¿Quién se va a comer los 'pellets'?

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Igual en vajilla de Sargadelos y con una botella de Ribeiro se tragan mejor, pero las toneladas de pellets que colonizan las playas gallegas alguien se las va a tener que comer.

La cara de susto de Alfonso Rueda, el presidente de la Xunta con mando a distancia, se ha intensificado estos días. Aun en shock, igual ignora que en Madrid, cuando a Feijóo se le pregunta en el pasillo del Senado por qué no han reaccionado antes, responde que es cosa de allí, como si no fuera con él, salvo que hablemos de lo preocupada que está la gente del mar, porque entonces reconoce que están en constante comunicación con las cofradías de pescadores. De eso si está enterado. Quizá por eso guardaron silencio desde el 13 de diciembre, porque la industria de la pesca gallega era reticente a hacer ruido y que la campaña de Navidad se fuera al traste. Y también, porque unos plásticos de nada no iban a arruinar el anuncio de elecciones el 21 de diciembre. Igual para entonces, el mar que los había escupido se los había vuelto a tragar, o la arena los engullía en colaboración con el viento. Técnicamente, se produjo un milagro similar al de la multiplicación de los panes y los peces, pero era justo lo contrario de lo que cualquier hombre de bien le había pedido al Apostol. 

Los pellets no son plato de gusto. Quién no prefiere comer una langosta de la Costa da Morte, que están ahora en temporada, antes que un arroz marinero a base de plásticos como granos de arroz. No todo el mundo tiene el mismo hambre que Arias Cañete cuando tomaba yogures caducados. El exministro de Aznar con el paladar más trabajado es ahora presidente de honor de un fondo de inversión especializado en plantaciones agrícolas que se está haciendo de oro con el aceite de oliva. Imagina lo que se puede llegar a hacer con los pellets y una buena campaña publicitaria. La inversión de la Xunta siempre es espléndida, como prueba su puesto número dos en el ranking de las diez primeras marcas anunciantes en diarios (según datos de la consultora Arce Media). Ideas para incorporarlos al recetario tradicional seguro que no faltan.

Los 'pellets' no son plato de gusto. Quién no prefiere comer una langosta de la Costa da Morte, que están ahora en temporada, antes que un arroz marinero a base de plásticos como granos de arroz

En el ministerio de Teresa Ribera no entienden que el gobierno gallego haya activado la emergencia y tardado en pedir ayuda, para exigir después el envío de una especie de armada invencible cuando la solución más viable es la recogida terrestre. Mientras, en Asturias ya está en marcha el envío de efectivos estatales que coordina la propia autonomía, cómo sucede con los incendios. La Conselleira de Medio Ambiente gallega insiste en que no van a pedir los medios que necesitan porque eso lo tiene que saber el Ejecutivo. Y es que elevar el nivel de emergencias, pone en cuestión lo que ha hecho la Xunta hasta el momento con el calendario en la mano que agitan en el PP en cuanto te interesas por los motivos para guardar silencio. La diputada gallega Marta Rivera de la Cruz, antes de Ciudadanos y ahora del PP, tiene marcado el día 8 de diciembre por si le pregunta la prensa poder contestar que el Gobierno no lo comunicó hasta cinco días más tarde de que Portugal diera el aviso.

“No quieren ministros ni etiquetas del Gobierno de España resolviendo sus problemas en campaña” observan desde los ministerios implicados, que aducen también la suspensión de la ley de Costas que el Gobierno logró paralizar al presentar un recurso en el TC porque evidenciaría que están pidiendo más competencias cuando no son capaces de gestionar las que ya tienen. 

La oposición en Galicia advierte de lo mucho que le cuesta a Rueda tomar decisiones, más todavía cuando en seis meses ha perdido tres escaños. Si continúa la tendencia, la mayoría absoluta peligra y necesitaría apoyarse en el partido de Gonzalo Pérez Jacome, en caso de lograr un diputado gracias a los votos ourensanos. A los socialistas les interesa que Sumar entre en A Coruña y Pontevedra. Lo que están detectando es una reactivación del votante progresista, que vota en las generales pero se queda en casa en las autonómicas. El impulso que capitaneó la plataforma Nunca Máis tras el desastre del Prestige y que fue detonante de un cambio de Gobierno en la Xunta, parece haberse encendido. Los pellets, en este caso, habrá que ver si se sirven fríos o calientes el próximo 18 de febrero.

Igual en vajilla de Sargadelos y con una botella de Ribeiro se tragan mejor, pero las toneladas de pellets que colonizan las playas gallegas alguien se las va a tener que comer.

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