Una mirada andaluza y federalista a la plurinacionalidad

María José Torres y José Antonio Jiménez

Que las palabras pueden tener diversos significados es una realidad que demuestra la vivacidad del lenguaje. Pongamos un ejemplo simpático: Mártires del Compás tiene un tema titulado Historia de los bancos y los 20 duros que muestra la variedad significativa de una palabra, "banco", tan presente en nuestras vidas: pa querer, de atunes, de peces, en los parques y pa yo tenerte, también los hay por las esquinas que... nos chupan la sangre.

Desde la campaña electoral del 23 de julio una palabra ha tomado fuerza: "plurinacional". Una consulta al DRAE nos debería sacar de dudas: “De múltiples naciones". Pero, ¿cómo es posible que en España haya múltiples naciones? ¿Cómo se entiende que un Estado es plurinacional? Ya está montado el follón, dadas las diversas interpretaciones del término, algunas interesadas y otras basadas en la ignorancia.

En ocasiones lo plurinacional se quiere entender como un hecho exclusivamente derivado de la diversidad de lenguas oficiales

Estas últimas salen de aquellos colectivos que, de modo fundamentalista, alertan de un supuesto peligro para la unidad de España. Patriotas de salón y bandera que utilizan el debate para seguir apostando por una nación única, conservadora, dictatorial y de regresión absoluta. Más aún nos preocupan las interpretaciones interesadas, porque manosean el sentido de la palabra, como cuando desde algunas naciones se utiliza lo plurinacional para enfrentar a "los históricos" frente a los del "café para todos".

En ocasiones lo plurinacional se quiere entender como un hecho exclusivamente derivado de la diversidad de lenguas oficiales. Sin duda, su uso en el Congreso aporta calidad democrática. Es más, llegamos tarde. Pero en ningún caso las identidades nacionales se pueden definir sólo por su uso. Hacerlo así sería de una parcialidad rayana en lo vulgar. Lo identitario tampoco puede establecerse por criterios étnicos. Creemos que una nación conforma su identidad con elementos sociales, culturales y políticos, aglutinados en torno a objetivos comunes que deben ser conquistados.

Mejor lo explica Carlos Arenas en este artículo: "Andalucía necesita salir del mainstream con un análisis que puede ser perturbador en esta coyuntura, pero que la redime del papel subordinado en el que la ha colocado el bucle nacionalista [...] en base a tres ideas-fuerza: Una) los 'nacionalismos históricos' no son tan históricos. Las propuestas de un Estado descentralizado federal son anteriores y Andalucía fue pionera y vanguardia de las mismas; Dos) más que plurinacional, España es, desde hace siglos, un Estado pluricapitalista, de manera que para definir los 'hechos diferenciales', se debe partir de esa realidad incontrovertible. Tres) lo identitario en Andalucía hay que entenderlo como el posicionamiento colectivo frente al atraso y la desigualdad, que fue lo que realmente se reivindicaba en diciembre de 1977".

Sea como sea, lo determinante en este proceso de profundización en lo plurinacional está en la forma de Estado. Y nuestra visión de futuro es un Estado federal. Este es un asunto aún más complejo, porque las posiciones mostradas por Urkullu a este respecto abogan por un Estado confederal, aunque sin nombrarlo. Cuando establece la bilateralidad como instrumento para avanzar en un Estado plurinacional, marca ese acento confederal; cuando otorga mayor peso a las comunidades históricas, además de olvidar a otras comunidades con peso histórico, como Andalucía, piensa en un Estado a varias velocidades, que no es precisamente el federal; y cuando remata la faena hablando de asimetría, pone por delante un elemento estructural del Estado confederal.

Queremos ser claros y transparentes: bienvenida la plurinacionalidad del Estado. Abogamos por ese reconocimiento, pero no es suficiente. Reivindicamos un Estado federal en la línea de lo expresado en nuestro documento reciente, que dice: "La superación de las tensiones territoriales puede venir del avance hacia un modelo federal que dé satisfacción a los diversos sentimientos plurinacionales, establezca autogobiernos efectivos y construya una institucionalidad en España y en la Unión Europea que, mediante la participación de las comunidades autónomas en sus decisiones estratégicas, haga realidad la convergencia económica y social".

Por ello, en este momento, y aprovechando la situación interna de Sumar, donde están representadas la mayoría de las nacionalidades del Estado, es preciso dar pasos en esa dirección. Porque con inteligencia, con generosidad, con alturas de miras se puede conseguir, por un lado, un Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar comprometido con ese horizonte; y, por otro lado, un avance histórico en el camino de una reforma federal del Estado. Puede incluso, como dice Manuel Cruz, que al PP le convenga ese federalismo.

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María José Torres y José Antonio Jiménez son coportavoces de Iniciativa del Pueblo Andaluz, partido que concurrió a las generales del 23J en la coalición Sumar.

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