Una condena del nazismo

7

Carlos Jiménez Villarejo

El Juzgado Penal de Barcelona nº 16, el pasado 6 de abril, ha dictado una sentencia muy importante. Ciertamente, la iniciativa penal la tuvo la Fiscalía de Barcelona contra los delitos de odio y discriminación, que presentó una denuncia contra Pedro Varela Geiss por un delito poco frecuente pero, en este caso, de gran relevancia. Pedro Varela era el propietario de la Librería Europa, sita en la c/Séneca 12 de Barcelona –actualmente cerrada por decisión judicial–, que fue centro de difusión del fascismo y del nazismo como lo acredita que Varela ya fuera condenado “por justificar los delitos de genocidio perpetrado por el régimen nazi”.

Ahora ha vuelto a ser condenado por la edición, venta y distribución de la obra que fundamentó e impulsó el nazismo, el libro Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf HitlerMein Kampf Mi lucha. Lo que llevó a cabo desde 1997 hasta 2010, llegando hasta la décima edición en 2008, periodo en el que distribuyó, según consta en la sentencia, 4.375 ejemplares obteniendo un beneficio de 67.637,5 euros. La condena, en este caso, ha sido por un delito contra la propiedad intelectual –Art. 270 del Código Penal–, dado que los derechos de edición de la citada obra correspondían al Estado Libre de Baviera. Dado el tiempo transcurrido desde que el fiscal formuló la denuncia –2009– la pena ha sido atenuada hasta rebajarla a seis meses de prisión.

Detenido por pintar una esvástica en un monumento de las víctimas de Mathausen

Ver más

Pero, una vez más, además de los efectos beneficiosos para los delincuentes de la lentitud de la Justicia, es muy importante que un tribunal persiga y castigue a quien difunde una obra que está en los fundamentos del genocidio nazi. Y que recuerde que la atribución de los derechos sobre dicha obra tiene su base en una sentencia de la Cámara de Justicia de Munich de 15 de octubre de 1948, derivada de la Ley de liberación del nacionalsocialismo y militarismo de 5 de marzo de 1946.

Resulta gravísimo que, en tiempos recientes, haya quien, además de infringir la ley, obtenga beneficios por la difusión de una obra que está en el origen de los campos de exterminio y de los 55 millones de muertos que causó la Segunda Guerra Mundial. Sobre todo ante la creciente expansión de la extrema derecha xenófoba y la amenaza cada vez mayor a grupos sociales minoritarios que buscan cobijo en Europa. ___________________

* Carlos Jiménez Villarejo es miembro de Federalistes d'Esquerres

El Juzgado Penal de Barcelona nº 16, el pasado 6 de abril, ha dictado una sentencia muy importante. Ciertamente, la iniciativa penal la tuvo la Fiscalía de Barcelona contra los delitos de odio y discriminación, que presentó una denuncia contra Pedro Varela Geiss por un delito poco frecuente pero, en este caso, de gran relevancia. Pedro Varela era el propietario de la Librería Europa, sita en la c/Séneca 12 de Barcelona –actualmente cerrada por decisión judicial–, que fue centro de difusión del fascismo y del nazismo como lo acredita que Varela ya fuera condenado “por justificar los delitos de genocidio perpetrado por el régimen nazi”.

Más sobre este tema
>