Muy fan de... Jenaro García

Ay, Jenaro, emprendedor de esperanzas virtuales, reclutador de ilusiones ajenas, vendedor de conexiones intangibles, cuánta fascinación has despertado en tan sólo quince días.¡¿Pero cómo puede ser que no me hubiera fijado antes en tu deslumbrante, refulgente y destellante personalidad?! Espero que estés en zona wifi para que puedas entrar aquí a enterarte de que soy muy fan.

Recuerdo el domingo en que vi tu contrito tuit: “Pido perdón a todos. Lo siento de todo corazón”. Por un momento pensé que era cosa de nuestro exrey que había vuelto a las andadas botswaneras pero eras tú, un homólogo, el rey de los emprendedores patrios.

Entonces Jenaro, crack, hiciste ídem. Pero no supimos de tus maniobras empresariales en la oscuridad porque lo detectaran los auditores, los reguladores del mercado, los inversores o los medios. Fue un analista independiente, follower de Batman, el que abrió la tapa de la alcantarilla. Oye, tranquiliza mucho saber lo fácilmente que se puede meter al mundo una bola de millones de euros. Para mear y no echar Gotham.

El escándalo empezó a difundirse a la velocidad soñada para un pirata que quiera bajarse las cuatro temporadas de Juego de Tronos en lo que se echa un cigarro. Y supimos más de ti:

- Que las cuentas de Gowex eran más falsas que esas fotos de platos llenos de exuberantes y crujientes calamares a la romana que cuando los pides, se quedan en una ración de cuatro grasientas pulseras de goma.

- Que tal y como tus cuentas estaban auditadas, quién las auditaría, el auditor que las hubiera auditado, mal auditador sería.

- Que habías posado sonriente y satisfecho en El Mundo como miembro destacado de la generación Felipe VI. Uno de esos CASP: “Cuarentones aunque sobradamente preparados”.

- Que te habían mostrado como ejemplo a seguir la relaxing alcaldesa de Madridrelaxing y el presidente del Gobierno- se quedaría plasmado al saber de tus wifimanejes-. Y los gestores de Caja Madrid Bolsa te presentaban como el Steve Jobs español, qué ojo han tenido para esto también…

- Que habías recibido 30 millones de dinero público -o sea del contribuyente- entre préstamos del ICO, subvenciones de Ministerio de Industria, y ayudas de la Setsi (Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información). Por cierto, al frente de ésta última estaba Juan Junquera, casualmente después pasó a ser consejero externo de Gowex. Eso sí que es conectarse a la red en cero coma.

- Que habías engañado a empleados, inversores, políticos, economistas, periodistas y hasta a la presidenta de la CNMV -siglas que podrían corresponder a: ¡Cómo No Me Vi el percal! - Ay, Elvira…

- Que al recibir el premio Marketing 2014, dijiste: "Dentro de todas las empresas, hay una gran parte, sin duda en la nuestra, que es la ética, la moral, el cómo podemos de alguna forma trasladar valores a la sociedad". Hace falta valor.

Definitivamente, Jenaro, bordaste el papel de la mujer del César -al cincuenta por ciento- parecerlo aunque no lo fueras.

Ahora te has enfrentado a la justicia. Por cierto, me ha encantado que dijeras que ha sido una confesión voluntaria. A ver, Jenaro, define “voluntaria”. Eso es como si te pillan en la cama con el instalador del gas y le dices a tu marido: “Cariño, te voy a confesar VOLUNTARIAMENTE que aquí el maromo de metro ochenta me ha hecho la revisión de arriba abajo y viceversa”. Pues eso.

Ha nacido un personaje de Hollywood. Me parece Leonardo que otra vez te van a levantar el Oscar, Jenaro di Caprio es mucho. A su lado, tu lobo era un Yorkshsire con lacito. Mira el mensaje de bienvenida que aún figura en la web de la compañía:

“Me gustaría agradecer a todas las personas que hacen posible, día a día, que Gowex sea una realidad que se supera constantemente con un objetivo: CAMBIAR EL MUNDO”. Con un par.

Y ojo a los personajes secundarios:

- El auditor: un hombre que ha declarado que no declaraba la renta. Se siente engañado y cuando saltó el escándalo tuvo que ser ingresado en una clínica de relajación. ¡Ohmm!

- La esposa: vendió acciones de Gowex entre los padres del colegio de los niños- como el que vende papeletas para el viaje de fin de curso rifando un jamón-. La risa que les habrá dado a los papis ver que el presunto jamón- valga la redundancia- no es ni hueso para caldo.

Y súper tierno cómo has corrido a exculparla:

“Mi mujer no sabía nada

Yo le daba los papeles y ella los firmaba”

El alcalde de Valladolid

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¡Muy bien rimado! ¿Dónde hemos oído antes esta canción?

Estamos expectantes para conocer el final de este nuevo sainete Marca España y conocer si eres tú el único culpable, como le has contado al juez, o si como sospecha Asinver (Asociación Europea de Inversores Profesionales), Jenaro García es el jefe de una Banda Ancha…

De momento has hecho un amago de espóiler y nos has avanzado que tienes un pie en la cárcel pero yo no creo Jenaro que eso pueda acabar con tu optimismo incombustible. Seguro que si ese trance llegara, gritarías a tus compañeros uno de esos mensajes que solías tuitear en los buenos tiempos: “Gooooood morning Madrid!!!! Perfecta mañana para salir a correr… por el patio”.