España pide a la UE reformar el mercado eléctrico para priorizar las renovables y proteger la factura del gas

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El Gobierno quiere asegurarse de que los hogares disfruten en los próximos años de una factura de la electricidad asequible gracias a las renovables, que en teoría generarán en 2030 el 74% de la luz producida en España. El ministerio de Teresa Ribera pidió este martes a la Comisión Europea reformar el mercado eléctrico para dar prioridad a los contratos a largo plazo de energía verde y relegar a un segundo plano el mercado diario, el responsable de los picos de la factura que se han vivido en el último año. "Queremos que las nuevas oportunidades de tener energía a precio razonable beneficien a los consumidores y no solo a los productores, y también necesitamos reducir la extrema volatilidad vivida en los últimos meses", dijo la ministra de Transición Ecológica. 

La propuesta del Ejecutivo es la primera que recibe Bruselas, que ha abierto un periodo de consultas de cara a la reforma del mercado eléctrico que se ha propuesto la Unión para solucionar de una vez por todas los precios récord de la luz que se dan en todo el continente. Una vez estudiadas y debatidas estas sugerencias, la Comisión elaborará su propuesta y la debatirá con el Parlamento y el Consejo en un proceso que probablemente se alargará mucho tiempo, aunque no hay fechas concretas. 

La idea planteada por España se centra en dividir el mercado de la luz en dos partes. Las energías renovables –principalmente la solar y la eólica, que pueden generar luz casi gratis– pasarían a funcionar mediante contratos de futuros gestionados por el operador del sistema eléctrico de cada país. De esta manera, los generadores se comprometerían a vender su electricidad a un precio establecido en una subasta a largo plazo, durante por ejemplo, 10 o 15 años. De esa forma, tendrían una retribución asegurada, al tiempo que los hogares no verían vaivenes en el precio de la luz, como ocurre ahora. 

Como explica Daniel Pérez, analista del sector renovable, esta fórmula apuesta por el consenso entre generadores y consumidores. "En lugar de ver la luz unos días a 200 euros por megavatio hora y otros a 5 euros, se acordaría un precio de equilibrio de en torno a 50 euros seguramente, que es razonable para todos", afirma. Estos contratos a futuro, o subastas de renovables, ya existen en España para incentivar la construcción de grandes platas de energía renovables que quieren asegurarse rentabilizar el proyecto, pero la idea es que pasen de ser un mecanismo minoritario al principal mercado eléctrico.  

Según fuentes del ministerio, su propuesta no obliga a los generadores renovables a vender su producción en estas subastas, sino que podrán quedarse en el mercado diario que funciona ahora si lo prefieren, por lo que el precio de las subastas deberá ser suficientemente atractivo para que las eléctricas se pasen a este mercado seguro, como indica Natalia Collado, investigadora de EsadeEcPol. La nuclear y la hidráulica, dos tecnologías igualmente baratas, también funcionarían con contratos a plazo en este sistema, aunque a un precio fijo establecido por el regulador y no mediante subastas, según la propuesta española. 

Paralelamente se plantea reformar los mercados de capacidad, donde estarían los ciclos combinados de gas, las baterías y los mecanismos de gestión de la demanda. En ellos, el operador del sistema eléctrico pagaría un canon a estas tecnologías, establecido también por subasta, para que estén preparadas para suministrar luz a la red en caso de que se necesite electricidad para cubrir la demanda en horas de mucho consumo.  

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Hasta ahora Bruselas se había resistido a tocar el mercado europeo de la electricidad, pero en vista de que las pequeñas reformas introducidas en los últimos meses eran insuficientes para frenar la inflación, los 27 miembros han tenido que dar un paso adelante. "Queda claro que el mercado ha fallado de arriba a abajo y hay que reformarlo", explica Daniel Pérez. La patronal eléctrica española, Aelec, reconoció este martes que la reforma del mercado eléctrico "es un debate que se tiene que dar en Europa", aunque criticó que el Gobierno no consultó la propuesta con el sector privado.

Además de proteger a los consumidores, el plan español pretende modernizar un mercado eléctrico con más de dos décadas de antigüedad que fue ideado cuando las renovables eran anecdóticas, pero a medida que la generación verde se expande, la fórmula de fijación de precios ha quedado obsoleta, según los expertos. "El mercado se basa en costes marginales, pero las renovables no tienen costes marginales", explica Pérez. En analista opina que el sistema actual tenía sentido cuando la luz se generaba quemando combustibles fósiles porque su precio cambia cada día, según el coste de la materia prima, pero las renovables no tienen ese problema porque se alimentan del sol, el agua y el viento a coste cero, por eso tiene más sentido fijar su precio en subastas a largo plazo.

Otra de las metas que busca este mecanismo es lograr que invertir en renovables siga siendo atractivo a finales de la década. Fuentes de Transición Ecológica estiman que a medida que se alcancen cotas muy altas de generación de electricidad libre de emisiones, el precio diario de la luz caerá bruscamente porque estas tecnologías son muy baratas. Esto beneficiaría a los consumidores, pero desincentivaría a invertir en nuevos desarrollos o en construir plantas adicionales, porque no serían rentables.

El Gobierno quiere asegurarse de que los hogares disfruten en los próximos años de una factura de la electricidad asequible gracias a las renovables, que en teoría generarán en 2030 el 74% de la luz producida en España. El ministerio de Teresa Ribera pidió este martes a la Comisión Europea reformar el mercado eléctrico para dar prioridad a los contratos a largo plazo de energía verde y relegar a un segundo plano el mercado diario, el responsable de los picos de la factura que se han vivido en el último año. "Queremos que las nuevas oportunidades de tener energía a precio razonable beneficien a los consumidores y no solo a los productores, y también necesitamos reducir la extrema volatilidad vivida en los últimos meses", dijo la ministra de Transición Ecológica. 

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