Y en esto va y aparece Loquillo

9

Hay dos tipos de encuestas. Las inútiles, como la que publicó este lunes el CIS sobre los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez, y las útiles, como la que difundió este martes el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) sobre cómo se perciben los catalanes a sí mismos y sobre la realidad que les rodea. Si un sondeo, como el de Tezanos, es presentado en modo flash, lo mejor es no fijarse mucho porque el fogonazo te cegará. O lo que es peor, incluirá preguntas tramposillas en las que parece que alguien nos quiere convencer de no se sabe qué. En la encuesta del CEO, la primera de estas características, se ofrecen, en cambio, datos claros y de interés, como que un 84% de los catalanes piensa que las desigualdades entre ricos y pobres son muy grandes. Y que un 75% cree que las autoridades deberían reducir esas desigualdades mucho o totalmente. La primera prioridad política de los catalanes es precisamente reducir la pobreza y las desigualdades; la segunda, la evolución de la economía; la tercera, la seguridad; y la cuarta, solucionar la relación España-Cataluña.

En febrero, otra encuesta del CEO sobre los valores ciudadanos en Cataluña arrojó un resultado inquietante. Los jóvenes están dispuestos a renunciar a la democracia para llegar sin agobios a final de mes. Los mayores de 50 años, con el piso ya pagado y una cuenta corriente a prueba de sustos, están en cambio mucho más comprometidos con la defensa de los valores democráticos. Ahora, ese mismo instituto de opinión nos revela que un 46% de los hombres jóvenes –una franja de edad de 16 a 24 años– comparte la idea de que el movimiento feminista "ha ido demasiado lejos". En el caso de la mujeres jóvenes es de un sorprendente 23%. Y cuando el bulo de las denuncias falsas parecía desactivado resulta que el 37% de los catalanes está de acuerdo con que hay mujeres que las ponen para obtener beneficios. Y que esta opinión es mayoritaria entre los hombres de entre 16 y 24 años: un 59% se apunta al bulo frente al 31% de las mujeres.  

Un 33% de los catalanes está a favor de la independencia, un 24% se sitúa en contra, y un 29% no tiene una posición definida, mientras que un 14% ha preferido no pronunciarse

Una cuestión llamativa del estudio es la percepción equivocada que hay sobre la cifra real de personas migrantes que hay en Cataluña. Ahora mismo, representan un 17% de la población, pero los catalanes han hecho en su cabeza sus propios cálculos y creen que son justo el doble, un 34%. Esto es, los catalanes perciben que cada vez hay menos catalanes. Y, ahora, la pregunta que todos esperan. ¿Hay segunda vuelta para el procés? Un 33% de los catalanes está a favor de la independencia, un 24% se sitúa en contra, un 29% no tiene una posición definida, un 14% no se pronuncia… y en esto va y aparece Loquillo. “Barcelona fue la capital del mundo hasta que alguien decidió que fuera la capital de Cataluña, pero yo tuve la suerte de vivir esa Barcelona que cambió el mundo", se despacha en una entrevista en La Vanguardia que ha despertado las iras independentistas. Siempre muy crítico con el procés, el rockero catalán vive desde hace años en Donostia felizmente casado junto a su mujer, la cineasta Susana Koska, y su hijo, Cayo Bruno, un clon del intérprete de Feo, fuerte y formal. De entre todas las furibundas reacciones a sus palabras, destaca el final de una crónica de elnacional.cat: “Loquillo en catalán es boget. Normal que prefiera el castellano, queda mejor como nombre artístico. Su nombre real es José María”. 

Hay dos tipos de encuestas. Las inútiles, como la que publicó este lunes el CIS sobre los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez, y las útiles, como la que difundió este martes el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) sobre cómo se perciben los catalanes a sí mismos y sobre la realidad que les rodea. Si un sondeo, como el de Tezanos, es presentado en modo flash, lo mejor es no fijarse mucho porque el fogonazo te cegará. O lo que es peor, incluirá preguntas tramposillas en las que parece que alguien nos quiere convencer de no se sabe qué. En la encuesta del CEO, la primera de estas características, se ofrecen, en cambio, datos claros y de interés, como que un 84% de los catalanes piensa que las desigualdades entre ricos y pobres son muy grandes. Y que un 75% cree que las autoridades deberían reducir esas desigualdades mucho o totalmente. La primera prioridad política de los catalanes es precisamente reducir la pobreza y las desigualdades; la segunda, la evolución de la economía; la tercera, la seguridad; y la cuarta, solucionar la relación España-Cataluña.

>