frente al 6% cuyo destino es el consumo humano directo, según un informe de Ecologistas en Acción, que denuncia los impactos socioambientales a nivel mundial y que reclama un cambio "estructural" del modo de producción y consumo de alimentos.
El informe Con la soja al cuello, recogido por Europa Press, afirma que la producción de soja para ganadería industrial provoca la deforestación de ecosistemas tropicales, que solo es el inicio de una "larga cadena de suministro" que comienza en América del Sur y que finaliza en "los platos de los europeos".
La ONG propone trabajar en políticas que reduzcan "drásticamente" los impactos negativos del sistema alimentario sobre los bosques y otros ecosistemas, para lo que considera necesario acometer una reforma "profunda" de la Política Agrícola Común y de los acuerdos comerciales como el de la UE-Mercosur.
La soja es un haba con gran valor nutricional por su calidad y alta cantidad de proteína pero apenas el 6% de la producción mundial se destina a la alimentación humana. Así, se ha convertido, según la ONG, en un "ingrediente estrella" en la producción de piensos.
El estudio expone cómo se ha ido masificando la soja como ingrediente para los piensos de la ganadería industrial principalmente por la variedad y rentabilidad de los subproductos que se obtienen en su procesado.
En concreto, señala que los más utilizados son el aceite destinado a la producción de los biocombustibles y alimentos industriales, o la harina y la torta de soja utilizadas en alimentación animal. La torta de soja representa por sí sola cerca del 70% del uso de la soja en la industria, relegando el aporte de proteínas a través de fuentes tradicionales y autóctonas a un papel marginal: un escaso 2,2% de las materias primas utilizadas en este sector en España.
Eso lleva a una importación "masiva" de soja a bajo precio y, junto con la creciente producción de cereales subvencionados en Europa en detrimento de cultivos proteicos, ha sido "determinante" para el desarrollo de la industria de los piensos y la expansión de la ganadería intensiva, refleja el documento.
Ecologistas afirma que España produjo más de 37 millones de toneladas de piensos compuestos, lo que la convierte en el mayor productor de piensos compuestos de Europa. Además, en 2019 importó 6,1 millones de toneladas de soja y se produjeron más de 7 millones de toneladas de carne, de los que los hogares españoles consumieron 2 millones de toneladas. El país es el segundo productor de carne de Europa.
La portavoz de Ecologistas en Acción, Isabel Fernández Cruz, define a España como una "maquila cárnica, donde se reciben grandes cantidades de materias primas extranjeras baratas, para ser transformada en productos de mayor valor, que son nuevamente exportados a terceros países".
Así la representante de la ONG denuncia que este modelo conlleva "graves impactos socioambientales, tanto en los lugares de cultivo de la soja, como en los territorios rurales ibéricos". En concreto, afirma que estos impactos incluyen entre otros contaminación del agua, del aire, pérdida de biodiversidad, así como una despoblación progresiva de las zonas rurales donde se instalan "macro granjas".
"Se pierden las granjas tradicionales familiares y todos los servicios ecosistémicos asociados a sistemas ganaderos más tradicionales, extensivos y sostenibles", lamenta.
Los datos del informa sitúan a la UE como el segundo importador mundial de deforestación tropical y sus emisiones de CO2 asociadas y es responsable de, al menos, el 16% de la deforestación ligada al comercio internacional: 203.000 hectáreas y 116 millones de toneladas de CO2.
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La ONG señala que a consecuencia de la creciente presión pública, la industria de los piensos está tratando de desvincular sus materias primas de la deforestación y acercarla a la producción sostenible. Tanto FEFAC (Federación Europea de Fabricantes) como CESFAC (Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para animales) siguen o recomiendan esquemas de certificación que para Ecologistas en Acción "ofrecen muy pocas garantías reales".
Precisamente la Comisión Europea y el Parlamento Europeo están elaborando una propuesta legislativa para frenar la importación de materias primas ligadas a la deforestación.
El portavoz de Ecologistas en Acción Tom Kucharz estima que todas las políticas deberán ir acompañadas de un cambio "estructural" del modo de producción y consumo de alimentos que requiere de la adopción de políticas que impulsen la reducción; apuesten por cultivos de legumbres autóctonas para alimentación humana y transitar a sistemas ganaderos extensivos y ecológicos, adaptados a los recursos y particularidades de cada territorio.
El 94% de la producción mundial de soja se destina a la alimentación de la ganadería industrial, frente al 6% cuyo destino es el consumo humano directo, según un informe de Ecologistas en Acción, que denuncia los impactos socioambientales a nivel mundial y que reclama un cambio "estructural" del modo de producción y consumo de alimentos.