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Fuerzas armadas, instituciones civiles y relaciones sanas

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Teresa Franco Martínez

Me gustan las historias basadas en hechos reales porque formo parte de este mundo donde, definitivamente, la realidad supera con creces la ficción. Me gusta saber, conocer y comprender. Me gusta sacar mis propias conclusiones y rumiarlas, analizarlas.

Si me gustan las historias basadas en hechos reales a ustedes seguramente también, y por eso hoy, aquí donde tengo espacio para hablar sobre Fuerzas Armadas y el principio de igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres y los hombres, el conocido feminismo, voy a abrir una ventana a unos acontecimientos que sucedieron hace muy poco tiempo y creo firmemente que se deben conocer.

Hace unos días se celebraba en la Escuela Militar de Paracaidismo, la única en España, un importante acto. El 74º aniversario del primer lanzamiento paracaidista en esta Escuela, y el 75º aniversario de la creación de la primera bandera de paracaidistas de aviación. Tan importante era el acto que el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire presidió el mismo.

El Ayuntamiento de Murcia recibió una invitación para que el Alcalde de este municipio, precisamente en el que este acuartelamiento se encuentra enclavado, asistiera al acto. La respuesta textual que el Ayuntamiento dirigió a la Base Aérea fue la siguiente: “Agradecemos la invitación recibida para asistir al acto (…) y le comunicamos que el Exmo. Sr. Alcalde no podrá asistir por encontrarse fuera de la Región y asistirá en su representación la Teniente de Alcalde Concejala delegada de Igualdad, Juventud y Cooperación al Desarrollo, Dª María Teresa Franco Martínez. Un saludo”.

Os confesaré que me puse muy contenta porque he trabajado como militar en activo unos 20 años en esa unidad, porque fui paracaidista, porque mi vida está unida a esa actividad, porque para mí era un orgullo poder representar al Ayuntamiento de Murcia en ese acto en el que decenas de ex compañeros desfilarían, incluido mi propio marido, y porque de entre las concejalas y concejales que formamos el gobierno municipal el Alcalde había delegado su presencia en mi persona.

Hasta ahí todo fenomenal y en orden. Pero, cuál fue mi sorpresa y la de toda la Corporación cuando, tras confirmar mi asistencia al acto, recibo un correo electrónico de la unidad con el siguiente texto: “Buenos días, en relación a su mensaje, le informo que debido a las restricciones sanitarias, la invitación que fue remitida al Exmo. Sr. Alcalde de Murcia es personal e intransferible, por lo que lamentamos comunicarle que no procede asistencia de representación”.

Bueno, aquí hago una parada para contar lo que sentí: Sentí perplejidad, desamparo, falta de respeto desmedida ante semejante despropósito y sentí la fuerza de la resistencia castrense a entender cuál es el lugar que le corresponde. La excusa de las restricciones sanitarias no cuela, y que la invitación es intransferible es una auténtica intromisión a la libertad de un Alcalde para que delegue en quien estime oportuno. ¿A quién no permiten asistir, “lamentándolo”? ¿A la Concejala Delegada de Igualdad entre hombres y mujeres del Ayuntamiento de Murcia y por ende a cada uno de los murcianos, casi medio millón, a quienes representa una edil elegida democráticamente, o a Teresa Franco, ex militar de esa unidad que por todos y todas es sabido que, sirviendo al Ejército del Aire, se ha dedicado también a luchar por los derechos laborales, sociales y económicos del personal militar desde una asociación llamada AUME? Se tome por donde se tome, la respuesta es tremenda. Es más, atendiendo a “las restricciones sanitarias”, ¿el Sr. Alcalde está libre de coronavirus y la persona en quien delega no?

Hubo llamadas y hubo gestos que condujeron a que mi presencia en ese acto fuese una realidad y, finalmente, en representación del 7º Ayuntamiento de Murcia, aparecí ese día especialmente elegante, educada y empoderada. Comprobé con mis propios ojos cómo la Vicepresidenta de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia estaba allí en representación del Presidente de la misma por encontrarse éste fuera de la Región, cómo también en representación del Alcalde de Alcantarilla estaba su teniente de Alcalde, y pensé, ¿habrán recibido ellas este correo de invitación intransferible? Nunca lo supe. Nunca supe si se trató de un error de cualquier tipo, pero lo que sí sé es que nadie me pidió disculpas ni recibí una sola explicación. Simplemente el día antes del acto se recibió en la alcaldía este mensaje que cito literalmente: “Buenos días, en relación al acto del asunto que celebrará mañana viernes esta Unidad, y una vez autorizado por nuestro mando, se autoriza la asistencia de representación de ese Ayuntamiento en el caso de que el Exmo. Sr. Alcalde de Murcia no pudiera venir al acto, al contrario de cómo se tramitó en un principio la invitación que indicaba que era personal e intransferible”.

Fue un sapo que hubo que tragarse. Hoy sigo esperando unas disculpas por parte de esa unidad militar que sé que nunca recibiré. Gobierne quien gobierne, en el Ministerio de Defensa se sigue actuando en determinadas ocasiones con esta forma de entender las relaciones cívico-militares. Mal, muy mal. Estoy segura de que existe un desconocimiento absoluto por parte del ámbito civil sobre el proceder en estas situaciones, pero es hora de que se sepa y se exija que las relaciones entre las Fuerzas Armadas y las instituciones civiles deben encuadrarse en la constitucionalidad, la neutralidad, el respeto mutuo y la máxima exquisitez de trato que pueda desplegarse.

Si a un alcalde y a su concejala se les intenta ningunear sin complejos, en un ejercicio de desconsideración inaceptable, no se me quita de la cabeza cómo serán las situaciones que viven a menudo las tropas donde la ausencia o restricciones de derechos fundamentales en pleno siglo XXI sigue siendo una realidad inadmisible.

Está cercano el día 8 de marzo, día internacional de las mujeres. Mi compromiso es firme en esta lucha allá donde esté, por todas nosotras, por las que se fueron y las que vendrán y por conseguir la igualdad efectiva entres hombres y mujeres en todos los ámbitos. Las que estamos no podemos mirar para otro lado. No podríamos mirarnos al espejo por las mañanas.

Estos son los hechos, saquen ustedes sus propias conclusiones.

Me gustan las historias basadas en hechos reales porque formo parte de este mundo donde, definitivamente, la realidad supera con creces la ficción. Me gusta saber, conocer y comprender. Me gusta sacar mis propias conclusiones y rumiarlas, analizarlas.

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