Muere el historiador Santos Juliá

El historiador Santos Juliá, uno de los estudiosos del siglo XX más relevantes, ha fallecido este miércoles en Madrid a los 79 años, según informa el diario El País, periódico del que era colaborador desde los ochenta. El autor se mantuvo activo hasta pocos meses antes de su muerte: siguió escribiendo en el citado periódico hasta el pasado junio, y en marzo publicó Demasiados retrocesos. España 1898-2018, una colección de ensayos que se preguntaban por una eventual excepción española. 

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Nacido en 1940 en Ferrol (A Coruña), Santos Juliá era catedrático de Historia Social y del Pensamiento Político de la UNED y doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. En 2005, recibió el Premio Nacional de Historia por el título Historia de las dos Españas, un volumen que se detenía en el papel de los intelectuales desde el siglo XIX hasta la Transición, centrándose particularmente en el problema de España, que él consideraba como uno de los glutinadores del discurso público de los pensadores españoles. Este es un buen ejemplo de la que sería una de sus vías de estudio, entre las que figuran también Manuel Azaña, sobre el que elaboró la que se considera quizás su principal biografía, y a los republicanos represaliados, de quienes se ocupó en Víctimas de la Guerra Civil (2005) o El franquismo (2005).

En los últimos años se interesó particularmente por el proceso democrático español tras la muerte de Franco, con el volumen Transición. Historia de una política española (1937-2019), en el que, como se deduce por el título, buscaba los orígenes del acuerdo político en los años de la resistencia antifascista y el exilio. El historiador defendía entonces las ideas que habían permitido llegar al consenso en el 78, una empresa que él consideraba un "éxito". Entonces protestaba contra la idea de que "la Transición al final es una traición, una transacción por la cual los que habían combatido el franquismo entregan el Estado a los herederos del franquismo", y criticaba a quienes la defienden: "Montar esta imagen significa olvidar la historia de todos los españoles que lucharon por una transición de la dictadura a la democracia, incluso desde la Guerra Civil; que hicieron apuestas, que defendieron políticas y que en algunos casos pagaron con su vida esa tarea".