Televisión
‘El Intermedio’: a Franco le sale un imitador, el director general de la Guardia Civil
Este martes, El Intermedio descubrió al imitador del dictador Franco, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, basándose en su intervención durante el acto de toma de posesión del coronel Juan Airas como jefe de la Comandancia de Cantabria celebrado ese mismo día en Santander.
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Para Dani Mateo, Fernández de Mesa "suena igual que los discursos del No-Do". Según el presentador, el director general de la Guardia Civil "clava la imitación de Franco". Pero las casualidades no acaban aquí, y es que Fernández de Mesa, al igual que el dictador, nació en el municipio de Ferrol. "Es la mezcla perfecta entre el Generalísimo y el director de la Guardia Civil, es el directísimo", apuntó Mateo.
Un día después de que se conociera la imputación del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor, por un presunto delito de prevaricación por el caso de las devoluciones en caliente de inmigrantes en la valla de Melilla, Fernández de Mesa aprovechó su intervención en el acto para destacar el trabajo que llevan a cabo los agentes de la Guardia Civil de Ceuta y Melilla contra lo que denominó "intrusismo violento, masivo e ilegal" que tiene lugar a través de la frontera con Marruecos. Con su voz aflautada y un lenguaje propio de otra época, el máximo responsable del instituto armado protagonizó una inusual arenga cuyas imágenes El Intermedio convirtió al blanco y negro. ¿El resultado? Una curiosa transmutación de Fernández de Mesa en el dictador.
El actual máximo responsable de la Guardia Civil es tristemente conocido en Galicia por el desastre del Prestige, la marea negra que en 2002 afectó a toda la costa cantábrica, incluida Francia, y que pasa por ser una de las mayores catástrofes medioambientales que ha sufrido Europa. Entonces delegado del Gobierno en Galicia, Fernández de Mesa dejó para la historia frases que compitieron con las del mismísimo Groucho Marx. "El destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín" o "Hay una cifra clara y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe", son algunas de las más memorables.