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Educación

La izquierda no vuelve al pacto educativo: no da "credibilidad" al anuncio de más inversión del Gobierno

El ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, el pasado viernes.

El anuncio del ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, de que el Gobierno sí está dispuesto ahora a alcanzar una inversión en educación del 5% del PIB en 2025 no convence al PSOE y a Unidos Podemos, que rechazan volver a las reuniones que los grupos parlamentarios vienen celebrando desde hace casi un año en el Congreso con el objetivo de alcanzar el primer pacto educativo de la democracia.

Ambos grupos, que abandonaron a principios de marzo esos encuentros ante la negativa de los conservadores a comprometer una financiación suficiente, no dan "credibilidad" a un anuncio que el ministro hizo en acto de su partido, la convención nacional que el PP celebró en Sevilla este fin de semana, y no en sede parlamentaria. Y del que tampoco les han trasladado ningún compromiso formal. En el Gobierno entienden que esa cuestión corresponde al Grupo Popular en la Cámara, que no se ha pronunciado al respecto. 

"Lo único que cuenta es lo que está registrado por escrito en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que nos llevan a la senda del 3,67%, no a la del 5%. Si hay una propuesta seria, volveremos. Pero no la hay", señala a infoLibre la portavoz educativa del PSOE, María Luz Martínez Seijo. En la intervención en la que Méndez de Vigo hizo este anuncio aludió directamente a los socialistas con el objetivo –dijo– de "demostrar que el Gobierno tiene voluntad de alcanzar un pacto".

El PSOE abandonó las negociaciones después de que el PP no se comprometiera a alcanzar una inversión en educación del 5% del PIB en un horizonte temporal "razonable", que el partido situó en 2024. Los conservadores ofrecen ahora alcanzar ese porcentaje pero en 2025. 

Tampoco otorgan credibilidad a esta propuesta en Unidos Podemos, grupo que también abandonó las negociaciones hace un mes. Su portavoz parlamentario en materia educativa, Javier Sánchez Serna, asegura que le da a ese anuncio una fiabilidad "próxima a cero" y critica que el ministro lo hiciera en un acto de su partido sin antes trasladarlo a los grupos parlamentarios. A su juicio, es una propuesta que "no se concreta en nada" y que está hecha "de cara a la galería". 

"Si querían empezar a revertir los recortes podrían haber empezado por los Presupuestos, en los que no recuperan partidas específicas como educación especial, no se apuesta por la formación del profesorado, sigue disminuyendo la educación compensatoria, que acumula desde 2009 una pérdida del 90%...", añade.

Inversión a la baja  

Pacto de Educación: crónica de un fracaso anunciado

Lo cierto es que la inversión comprometida en el proyecto de cuentas públicas para 2018 presentado la semana pasada por el Gobierno sigue alejada de los niveles anteriores a la crisis. La dotación educativa sube respecto a 2017 un 3%, hasta 2.600 millones de euros. No obstante, esos recursos siguen estando un 13% por debajo de los consignados en 2009, cuando llegaron a 2.987,69 millones de euros. Hay que tener en cuenta, además, que estas partidas corresponden únicamente a programas estatales, dado que la política educativa es competencia de las comunidades autónomas.

De hecho, según las cifras oficiales, la inversión en educación entre lo que le corresponde al ministerio y a las comunidades autónomas ha caído un 7,41% desde 2009, hasta los 46.681,68 millones de euros en 2017 (3.957 millones de euros menos), lo que supone un 4% del PIB. Además, el Gobierno pretende bajar ese suelo de financiación al 3,8% de la riqueza nacional este 2018, tal y como ha anunciado en el plan presupuestario remitido a Bruselas [consultar, aquí]. 

Se mantiene embarrado, por tanto, el camino hacia el que podría ser el primer pacto educativo de la democracia tras la tentativa del exministro socialista Ángel Gabilondo, que intentó armar entre 2009 y 2010 un pacto centrado en solucionar los problemas educativos del país y en el que intentó pasar casi de puntillas por los asuntos que han provocado enfrentamientos ideológicos (asignatura de religión, papel de la enseñanza concertada...). Pero tampoco lo logró de esa forma. En mayo de 2010 el PP dio carpetazo al acuerdo con el vago argumento de que el Gobierno no había querido apostar por cambiar un modelo "fracasado", aunque hay quien atribuyó esa decisión a un cálculo electoralista.

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