La nueva selectividad: un modelo competencial y homologado con otras pruebas europeas

Mª Luz Martínez Seijo

¿Qué es la EBAU y para qué sirve? ¿Cuáles son los cambios que se producen en este nuevo modelo? La EBAU es una prueba de acceso a la universidad que se planifica, coordina y realiza en cada Comunidad Autónoma en ejercicio de sus competencias y según el sistema de descentralización educativa, que permite gestionar la educación en los distintos territorios con una política educativa cercana, que se amolda a las diferentes circunstancias sociales, económicas, culturales y educativas de su población. Y esto también incluye las pruebas de acceso a la universidad. Con la aprobación e implementación de la LOMLOE, se requiere diseñar una nueva EBAU adaptada al modelo competencial que es el que a partir de este curso se debe trabajar en todas las aulas de España.

Para entenderlo mejor, voy a utilizar el aprendizaje de una lengua extranjera, en lo que se lleva trabajando décadas de manera competencial en las aulas. El ejemplo es sencillo. No tendría ningún sentido que los niños y niñas aprendan contenidos aislados, como puede ser la lista de los verbos irregulares, si luego no la aplican y la ponen en práctica en un contexto oral o escrito. En el aprendizaje de una lengua extranjera también se tienen en cuenta los contenidos aprendidos en otras áreas, que se relacionan entre sí y con los que se aplica el espíritu crítico tanto en los comentarios de texto como en la lectura e interpretación de textos de todo tipo, con vocabulario de distintos temas, o en la práctica oral de la lengua.

Aprender contenidos sin relación con otros no tiene ningún sentido en el aprendizaje de una lengua extranjera sino que hay que poner todas las piezas en funcionamiento para que se produzca el verdadero objetivo de este aprendizaje, que es la comunicación y la expresión. Esto que es tan básico en la lengua extranjera se puede trasladar a lo que se debe hacer en otras materias.

Lo deseable en educación no es solo memorizar contenidos, sino hacer pensar a los alumnos, promover la relación entre ellos, no sólo de una materia, sino entre distintas áreas. Lo deseable es que el alumnado sea capaz de generar pensamiento abstracto, ser capaz de discernir y opinar con criterio. Lo deseable es que lo que se va aprendiendo poco a poco tenga sentido en otras materias, pero también en su propia vida y en la de las personas que les rodean. También se trata de que, con la enseñanza competencial, se pongan las bases para un aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Hoy en día, el aprendizaje memorístico de determinados contenidos no se puede priorizar como hace años. Hay nuevas competencias y nuevas herramientas al alcance de todas las personas, como Internet, que permite acceder a datos y contenidos exactos en cuestión de segundos.

Lo que cobra más sentido hoy en día es un aprendizaje que prepare a nuestros jóvenes para adaptarse a los nuevos entornos, en una sociedad compleja y con un mundo laboral cambiante como el de hoy en día. Este contexto requiere el desarrollo de unas competencias básicas que todavía están lejos de ser adquiridas de manera generalizada por nuestros estudiantes en España. Esta es la base de la reforma curricular.

Considero un enorme despropósito minusvalorar el esfuerzo que se debe realizar en el desarrollo de este aprendizaje competencial por parte de quienes critican que la nueva educación tiende hacia la nula cultura del esfuerzo y a que los niveles educativos son cada vez más bajos. Es rotundamente falso.

Lo deseable es que el alumnado sea capaz de generar pensamiento abstracto, ser capaz de discernir y opinar con criterio [...] y se pongan las bases para un aprendizaje a lo largo de toda la vida

Animo a los negacionistas de la innovación educativa a analizar cómo se aprende y se estudia en los países de nuestro entorno, en países desarrollados, y qué tipo de pruebas de evaluación y criterios se utilizan para ello. Muchas sorpresas se llevarán al descubrir que España es el que más pruebas de evaluación realiza para el acceso a la universidad. Sin embargo, nadie duda del nivel educativo de los jóvenes de los países vecinos.

España es uno de los países con mayor tasa de repetición, y por tanto más fracaso escolar. Simplemente, en otros países, el concepto de evaluación a través de pruebas estrictamente escritas no existe, como tampoco la generalidad de la medida excepcional que debe ser la repetición de curso. Por tanto, aquellos que critican la reforma educativa critican a su vez la forma de enseñar y de aprender en otros países no sólo del entorno europeo, sino de los principales países de la OCDE.

Por eso es tan necesario cambiar el modelo de acceso a la universidad y adaptarlo al aprendizaje competencial, que es el que se va a trabajar en la educación secundaria y en bachillerato. Es necesario entender el porqué y para qué antes de criticar, basarnos en hechos objetivos y no en la oposición a cualquier medida simplemente porque supone un cambio y no procede de un sector conservador.

El discurso de las comunidades autónomas del PP que defienden la EBAU única no se sostiene. Se utiliza una falacia sobre desigualdades en el nivel educativo entre territorios que implica un ranking entre comunidades autónomas, obviando las circunstancias socioeconómicas y culturales o el alcance educativo de la población, factores que afectan de manera determinante al rendimiento del alumno.

Frivolizar con las diferencias de nivel educativo entre alumnos según comunidades autónomas es un discurso que obedece a un modelo educativo rancio y obsoleto, contrario a la defensa de la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior y de posibilitar la formación a lo largo de la vida, abrir oportunidades en vez de cerrarlas.

La EBAU solo es una prueba de acceso a la universidad, sí, una prueba de madurez. El nivel educativo de los alumnos se adquiere a lo largo de su escolarización, en los centros. Lo importante es mejorar la preparación de nuestros jóvenes para el futuro. Rechazar antes de conocer, utilizar la “auctoritas” como dogma y pretender recuperar el pasado de las “reválidas” no son buenas recetas para el progreso educativo.

Bienvenido sea quien colabore para mejorar la educación y se alegre además de los buenos resultados que ésta tiene. Esto es también muestra de madurez social, educación y conocimiento

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Mª Luz Martínez Seijo es secretaria de Educación y FP del PSOE.

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