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Tres fichajes tras nueve despidos alimentan las protestas en la Cadena Ser

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Cuando Vicente Jiménez entre en su despacho como nuevo director general de la Cadena Ser, se encontrará con la misma escena que le acompañó durante el mes que Prisa estuvo negociando el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de El País. Jiménez era entonces el número dos de Javier Moreno. Desde hace dos semanas, dos veces al día y durante dos minutos, los trabajadores de la radio del grupo Prisa dejan de teclear y se levantan de sus puestos, en protesta por los últimos nueve despidos en la emisora. En el otoño de 2012 quienes paraban y, en pie, contaban hasta 149 –el número de despidos– eran los periodistas de El País.

El pasado día 9 la Ser despidió a nueve trabajadores, seis de ellos periodistas de informativos. Este miércoles la plantilla se enteró, no sólo de que tenía un nuevo director general, sino también de que la cadena había contratado a tres personas. “Nos dijeron que estaban despidiendo para contratar después a otros”, explican fuentes del comité de empresa. Los nuevos fichajes son Javier Ruiz, procedente de Cuatro y que será el corresponsal económico; José Antonio Piñero, experiodista de Punto Radio y hasta ahora asesor de Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid, que ha sido nombrado subdirector del fin de semana; e Inma Carretero, exdirectora de 8TV, la red de televisiones locales de Andalucía, quien se encargará de informar sobre el PSOE.

Los trabajadores celebrarán una nueva asamblea el próximo lunes, en la que previsiblemente votarán continuar con las protestas. Los últimos nueve despidos se suman a los cinco con que la Ser cerró 2014. Supera ya los 80 la cifra de trabajadores, entre despidos y salidas voluntarias, que han abandonado la emisora en el último año. Y pueden no ser los últimos, si se confirman los temores de los trabajadores.

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En octubre de 2011 fueron despedidas otras 176 personas como resultado de un ERE. Entonces, antes de la reforma laboral, las indemnizaciones ascendieron a 45 días por año trabajado. Los últimos nueve, sin embargo, la empresa pretendió que fueran disciplinarios; es decir, sin derecho a indemnización alguna. El comité lo impidió: ni siquiera había expediente previo que los justificara.

Además, 80 becarios abandonaron la Ser el pasado mes de octubre después de que una inspección de Trabajo descubriera que llevaban años trabajando en la cadena como redactores, pero con el salario de estudiantes en prácticas.

Las fuentes del comité niegan que los despidos tengan una causa económica, los malos resultados de la empresa. Aunque en 2013 la división de radio del grupo Prisa perdió 7,7 millones de euros, mientras su audiencia, de acuerdo con la Encuesta General de Medios (EGM), caía un 7,1%. Según las últimas cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su EBITDA –el resultado antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones– alcanzó los 6,3 millones de euros en los nueve primeros meses de 2014. La EGM le daba entonces una audiencia de 4,56 millones de oyentes, 400.000 menos que en 2012.

Cuando Vicente Jiménez entre en su despacho como nuevo director general de la Cadena Ser, se encontrará con la misma escena que le acompañó durante el mes que Prisa estuvo negociando el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de El País. Jiménez era entonces el número dos de Javier Moreno. Desde hace dos semanas, dos veces al día y durante dos minutos, los trabajadores de la radio del grupo Prisa dejan de teclear y se levantan de sus puestos, en protesta por los últimos nueve despidos en la emisora. En el otoño de 2012 quienes paraban y, en pie, contaban hasta 149 –el número de despidos– eran los periodistas de El País.

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