Muy fan de...
Muy fan de... la serie 'Nóos' que triunfa en televisión
Si el caso Nóos fuera una serie ¿cuál sería? ¿Quizás The affair, esa serie dramática de infidelidades y conflictos familiares contada desde los diferentes puntos de vista de sus protagonistas? Es posible, en este drama de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales, hay tantos puntos de vista como acusados y testigos. Muy fan.
En la nueva temporada de The Nóos, que tiene lugar en la Audiencia de Palma, seguimos las revelaciones de sus personajes con la boca abierta, no hay palomitas suficientes para tanta riqueza de guión.
Por si algún lector aún no se ha enganchado a la serie de corrupción que lo está petando, aquí va la sinopsis:
“Esta es la historia de dos socios, Urdangarin y Torres, que constituyeron un Instituto sin ánimo de lucro (RISAS). Pero por esas casualidades de la vida loca, loca, loca, con su loca realidad y, a través de contratos con la administración pública y tejemanejes financieros varios, se forraron, presuntamente, a la salud del paisanaje español”.
Repasemos la galería de personajes:
LOS ARREPENTIDOS: Pepote Ballester, Gonzalo Bernal, Juan Carlos Alia y Miguel Ángel Bonet. Todos memorizaron el mismo guión: “el gobierno balear dio contratos a dedo al Instituto Nóos porque detrás estaba el marido de la infanta”.
En este sentido, la serie estaría más cerca de The Sopranos, y los arrepentidos serían una versión light de Big pussy, colaborando con la Justicia a cambio, se supone, de alguna rebajilla en las penas. Lo que se conoce como pacto de conformidad.
JAUME MATAS: Actor de larga carrera. Lo recordarán porque hizo de ministro de Aznar y más tarde de presidente del gobierno balear. Una de las frases inolvidables de aquella serie de comedia isleña, la pronunció Rajoy: “Quiero para España un gobierno como el de Matas en Baleares” ¡Supera eso, Aaron Sorkin!
Matas encarnó también a un personaje carcelario, rollo Prison Break, al ser procesado por una de sus veintiséis causas abiertas. Aunque él no tuvo la necesidad de tatuarse el plano de la cárcel en el cuerpo para escapar, salió unos días antes de cumplir los nueve meses de condena gracias a un permiso.
En el último episodio, Jaume asumió su culpa como responsable del fichaje estrella de Iñaki Urdangarin: “Nos interesaba estar bien con Urdangarin y con la Familia Real” y pidió perdón anunciando que repararía el daño causado (RISAS).
Antes de marcharse, lanzó un balón directo a la cara de uno de los protas, el exjugador de balonmano, al que definió como “el conseguidor” que cobraba un peaje por sus servicios.
MARCO ANTONIO TEJEIRO: El contable del Instituto Nóos, a pesar de ser un secundario, tuvo su momento de máximo lucimiento cuando admitió haber inflado el globo de la contabilidad con facturas falsas por servicios inexistentes, y afirmó que la empresa tenía empleados ficticios, cuyos sueldos se transformaban en beneficios para esos dos socios tan desprovistos de ánimo de lucro.
En este punto, la serie tendría un rollo más XFiles, empleados con sus nóminas y sus pagas pero sin cuerpo humano... I want to believe.
DIEGO TORRES: Sin duda el personaje con más frases de la serie. Veintisiete horas hablando por los codos, no lo superaría en incontinencia verbal ni Hanna, la protagonista de Girls.
Aunque si tuviera que ubicarle en una serie, Diego Torres sería la perfecta versión masculina de la pseudoterapeuta protagonista de Web Therapy.
Tal y como hacen los personajes de Lisa Kudrow y Eva Hache en sus respectivas versiones, Torres se comporta con una ausencia absoluta de complejo de culpa. Y, como ellas, tiene un desparpajo increíble para relatar su particular versión de las cosas. Torres, como las webterapeutas Fiona y Rebeca, es de esas personas que podrían lograr que le des las gracias por haberte hundido la vida para conseguir sus fines.
Durante su intervención apuntó alto: a la Casa del Rey y a Hacienda. Según Diego, el abogado de Don Juan Carlos y un alto cargo de la Agencia Tributaria, supervisaban y avalaban los movimientos de Nóos y, claro, él estaba convencido de que todo lo que hacían era legalisísimo (RISAS).
En cuanto a los detalles de la cuestión financiera, Torres culpa a su cuñado, Miguel Tejeiro, el que pasó de acusado a testigo en cero coma, con la misma rapidez con la que Dexter pasaba de forense a charcutero de personas envasadas al vacío.
URDANGARIN: El último episodio lo protagonizó él, alto y guapetón cual galansote de culebrón venezolanogalansote. Muy comentadas sus gafas amarillas y enormes, como para que se le viera la jeta lo menos posible...
Aunque fue más llamativa, si cabe, su amnesia temporal. “No sé” y “no recuerdo” fueron las respuestas más repetidas.
Iñaki se mostraba tan recién aterrizado en el mundo como Toni Cantó cuando despertó del coma en Siete Vidas. Sólo le faltó tararear ante el Tribunal: ♪ Quién podría imaginar... ♪
La exjefa de gabinete de Matas señala que fue éste quien ordenó contratar al Instituto Nóos
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Aunque el exduque empalmado bien podría ser también Walter White de Breaking Bad, al que teníamos por padre de familia ejemplar hasta que un día se deslizó por la pendiente y se pasó al lado oscuro en su deseo de fabricar un sueño de ambición desmedida.
En los próximos días entrarán en escena otros actores, estaremos especialmente atentos a la aparición de la infanta Cristina, ávidos de que se despeje la incógnita sobre si estaba al corriente de lo que sucedía en El chiringuito o si fue una confiada Alicia Florrick, The Good Wife de la realeza que se enamoró del hombre equivocado.
Concluyo la columna sin obtener respuesta a mi pregunta: Si el caso que se juzga estos días en Palma fuera una serie ¿cuál sería? A cambio os regalaré una adivinanza de fácil respuesta: si Nóos fuera Californication ¿quiénes seríamos los jodidos? Efectivamente, los de siempre.